julio 29, 2013

Her Yer Taksim! Participación de feministas y LGBTQI en las protestas del Parque Gezi

La noticia sobre la decisión de un tribunal menor[1] a principios de julio que ordenó detener un proyecto de construcción en el Parque Gezi de Estambul fue opacada por la represión policial de lo que inició como una pequeña manifestación contra la destrucción de ese parque. Mayores protestas se han convertido en una acción social más amplia contra el estilo de gobierno cada vez más autoritario del Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan.

Una diversa gama de grupos de la sociedad civil participó en la ocupación del Parque Gezi que inició a finales de mayo y detonó protestas en todo el país. El movimiento comenzó inicialmente cuando la Municipalidad procedió a talar árboles con tractores en el Parque Gezi con el fin de despejarlo para un proyecto de remodelación, pese a la orden de un tribunal que prohibió dichas obras. Pero los métodos policiales opresivos y la brutalidad a los que el Estado recurre cada vez con mayor frecuencia provocaron la ira de personas de diversas inclinaciones políticas. Según estimaciones del propio Gobierno, millones de personas salieron a las calles en toda la nación para expresar frustraciones por las políticas estatales del AKP (Adalet ve Kalkınma Partisi / Partido de la Justicia y el Desarrollo) sobre una amplia gama de asuntos. Encuestas realizadas en el parque mostraron que la mayoría de manifestantes no estaba afiliada a los numerosos diferentes partidos, sindicatos y grupos de la sociedad civil que acamparon en el Parque Gezi, pero hubo visibles y activos grupos defensores de derechos tales como el Bloque LGBT y el Colectivo Socialista Feminista.

Aunque algunos medios de comunicación internacionales han presentado las protestas en el Parque Gezi como un ajuste de cuentas entre el legado seglar de Mustafá Kemal Atatürk y el Gobierno islamista del AKP, esto en realidad es una simplificación del conflicto. Impulsar sus particulares visiones patriarcales sobre la religión y la cultura es característico de las políticas y la retórica del AKP, pero la falta de una perspectiva de género no es peculiar en ese partido. Sin embargo, respecto a una amplia gama de asuntos el régimen muestra poco interés en la participación democrática o escasa paciencia ante el disenso o las concesiones; por ejemplo, los proyectos masivos de construcción apoyados por el partido gobernante—como el de un tercer puente en el Bósforo o un tercer aeropuerto en Estambul—tienden a beneficiar a aliados del actual régimen y muestran que a éste poco le importan ya sea los impactos ecológicos o la opinión pública. 

El estilo cada vez más dictatorial del régimen de Erdoğan tras una década en el poder fue evidente en una concentración del AKP el 16 de junio, el día después de que las personas acampadas en el Parque Gezi fueron atacadas y evacuadas violentamente por la policía. “Quien quiera ver la verdadera imagen de Turquía, aquí está”, insistió el Primer Ministro.[2] Erdoğan habló en tono desafiante, de pie entre dos enormes afiches de su rostro frente a una multitud cuyo tamaño generalmente se creyó que fue exagerado por el Gobierno y los medios de comunicación regulares, con reportajes de que las personas asistentes habían sido sobornadas y llevadas allí gratuitamente en autobuses y trabajadores del Estado posiblemente coaccionados a asistir. La actitud descalificadora de Erdoğan hacia el disenso ha alejado a muchos grupos sociales por múltiples razones (incluso a antiguas personas simpatizantes del AKP que se sintieron traicionadas por las políticas económicas neoliberales del partido e iniciaron Anti-Kapitalist Musulmanlar / Musulmanes Anticapitalistas, uno de los grupos religiosos de oposición con una visible presencia en las protestas del Parque Gezi). 

Retrocesos en los derechos de las mujeres

Para activistas por los derechos de las mujeres, el régimen del AKP ha suscitado un sinfín de asuntos que pusieron a grandes cantidades de mujeres dentro de las categorías de personas “marginales” y “saqueadoras”[3] que acamparon en el Parque Gezi y se unieron a las protestas en toda Turquía. El año pasado, el Gobierno reestructuró el Ministerio de Asuntos de la Mujer y la Familia dentro del Ministerio para Políticas Familiares y Sociales, reduciendo aún más el ya débil compromiso del Estado para abordar la igualdad de género, el empoderamiento económico y la violencia contra las mujeres. Turquía tiene una muy baja tasa de participación femenina en la fuerza laboral ya que las tareas domésticas y de cuidados son abrumadoramente aceptadas como trabajo de mujeres y los crecientes niveles de violencia contra las mujeres continúan recibiendo una insuficiente respuesta oficial. 

Erdoğan ha aseverado públicamente que no cree en la igualdad de género, ya que “los hombres y las mujeres no son iguales desde su creación”. Con frecuencia, el Gobierno recurre a retórica relacionada con la religión, la moralidad o los valores familiares y Erdoğan alienta a las mujeres a tener entre tres y cinco hijos/as[4] para incrementar la población de Turquía (actualmente casi al nivel de reemplazo), incluso insinuando la posible entrega de un premio para el tercer hijo. La retórica promoción de Erdoğan en cuanto a tener familias más numerosas ha sido respaldada por ataques cada vez más frecuentes contra los derechos reproductivos de las mujeres, más infamemente durante la primavera de 2012 cuando él comparó cada aborto con la masacre de Uludere.[5] Tras esto hubo noticias de que el Gobierno estaba preparando un anteproyecto de ley para reducir el acceso al aborto de diez a cuatro semanas, lo que esencialmente constituiría una prohibición del aborto para las numerosas mujeres que podrían no saber que están embarazadas o ser capaces de acceder a tiempo a los cuidados de salud necesarios. La reacción de activistas por los derechos de las mujeres y aliadas/os dentro de Turquía condujo a que el Gobierno diera marcha atrás, pero ahora se han establecido barreras para acceder a diversos servicios de salud reproductiva, incluido el aborto. El concepto de objeción de conciencia ha sido introducido para profesionales de la medicina; asimismo, se han impuesto limitaciones respecto a quiénes pueden ahora realizar el procedimiento y periodos de espera obligatorios. Además hay temores de que la “píldora del día después” o anticoncepción oral de emergencia[6] será restringida, como también de más ataques contra los derechos al aborto. Aun así, la tasa de natalidad que disminuye constantemente[7] muestra la clara desconexión entre la visión idealizada del AKP respecto a la familia y la nación y las realidades vivas de las mujeres y las familias en Turquía. 

En el área de educación, enmiendas recientes permiten que niñas y niños asistan a escuelas religiosas (imam hatip) o se les eduque en casa después de cuatro años de educación primaria (en contraste con ocho años en el pasado), una medida que, se teme, reducirá aún más las oportunidades educativas de las niñas y otras/os jóvenes marginadas/os. Durante las protestas en el Parque Gezi se continuó expresando frustración respecto a las crecientes tasas de violencia contra las mujeres. Por decisión de un tribunal en la ciudad kurda de Bingöl, cuatro de cinco sargentos acusados de haber violado por dos años a una adolescente—identificada sólo con las iniciales E.A.—fueron puestos en libertad. Esto desencadenó concentraciones donde las personas manifestantes sostuvieron rótulos que decían: “Ustedes lanzan piedras a quienes se toman de la mano; luego dejan libre al violador de una joven de 16 años”. 

Ignorando los derechos de personas LGBTQI

Lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, queer e intersex (LGBTQI) sufren altos niveles de discriminación y violencia en Turquía y las personas transgénero son especialmente vulnerables.[8] Aun así, los esfuerzos de cabildeo de grupos LGBTQI por introducir la identidad de género y la identidad sexual dentro de la Cláusula sobre la Igualdad en la Constitución (Artículo 10) y en otras leyes han sido sistemáticamente rechazados.

Sin embargo, pese a la intransigencia del Gobierno, hay semillas de esperanza. A la marcada visibilidad del Bloque LGBT en el Parque Gezi y en otras protestas le siguió este año la más multitudinaria Marcha del Orgullo en Estambul el 30 de junio, que se realizó bajo el tema “diren”, o resistencia, evocando la resistencia en el Parque Gezi.[9] Durante la Marcha del Orgullo también se expresó solidaridad con la causa kurda—cantos de “Her Yer Taksim, Her Yer Direniş / Taksim está en todas partes; la resistencia está en todas partes” dieron paso al clamor de “Her Yer Lice, Her Yer Direniş!” en reconocimiento a personas manifestantes que fueron asesinadas y lesionadas en el distritoLice de Diyarbakir mientras protestaban por la expansión de una base militar justo el día antes de la Marcha del Orgullo. 

Pese a temores expresados por grupos LGBTQI sobre los métodos policiales cada vez más agresivos y violentos durante las protestas en el Parque Gezi, la Marcha del Orgullo se realizó de manera pacífica. Tal como señaló Sezen Yalçın, activista por los derechos LGBT: “El día... en que los diferentes grupos se asentaron en el parque, el Bloque LGBT (como nos llamamos) montó una caseta y pasamos nuestros días y noches... no sólo distribuyendo alimentos, bebidas y otros suministros, sino también haciéndonos visibles como personas LGBT que exigimos nuestros derechos. Entramos en estrecho contacto con distintos grupos sociales: musulmanes, izquierdistas radicales, aficionados/as del futbol, etc. Cuanto más Erdoğan endureció su discurso y su uso de la fuerza contra manifestantes, más nos acercamos a diferentes grupos. Fue importante para las personas LGBT, ya que nos hicimos parte de una oposición pública más amplia. Es cierto que en los últimos años nuestros desfiles fueron muy concurridos y emocionantes, pero nadie fuera de nuestra comunidad nos acompañaba y cuando el desfile acababa también terminaba nuestra soberanía en la Avenida İstiklal.[10] Pero este año, empezando por nuestra presencia en el Parque, supimos que no estaríamos solos/as en la Marcha del Orgullo y esto fue lo que sucedió”. 

En suma, las mujeres y las minorías sexuales, al igual que muchos más sectores excluidos de la sociedad—ya sean periodistas, académicas/os, alevíes, kurdos/as, ateos/as, socialistas u otras minorías y disidentes—, tienen numerosas razones para protestar contra el Gobierno, razones que se han gestado a lo largo del tiempo y de las cuales la protesta ecologista contra la destrucción del Parque Gezi fue sólo una chispa. Algunos de los asuntos se relacionan con la religión y la cultura, tal como son vistos e impuestos por el Gobierno del AKP, mientras que otros tienen que ver con políticas económicas y sociales que han alejado a amplios segmentos de la sociedad.

Después de la noche del 15 de junio, cuando personas manifestantes en el Parque Gezi fueron violentamente evacuadas, se formaron numerosos comités para tener foros comunitarios regulares en otros parques de Estambul. Las protestas y los enfrentamientos con la policía son rutinarios. Queda por ver si la diversidad de la oposición podrá formular una plataforma clara y abarcadora que la unifique. Para las mujeres y las minorías sexuales, la clave será asegurar que cualquier partido o movimiento político Gezi que se desarrolle a partir de la diren esté centrado en la protección de los derechos humanos universalmente aceptados de todas las personas.

Notas:
La apelación del Gobierno ha llevado desde entonces a que se revirtiera el dictamen del tribunal menor, lo cual apunta a la posible construcción de un centro comercial, hoteles y una mezquita en el actual sitio del Parque Gezi.
Erdoğan (AKP) se refirió frecuentemente a manifestantes como “marjinal” y “çapulcular” (saqueadores) e incluso terroristas. Las personas que protestaron se apropiaron rápida y particularmente de la palabra çapulcu en muchas formas. Ver (en inglés): #OccupyGezi: El arte de las protestas turcas, Yaman Kayabali, Creative Review, 19 de junio de 2013; Una historia gráfica de la resistencia en Gezi, BIA News, 10 de junio de 2013. Ver también: Turquía: “Cualquier persona que trate de entrar en Taksim será considerada terrorista”, RT Actualidad, 16 de junio de 2013.
Ver: Mujer de rojo, el símbolo de las protestas en Turquía, Huffpost Voces, 4 de junio de 2013; Miles de turcas gritan a Tayyip Erdoğan: “Cállate, ahora hablan las mujeres”, Ilya U. Topper, Faro de Vigo, 9 de junio de 2013.
La masacre de Roboski/Uludere se refiere a los asesinatos de 34 personas civiles kurdas, principalmente menores de edad, durante un bombardeo por las Fuerzas Aéreas turcas en diciembre de 2011. Ver, sin embargo: La comisión parlamentaria sobre la masacre de Uludere determina que el incidente no fue deliberado, Europa Press, 23 de marzo de 2013.
Ver: Mujeres turcas protestan contra el patriarcado, Ariam Frezghi, IPS, 16 de julio de 2013.
Según estimaciones de 2011, 17.58 nacimientos anualmente por cada mil habitantes en Turquía.
La Avenida İstiklal (Independencia), una importante calle peatonal que termina en la Plaza Taksim, es el sitio de la anual Marcha del Orgullo de Estambul.

Por Saira Zuberi 
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 26 de julio de 2013. Título original: Her Yer Taksim! Feminist and LGBTQI Engagement in the Gezi Park Protests. Traducción: Laura E. Asturias

Sí a la Diversidad Familiar!
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