febrero 10, 2014

Viena +20: Algunos avances y retrocesos para los derechos humanos de las mujeres en Asia


Foto: Periodismo Humano

En la más reciente entrevista que forma parte de la conmemoración de AWID del 20º aniversario de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, AWID conversa con Hina Jilani, defensora de la Corte Suprema de Pakistán, militante principal del movimiento de mujeres en Pakistán y defensora de los derechos humanos a nivel internacional, sobre cómo la Conferencia fortaleció las redes y la incidencia de mujeres a fin de promover los derechos humanos de las mujeres, pero aún con obvios retos para que las mujeres de hecho realicen sus derechos humanos.

AWID: En su opinión, ¿cuánto hemos avanzado en los últimos 20 años para realizar los derechos humanos universales de las mujeres? ¿Cuáles son, a su criterio, algunas de las historias exitosas de las últimas dos décadas, en especial para las mujeres en Asia y particularmente en Pakistán?

Hina Jilani (HJ): La Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena dio impulso al movimiento para la aceptación del concepto de que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”, lo cual proporcionó el marco para promover y defender esos derechos y realizar acciones estratégicas a nivel nacional, regional y global. Con cierta satisfacción puedo decir que toda impugnación a la afirmación de que “los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales” ha sido eficazmente marginada. Los asuntos de los derechos de las mujeres han adquirido prominencia en el discurso político, social y económico a todos los niveles y están reflejados en programas y agendas de derechos humanos que han conseguido cualquier nivel de credibilidad.

La participación política de las mujeres se ha convertido ahora en un indicador de desarrollo democrático y en muchas partes del mundo se han instituido medidas a fin de brindar a las mujeres más oportunidades para su participación directa o indirecta en la gobernanza. En comparación con la situación en 1993, hoy día hay mejores perspectivas de que las preocupaciones de las mujeres se aborden en las agendas de desarrollo y las políticas económicas adoptadas por Estados u organismos internacionales. Las fuertes redes de mujeres que se desarrollaron después de la Conferencia de Viena deberían darse crédito por estos logros y fueron uno de los resultados más positivos de la Conferencia.

AWID: A pesar de la Declaración y Programa de Acción de la Conferencia de Viena y muchas otras declaraciones, convenciones, programas de acción e instrumentos, las violaciones a los derechos humanos de las mujeres continúan, frecuentemente con impunidad. ¿Cuáles son algunas de las violaciones nuevas o en aumento contra los derechos humanos de las mujeres en Asia?

HJ: Movimientos de mujeres en todo el mundo continúan enfrentando retos difíciles en la implementación del marco normativo internacional para los derechos humanos de las mujeres y la era de la implementación debe iniciar ahora. Las mujeres pakistaníes ya están invirtiendo más energía en asegurar que haya capacidad institucional para implementar la legislación sobre los derechos civiles y políticos, así como los derechos sociales y económicos. Han empezado a ir tras el establecimiento de mecanismos en el terreno para el acceso a recursos jurídicos y la justicia social y económica.

Contrarrestar la violencia contra las mujeres en todas sus formas es un reto constante que se ve complicado por el lento ritmo de la reforma social, como también porque: i) están ausentes los procedimientos internos de vigilancia y un efectivo control por las instituciones públicas para garantizar el cumplimiento de estos compromisos; ii) las instituciones públicas son utilizadas cada vez más para perpetuar y fortalecer intereses y sectores especiales; iii) las instituciones policiales y fiscalizadoras son ineficientes y corruptas; y iv) la independencia de los sistemas judiciales está gravemente restringida, lo cual conduce a la denegación de protecciones que normalmente se encuentran disponibles bajo un marco constitucional.

En Pakistán, la militancia y el terrorismo en nombre del islam han debilitado aun más las perspectivas de acción por parte del Estado para asegurar “la participación de las mujeres en todos los aspectos de la vida nacional”, tal como lo enuncia la Constitución. El prolongado periodo de militancia ha incrementado la militarización en varias regiones del país. Esta tendencia ha tenido un impacto negativo sobre los derechos humanos en general, pero ha hecho que las mujeres sean particularmente vulnerables a marginación e inseguridad. Defensoras de los derechos humanos que trabajan en la promoción y protección de los derechos de las mujeres, en particular, se encuentran bajo amenaza. Los derechos sociales de las mujeres están aun más restringidos como una concesión al extremismo islámico en el país. Las restricciones a su libertad de movimiento, expresión y asociación han reducido su capacidad de realizar a salvo sus actividades.

AWID: ¿Cuál rol han jugado los movimientos de mujeres para hacer avanzar algunos de los asuntos que usted describe?

HJ: Mujeres asiáticas, incluyendo a mujeres en Pakistán, han fortalecido su incidencia y sostenido los movimientos por los derechos humanos y los derechos de las mujeres. Muestran una profunda comprensión de la esencia de los vínculos con otros movimientos sociales y políticos para promover los derechos humanos y prevenir el aislamiento de la agenda de los derechos de las mujeres. También se han esforzado mucho por propiciar cambios legislativos a fin de fortalecer el marco legal para la igualdad, participación política y protección de las mujeres, además de haber logrado éxitos significativos en este ámbito. Durante la última década en Pakistán fueron promulgadas varias leyes para proteger a las mujeres contra la violencia y algunas de las notorias leyes contra las mujeres fueron enmendadas con el propósito de mitigar, aunque no eliminar por completo, el daño que las mismas han ocasionado a la dignidad e igualdad de las mujeres. Sin embargo, también es cierto que varias prácticas nocivas continúan y las actitudes sociales cambian muy lentamente, impidiendo el ritmo del progreso.

AWID: Dado que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) llegarán a su fin en 2015 y está negociándose una nueva agenda del desarrollo, ¿cuáles considera usted que son algunas de las oportunidades y amenazas para promover los derechos humanos de las mujeres en las áreas a las cuales se refirió arriba?

HJ: Aunque en este momento es difícil hacer una evaluación de los ODM en el contexto del adelanto social y económico de las mujeres, podría no ser muy equivocado decir que ésta no ha sido un área de gran éxito de los ODM. Si la nueva agenda del desarrollo ha de llevar adelante los logros y enmendar los defectos del pasado, debe en primer lugar ser una que se construya con la participación y contribución efectivas de las mujeres. Los elementos que propician el cumplimiento de los derechos sociales y económicos y crean mecanismos para la rendición de cuentas internacional por su violación deben ser una parte integral de esa agenda. El progreso social y el adelanto económico de las mujeres está inextricablemente ligado a cambios de actitud. Por lo tanto, es imperativo que las iniciativas locales para asegurar la libertad de expresión, movimiento y asociación estén dotadas de suficientes recursos y cuenten con apoyo político, a fin de que las organizaciones de derechos humanos sean capaces de emprender la reforma social, así como promover la visibilidad de las mujeres en la actividad social, económica y política.

Por Susan Tolmay
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 7 de febrero de 2014. Título original: Vienna +20: Some Advances and Setback for Women’s Human’s Rights in Asia. Traducción: Laura E. Asturias

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