abril 11, 2014

Las mujeres, el poder detrás de las remesas



Un nuevo estudio de Inter-American Dialogue muestra que envían dinero a sus países con mayor frecuencia.


Incluso cuando las cosas se pusieron feas, Silvia Navas dice que nunca dejó de enviarle dinero a su madre en Guatemala para ayudarla con el pago de servicios como la luz y el agua, entre otros gastos.

Navas, de 46 años y gerente de instalaciones en el estado de Maryland, representa junto con otras mujeres una fuerza en ascenso en las economías de los países en desarrollo, según un análisis del centro de estudios independiente Inter-American Dialogue, en Washington.

El estudio descubrió que en 2013 las mujeres migrantes encuestadas en varias de las principales ciudades de EE.UU. enviaron dinero a su país de origen con más frecuencia que los hombres.

EE.UU. es la mayor fuente de remesas en el mundo, y una buena parte de estas son enviadas por millones de latinoamericanos. El dinero es clave para sostener a familias y para estabilizar la economía de los países en desarrollo, donde es una fuente vital de moneda dura que a menudo supera a la inversión extranjera directa y la
ayuda internacional.

En promedio, el año pasado las mujeres enviaron dinero a sus países de origen 13 veces, y cada remesa fue de un promedio de US$207, indicó el estudio, que encuestó a 2.000 inmigrantes en cinco zonas metropolitanas de EE.UU.

Los hombres enviaron dinero en 12 ocasiones, a US$229 por remesa. Aunque los varones enviaron remesas casi por la misma cantidad y con la misma frecuencia en 2013 que en 2009, durante la recesión, las mujeres elevaron
tanto el monto como la frecuencia con que mandaron dinero a casa en ese período de cuatro años, mostró el estudio. Entre las posibles causas figura el hecho de que las mujeres migrantes tienden a desempeñarse en sectores, como el servicio doméstico y otros servicios, que son menos vulnerables a las oscilaciones económicas
que los sectores normalmente dominados por hombres, como la construcción.

“Conozco a mucha gente que perdió su empleo o trabajó menos durante la recesión, pero yo mantuve mi trabajo”, dice Navas, que envía a su madre al menos US$200 al mes. Alrededor de la mitad de los 21,3 millones de inmigrantes de América Latina y el Caribe en EE.UU. son mujeres.

“Las mujeres están jugando un papel más importante en los flujos de remesas”, precisa Nancy Lee, gerente general del Fondo Multilateral de Inversiones, una división del Banco Interamericano de Desarrollo. Las mujeres en general tienden a ganar más, sobre todo si tienen estudios. Por ejemplo, un tercio de las mexicanas que trabajan en EE.UU.
cuenta con título universitario o cierta educación superior, y este grupo ha estado creciendo.

En total, los inmigrantes de América Latina y el Caribe que trabajan en todo el mundo transfirieron alrededor
de US$60.000 millones a países en desarrollo en 2013, comparado con US$56.000 millones en 2009 y US$65.000 millones en 2008, antes de que la recesión se intensificara.

México, que recibe alrededor de la mitad de todas las remesas, reportó que no hubo aumentos en 2013. Los salvadoreños enviaron unos US$4.000 millones a su país, ligeramente más que el año anterior.

Las remesas de los guatemaltecos en el exterior, que equivalen a 12% del Producto Interno Bruto del país, ascendieron casi 7%. El Inter- American Dialogue prevé que las remesas aumentarán 3,5% en la región este año.

Detrás de la mediocre recuperación de estos envíos de dinero está el hecho de que los migrantes ecuatorianos, paraguayos y peruanos se han visto afectados por las débiles economías de España y Argentina, que son destinos tradicionales para ellos. Las remesas hacia México, el hogar de la mayoría de los migrantes en EE.UU., se han visto perjudicadas por una cifra récord de deportaciones, violencia fronteriza y otros factores. Manuel Orozco, experto en remesas en el Inter-American Dialogue, dice que una reforma del sistema de inmigración estadounidense reactivaría
los envíos de remesas porque sacaría a millones de trabajadores indocumentados de las sombras al permitirles ganar mejores sueldos.

Una propuesta de reforma migratoria se ha estancado en el Congreso. Por el momento, una sostenida recuperación económica en EE.UU., particularmente en la construcción, también podría aumentar el valor de las remesas y alentar la inmigración de más personas.

Alma Couverthie, que supervisa los centros para jornaleros para Casa de Maryland, una organización para inmigrantes, dijo que hubo más contrataciones para nuevas construcciones y remodelaciones incluso durante el invierno.

El reciente aumento en la inmigración de Centroamérica, en particular de Honduras y Guatemala, a EE.UU., probablemente elevará las remesas hacia esa región. Los inmigrantes nuevos tienden a enviar más dinero aque los que llevan más tiempo fuera de su país. “Los lazos familiares son más fuertes para los que llegaron recientemente”,
afirmó Lee, del Fondo Multilateral de Inversiones.

El estudio de remesas de inmigrantes en EE.UU. halló que alrededor de dos tercios ahorran y que la mitad de estos tenía US$4.500 o más ahorrados. Solo 41% dijo que había puesto sus ahorros en una cuenta bancaria el año pasado. “Los ahorros formales están vinculados a inversiones en capital humano, como educación, y pequeñas empresas”, anota Lee. “Necesitamos promover el uso del sistema bancario”.

Entre los migrantes en EE.UU., 46% apuntó que no tenía deudas, mientras que un tercio debía cantidades
menores a US$2.000.

Fuente: La Prensa

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