agosto 17, 2014

Afiches propagandísticos en la Rusia comunista. Mujeres emancipadas: ¡desarrollen el socialismo!

En 1923, el periodista estadounidense Albert Rhys Williams notó una característica ubicua en el paisaje urbano de Rusia: el afiche. "Quien visita Rusia", escribió, "se ve sorprendido por infinidad de afiches: en fábricas y barracones, en muros y ferrocarriles, en postes telegráficos; en todas partes".

De hecho, en 1920, hubo más de 3,2 millones de afiches distribuidos solo por Gosizdat, la editorial estatal, y 7,5 millones durante los siguientes tres años. Una mujer rusa que vivió en los años 1920 y 1930 encontraba imágenes de sí misma - o de lo que se suponía que debía ser- en casi todas las esquinas. ¿Cuál era el propósito de esta propaganda masiva? ¿Qué nos dicen estos afiches sobre el rol cambiante de la mujer soviética?

International Institute of Social History


"Esto es lo que la Revolución de octubre le ha dado a las trabajadoras y campesinas", se jacta este afiche propagandístico de 1920. La mujer hace gestos hacia una biblioteca, una cafetería, un club de trabajadores, una escuela para adultos y una "casa para madre e hijo". La primera constitución soviética de 1918 proclamó la igualdad de género en el hogar, el trabajo y la sociedad. Las mujeres eran libres de ir a la universidad, trabajar, divorciarse, poseer propiedades, votar y ser electas para cargos públicos. Ver más grande >

G. Shegal, 1931

"¡Abajo la esclavitud de la cocina! ¡Que haya una nueva vida hogareña!", dice esta madre trabajadora mientras fuerza la puerta de su rancio cuarto de lavado y avanza hacia la nueva y brillante Rusia moderna. Los letreros en la parte exterior de los edificios dicen "Club", "Cafetería industrial" y "Guardería". Este afiche tenía la intención de motivar a las amas de casa a abandonar las tareas del hogar e ingresar a la fuerza laboral para contribuir al crecimiento de Rusia. Para que esto fuera posible, el Partido Comunista construyó miles de centros de cuidado diurno y jardines de infancia. Ver más grande >



Strakhov-Braslavskij A. I., 1926

El socialismo y la emancipación de las mujeres van de la mano, insinúa este afiche. Dice: "Mujeres emancipadas: desarrollen el socialismo". En el comunismo, la ideología política es lo que más importa. Hombres y mujeres deben trabajar como iguales para hacer del comunismo una realidad. Aquí, la igualdad es ilustrada a través de la apariencia sin distinción de género de la joven protagonista. Usa una camisa masculina abotonada y sus rasgos son duros y andróginos. Detrás de ella, las chimeneas fabriles soplan un humo denso, lo que implica un arduo trabajo industrial que deben hacer tanto hombres como mujeres, lado a lado. Ver más grande >

N. Valerianov, 1925

"Las trabajadoras y las campesinas: ¡todas deberían ir a las urnas! Únanse bajo la Bandera Roja junto a los hombres. Le traemos temor a la burguesía". Marchando lado a lado, mujeres con tradicionales sarafans (túnicas sin forma) campesinas y camisas de operarias hacen caer a un sobrealimentado capitalista propietario de una fábrica. Este afiche, que presenta mujeres imponentes que marchan juntas, tenía la intención de inspirar a las mujeres analfabetas a votar y tomar parte en la política del comunismo. Ver más grande >

Cuando los bolcheviques tomaron el poder en 1917, necesitaron difundir su agenda socialista y alcanzar a un amplio público semianalfabeto. ¿Qué mejor que el afiche político? El afiche litográfico, sin embargo, no era un invento nuevo. Hacia 1870, las innovaciones en las técnicas de impresión hicieron que fuera económicamente viable producir en forma masiva afiches de colores brillantes. Como resultado, muchas calles de ciudades europeas se convirtieron en virtuales galerías de arte.

Al principio, pocos afiches políticos rusos presentaban mujeres. Aquellos que retrataban figuras femeninas lo hacían alegóricamente: se usaba a las mujeres para representar ideas abstractas como libertad o autonomía. En 1918, después de que las mujeres fueron emancipadas en la revolución comunista, los afiches tenían representaciones más realistas: eran retratadas como trabajadoras y proveedoras de pensamiento socialista.

La propaganda política socialista también hizo uso de colores vibrantes; particularmente, el rojo, que sería instantáneamente reconocido como un color poderoso tanto en la iconografía comunista como en la religiosa. A las mujeres se las representaba usando pañuelos rojos -atados por detrás, siguiendo la moda moderna. O usando vestidos rojos, que simbolizaban su estatura heroica bajo el comunismo.

El arte político de esta época enfatiza el rol productivo de la mujer en la economía en lugar de su papel reproductivo. Bajo la nueva constitución soviética, a las mujeres se les otorga los mismos derechos civiles y electorales que a los hombres; y se espera que hagan contribuciones equivalentes al socialismo. Así, se construyeron guarderías, jardines de infancia y comedores a larga escala para liberar a las mujeres de las tareas domésticas para que pudieran trabajar en las fábricas y las granjas colectivizadas.

Los afiches diseminaban nuevas escrituras visuales que las liberadas mujeres soviéticas debían seguir. Se las representaba conduciendo tractores, por ejemplo, simbolizando el progreso. En realidad, había muy pocas conductoras de tractores. Pero el mensaje era claro: las mujeres son vitales en el esfuerzo por modernizar y colectivizar la agricultura.

Otros afiches comparaban la vida de las mujeres antes y después del socialismo. El arte político las convocaba a dar un paso adelante y aprovechar nuevas oportunidades: alfabetizarse, recibir una educación, votar y, por supuesto, luchar contra los enemigos del comunismo: los capitalistas y los terratenientes. Las mujeres ya no necesitaban estar confinadas en el hogar, exhaustas por el trabajo doméstico.

Los afiches rusos de 1920 y 1930 solían retratar a las mujeres como figuras imponentes, reflejando su nuevo poder e importancia. Pero no debemos olvidar que la propaganda política es a la vez prescriptiva y descriptiva: refleja los cambiantes roles de la mujer y provee una hoja de ruta para el futuro socialista, que no será exitoso sin sus contribuciones.

Fuente: International Museum of Women

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