septiembre 01, 2014

Aún no se logra plena participación política de las ecuatorianas

Foto retomada del sitio andes.info.ec

En Ecuador, el avance de las mujeres en el escenario político resulta evidente y es resultado de muchas décadas de lucha para revertir una idiosincrasia patriarcal que, no obstante, todavía levanta barreras.

Las ecuatorianas han logrado en los últimos años insertarse en espacios estratégicos de toma de decisión, gracias a procesos de inclusión social cada vez más amplios que aseguran oportunidades formales similares a las de los hombres.

De acuerdo con la asambleísta Paola Pavón, las conquistas logradas parten de que el país sudamericano ha comprendido que ellas desempeñan un rol esencial en la democracia.

La diputada aseveró en conversación con PL que desde la Constitución de Montecristi aprobada en 2008 se establece una nueva relación entre el Estado y la sociedad, en la cual el aporte de las mujeres es valorado como fundamental.

“Somos uno de los cuatro países de la región que tienen implementada la paridad de género en los cargos de elección popular, en las listas electorales plurinominales y en los cargos de designación”, resaltó.

Como consecuencia, agregó, “hemos logrado una fuerte presencia de mujeres ejerciendo espacios de poder y conduciendo temas de legislación y de política pública”, señaló.

En este sentido, tras las elecciones legislativas de 2013, la Asamblea Nacional quedó conformada con 41.1 por ciento de mujeres, además de que también lo son las tres directivas de la entidad, encabezadas por la joven Gabriela Rivadeneira.

Por su parte, la también diputada María Augusta Calle indicó que un fenómeno similar ha ocurrido en la Corte Nacional de Justicia, donde más del 60 por ciento de los magistrados son de sexo femenino.

Ello tiene un valor añadido referente al hecho de que ganaron ese puesto mediante concurso de mérito y oposición, en el cual debieron demostrar su preparación.

“Eso indica que cuando se ponen a prueba nuestros conocimientos, las mujeres salimos victoriosas, y cuando ponemos nuestros nombres en listas electorales, la gente vota por nosotras”, aseveró la legisladora.

El gabinete es otro espacio donde las mujeres van ganando terreno, pues en estos momentos, por ejemplo, Cecilia Vaca Jones es ministra coordinadora de Desarrollo Social; María Fernanda Espinosa dirige la Defensa del país, y Carina Vance funge como titular en Salud Pública.

Según Calle, si bien hay un avance de las mujeres, lo obtenido es también resultado de una batalla llevada a cabo por ellas desde hace décadas.

“En el siglo XXI estamos cosechando lo que hicieron figuras de la talla de Nela Martínez desde la década de 1930, quienes se organizaron en una lucha no feminista rabiosa, sino verdaderamente revolucionaria, por los derechos de este sexo en todos los ámbitos, desde el político hasta el familiar”, estableció.

BARRERAS

Pese a que el panorama actual es bastante diferente en cuanto a los derechos femeninos, todavía queda camino por recorrer de cara a sedimentar la valorización social de las ecuatorianas.

Con respecto a la participación política, la diputada Pavón aseveró que persisten espacios donde se evidencia una brecha entre la participación política de mujeres y hombres.

En los cargos a prefecturas, alcaldías y juntas parroquiales, la presencia femenina es todavía bastante insuficiente.

“Acabamos de pasar unas elecciones seccionales en febrero último cuyos resultados fueron desastrosos desde ese punto vista, pues de 221 alcaldías sólo 16 están en manos de mujeres, y en el caso de las prefecturas, sólo en dos de un total de 22”, explicó.

Señaló que dicha situación se originó desde las mismas postulaciones, dado que el 80 por ciento de las listas de candidaturas estuvieron encabezadas por hombres.

Pavón sostuvo que una de las causas es la persistencia de un modelo de sociedad patriarcal que todavía no ha podido ser desmontado, el cual destina el rol público al hombre y relega a la mujer a las actividades privadas en el hogar.

“Son patrones socioculturales que todavía están funcionando en el país y que constituyen un espacio en el cual tenemos que seguir trabajando”, estimó.

La diputada se refirió al caso del cuidado de menores de edad, personas adultas mayores y enfermas, labores que siguen recayendo sobre los hombros de las mujeres.

Eso tenemos que cambiarlo y comenzar a ver el cuidado como una corresponsabilidad en la cual deben intervenir la familia en su conjunto, el Estado, la empresa pública y demás actores sociales.

En este sentido, el último sondeo realizado sobre el uso del tiempo indicó que en las zonas urbanas las mujeres trabajan a la semana entre 16 y 18 horas más que los hombres, y en las área rurales la cifra aumenta a más de 20.

“Tenemos que seguir actuando para darle al sexo femenino una mayor calidad de vida que le permita aprovechar mejor sus posibilidades de participación política, y es una tarea de todos”, opinó.

Mientras, Calle se refirió a otro conflicto muy preocupante: la violencia doméstica, pues todavía muchas mujeres son víctimas de abuso intrafamiliar pese a la ley sobre el tema expedida desde hace casi dos décadas.

“Ése es el gran hueco que tenemos cuando hablamos de mujeres. Recientemente una encuesta reveló que el fenómeno todavía está presente incluso en hogares jóvenes, y tiene que llamarnos la atención”, dijo.

Por: Luisa María González*
Cimacnoticias/Corresponsal de Prensa Latina en Ecuador.

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