noviembre 20, 2014

Invita Marta Lamas a 'revolución simbólica' para erradicar discriminación


Dijo que para alcanzarla se necesitan más espacios donde los jóvenes ejerzan su sexualidad, además de una educación sexual y servicios de salud reproductiva. De esta manera, se podrán exigir políticas que faciliten el respetuoso desarrollo de la diversidad sexual. 

México, D.F. /MujeresNet.- Comprender la discriminación sobre la diversidad sexual y reconocer a las personas como sujetos relacionales, ayudará a erigir una sociedad más igualitaria e inclusiva, aseveró la antropóloga Marta Lamas durante la conferencia "Sexualidad y género" realizada el 30 de octubre de 2014 en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

La también fundadora del Grupo de Información Reproductiva Elegida (GIRE) dijo que antes se pensaba que la biología y lo social sólo intervenían en la formación del género de los niños y las niñas, pero soslayaron la existencia de lo psíquico, es decir, la forma en que cada persona se apropia inconscientemente de determinadas experiencias y que puede o no ser acorde a su sexo: "El género no es cuestión de roles, sino de identidades psíquicas".

Fue a partir de tres casos ocurridos en la década de los 50 y 60 cuando se puso en duda los principios biológicos y sociales que determinaban el género y se reconoció a las personas como seres biopsicosociales. Sin embargo, el sistema sexo-género discrimina casos como los tres mencionados por no ceñirse a los mandatos del deber ser hombre o mujer: "Se ha naturalizado la heterosexualidad, pero se ha dejado de lado la transexualidad y homosexualidad", sostuvo Lamas.

De esta forma, asegura la fundadora de la revista "Debate feminista", surge la violencia simbólica: las personas aceptan los esquemas de comportamiento y valores dominantes a pesar de que van en contra de ellos y que "te los aplicas a ti mismo, es por eso que hay homófobos, transfobia y mujeres machistas".

Respecto a las psiques, Marta Lamas aclaró que varían dependiendo de los países y comparó a las sociedades islámica, escandinava y mexicana para demostrar que a pesar de tener cuerpos iguales (senos, vulva y pene), la interpretación de cada uno es diferente porque su cultura dicta los roles de género a seguir.

Lo anterior se ve reflejado en todos los ámbitos de la sociedad: salarios, puestos políticos, la elección de carrera, donde las ingenierías tienen más matrícula masculina que femenina, remarcó Lamas.

Otro ejemplo de esta violencia se refleja en el control sobre la sexualidad de las mujeres al llamarlas "putas" o "decentes" o al elegir interrumpir un embarazo. En el caso de los hombres, de tildarlos de "maricones" o "mandilones" si protestan contra los roles impuestos.

Por ello, Marta Lamas llamó a una revolución simbólica para la violencia simbólica: "romper con las ideas de la normalidad", comprender la discriminación sobre la diversidad sexual para crear conocimientos más complejos sobre la sexualidad y "cambiar la forma en que se conceptualiza a los seres humanos y en la que lo hacemos nosotros mismos y en función de qué tipo de relaciones tenemos".

La docente de la UNAM y el ITAM reconoció que a pesar de que en el Distrito Federal existen leyes que permiten a las personas transexuales ejercer sus derechos, aún hay discriminación y se necesitan abrir más espacios donde los jóvenes ejerzan su sexualidad, además de una educación sexual y servicios de salud reproductiva. De esta manera, al entender el problema de la discriminación y superarlo, se podrán exigir políticas que faciliten el respetuoso desarrollo de la diversidad sexual.

Fue por esta comprensión y creación de conocimientos específicos sobre la sexualidad que hace 20 años en Europa se comenzaron a crear leyes que permitieron erradicar la discriminación y reconocieron a las personas que no encajaban en lo masculino y lo femenino, que por mucho tiempo la sociedad etiquetó como malos, finalizó la escritora.
Por Emma Blancas
Foto: Emma Blancas/MujeresNet
Fuente:MujeresNet

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