#7N, #YoVoy, #CuestiondeEstado, #MachismoMata
Aunque el nombre de este artículo pueda parecer un galimatías, no lo es en absoluto. Es coherente con lo que voy a expresar. En el Estado Español y en lo que llevamos de año se han producido 71 feminicidios y asesinatos y todavía no hemos acabado septiembre. Y sólo silencio por parte de quienes gobiernan nuestros destinos desde el ámbito del Estado.
Ya lo he dicho en muchas
ocasiones: Estoy convencida que para esta gente necia y aunque no puedan
permitirse decirlo en público, las vidas de las mujeres son, simplemente, vidas
de segunda categoría. Y así actúan ante esta sangría de asesinatos que se han
producido y que, desgraciadamente, se seguirán produciendo.
No está en su agenda
política la protección de las mujeres como potenciales víctimas de este tipo de
terrorismo que ya ha asesinado mucho más que ETA u otros grupos terroristas.
Pero no pasa nada. Nunca pasa nada cuando de la vida de las mujeres se trata.
Y no pasa nada porque se
ha naturalizado tanto las violencias que se ejercen contra las mujeres en todos
los ámbitos, que es como si ese estado de cosas fuera normal, natural.
Las estructuras de poder político,
social, económico, etc. generan desigualdades entre mujeres y hombres (todavía
hoy) que son importantes y en todos los sectores. Y, por tanto esas
desigualdades (acceso al mercado laboral, a promociones laborales, a estar en
la vida política sin ser utilizadas y recambiables, acceso a la educación libre
de sexismos, al derecho a una salud integral y específica, etc.) generan en sí
mismas una tipología de violencia mucho más silenciosa pero, al tiempo, mucho
más perversa. Es la violencia estructural. Una violencia silenciosa y
naturalizada que va impregnando los códigos de transmisión de pensamientos y
valores en los que nos socializamos hasta el punto que los micromachismos
pueden llegar a ser considerados como más o menos "normales" y por
tanto aceptables.
La violencia estructural
se esconde en todos los ámbitos de nuestra vida. Está ahí, despreciando las
vidas de mujeres y niñas al haberlas colocado como subsidiarias a las de los
hombres que son quienes mayoritariamente siguen ostentando los poderes y
ejerciéndolos como aves de rapiña cuando alguna de nosotras llegamos, nos
plantamos y afirmamos que estamos aquí para quedarnos. Para ello y a través de
un férreo sistema diseñado por el patriarcado, buscan desunirnos para impedir
que nos reconozcamos como iguales y nos unamos para parar, entre otros temas,
esta sangría de vidas de mujeres con la que pretenden hacernos desistir de
nuestros intentos por mejorar nuestras condiciones de vida y por atrevernos a
exigir una vida digna y sin violencias.
Pero, pese a las
complicaciones, en esta ocasión como en otras anteriores, con nuestras
predecesoras, se han equivocado. Las organizaciones feministas y mujeres en
particular estamos exigiendo medidas concretas para erradicar este tipo de
terrorismo que nos asesina por ser mujeres. Lo llevamos haciendo muchos años y
como consecuencia de ello hace once años se aprobó la Ley Orgánica 1/2004 sobre
protección integral contra la violencia de género. Y se aprobó por unanimidad.
Pero ante la inacción de
este desgobierno a quien lo único que le interesa de las mujeres es que sigamos
pariendo como deber y no como voluntad como han demostrado recientemente con la
modificación de la ley del aborto dejando a las mujeres jóvenes de 16 y 17 años
sin derecho a decidir sobre su propio cuerpo, las organizaciones feministas y
mujeres y hombres que se sienten feministas, hemos reaccionado y vamos a salir
de la calle para exigir alto y claro que se tomen medidas para que dejen de
asesinarnos, para exigirle a Rajoy y al resto de líderes políticos que nuestras
vidas de mujeres no se tocan, que nuestros cuerpos de mujeres no se han de
prostituir para lucro de proxenetas y mafias que comercian con nuestras vidas y
nuestros cuerpos. Que cada ASESINATO de una mujer o de sus criaturas es un
enorme fracaso político que les debería remover las conciencias e impedirles
dormir por las noches. Que con cada ASESINATO arrebatan la vida de seres
humanos libres y con derechos que ellos y ellas no protegen.
Y por ello y por muchos
motivos más EXIGIMOS que este tema sea una cuestión de Estado prioritaria,
porque no queremos ser asesinadas, maltratadas y prostituidas por ser mujeres.
Porque queremos vivir una vida sin violencias de ningún tipo. Porque queremos
ir desmontando las mentiras del patriarcado y, por tanto ir eliminando las
violencias estructurales que permiten este y otros tipos de violencias asesinas. Porque
sabemos quienes están detrás de la perpetuación de estas violencias y que
necesitan mantenerlas para sus propios intereses. Porque con cada silencio en
cada uno de los asesinatos de mujeres y criaturas, el grado de complicidad con
los terroristas machistas aumenta y se hace más imperdonable la ausencia de
medidas urgentes para prevenir y erradicar este tipo de terrorismo machista.
Porque con cada nueva medida que se toma para recortar recursos destinados a
educar, formar y preparar a quienes vienen detrás en una vida libre de
violencias, es un atentado contra el derecho humano esencial: el derecho a una
vida digna y libre de todo tipo de violencias.
Más de 150 asociaciones
feministas y muchas personas, mujeres y hombres comprometidos con el feminismo
y con una vida libre de violencias hemos decidido convocar una gran marcha contra
las violencias machistas que será el próximo día 7 de noviembre en Madrid.
Debemos inundar la capital con nuestras denuncias y con nuestras exigencias a
una vida libre de violencias machistas de todo tipo. El #7N #YoVoy a #Madrid
para exigir que el #TerrorismoMachista sea una #CuestióndeEstado, porque
#NosQueremosTodas y que no haya #NiUnaMenos.
Debemos alzar de forma
potente, clara y contundente nuestra voz ante los asesinatos de mujeres y
criaturas y contra todo tipo de violencias machistas porque no somos ciudadanas
de segunda. Pero sobre todo debemos hacerlo porque TENEMOS DERECHO A UNA VIDA
DIGNA Y SIN VIOLENCIA MACHISTAS.
Yo estaré en #Madrid el #7N
porque no quiero que haya #NiUnaMenos y porque #NosQueremosTodas.
¿Y tú, vendrás a alzar tu
voz y a exigir una vida digna y sin violencias machistas, o serás cómplice con
tu silencio?
Teresa Mollá Castells
La Ciudad de las Diosas