enero 04, 2016

Sufragistas, de Sarah Gavron: Un ejercicio necesario de cine, historia y feminismo



Un hermoso y necesario homenaje a las sufragistas londinenses que lucharon por el derecho de la mujer al voto y por la visibilización del movimiento sufragista internacional.

"Sufragistas" es una de esas joyas anuales que no suelen ocupar las salas más grandes de los cines, al menos en las cadenas más conocidas. Cuando entramos en la sala, nos encontramos con una pantalla pequeñita, alejada de las necesarias para grandes efectos especiales, explosiones y mucho CGI. También necesaria para grandes historias, pero éstas se defienden perfectamente en salas de apenas 80 butacas, íntimas, que ayudan a encontrarse con uno mismo mientras ve, aprende, llora...

Maud Watts es una trabajadora de una lavandería de Londres en 1918. Tal lugar de trabajo es un sitio infecto donde las mujeres muy jóvenes, desde los siete años se llega a decir, se matan a trabajar para cobrar infinitamente menos que sus compañeros masculinos. Mientras ellas aspiran los vapores de los productos blanqueadores, llevan a cabo un trabajo agotador y aguantan los tocamientos e insultos del patrón, ellos tienen trabajos más llevaderos y colaboran en las chanzas contra las mujeres trabajadoras. 

Es en la lavandería cuando comienza a contarse la historia con la aparición de una sufragistaa la puerta, que intenta convencer a las trabajadoras para que acudan a hablar a los parlamentarios y explicarles su situación. Violet Miller, compañera de trabajo de Watts, es la elegida para hablar, pero no puede llevar a cabo la tarea, puesto que la vigilancia de la policía sobre las sufragistas acaba en paliza a Miller. Watts, entonces, entra y cumple la misión.

A partir de aquí, acompañamos la transformación de Maud Watts desde una mujer preocupada de sí misma, marido e hijo, a una mujer que va entendiendo la injusticia en la que vive tanto ella como el cincuenta por ciento de la población mundial, así que su militancia y activismo va creciendo a medida que avanza el metraje de la película. 




Sarah Gavron, directora también de "Brick Lane" y el documental "Village at the End of the World", junto con Abi Morgan, guionista de "La dama de hierro", han creado un peliculón. No sólo una película estéticamente increíble, sino un verdadero homenaje a las mujeres que lucharon por su derecho al voto, tanto en Inglaterra, como en el resto del mundo.

"Sufragistas" es una película redonda. La ambientación y la atmósfera son totalmente absorbentes y agobiantes, acordes por completo a los lugares donde se desarrolla la acción, pero sobre todo increíblemente compenetrados con la lucha casi oculta que llevaron a cabo las sufragistas inglesas, ninguneadas por la prensa, ignoradas por los que le rodeaban e insultadas tanto por hombres como por mujeres.




Carey Mulligan borda un papel difícil, la vemos sonreír, llorar, entregarse a la causa con credibilidad y firmeza, tanto como Helena Bonham Carter, que no nos tiene acostumbrada a papeles tan serios, pero que representa a Edith Ellyn con convicción, sin estridencias. El contrapunto masculino, representado aquí por Brendan Gleeson también es correcto, aunque el papel no requiera mucha más interpretación que la cara circunspecta y taciturna del que contempla lo que no puede entender o dominar.

El guión empieza un poco lento, pero se recupera cuando Watts empieza a abrir los ojos a este mundo nuevo que por un lado la libera y por otro la hace esclava de unas consecuencias demasiado graves para lo loable de sus acciones y la implicación y hermandad con las demás sufragistas.



No quiero desvelar mucho del guión, aunque varias de las historias, como la de Emmeline Pankhurst y Emily Davidson son historias reales, mujeres que existieron en realidad y cuyos fragmentos de vida están fielmente representados en esta película. O incluso inspiradas en varios personajes, como Edith Margaret Garrud, maestra de artes marciales que entrenó a las guardaespaldas del WSPU.

Sin embargo, aunque la película tiene un tono excelente a nivel cinematográfico, con un uso del sonido genial en escenas clave, una música que acompaña, que no se siente pero se echa de menos porque si no está, sabes que algo está a punto de pasar, como decía, sin embargo, lo importante de esta película, lo que de verdad está ahí, es la historia de las sufragistas, contada sin colorear, sin endulzar, contada para que se sepa, que nos revuelva la conciencia, que veamos por lo que hemos tenido que pasar y seguimos pasando más de la mitad de la población mundial.



Emily Davidson muere en la película como murió en la vida real, intentando visibilizar un movimiento sufragista femenino que estaba totalmente silenciado por la prensa, minimizado, humillado y utilizado como método de chanza tanto por hombres como por mujeres de la época. Davidson intentó colgar una bandera sufragista del caballo del rey en el Derby, fue arrollada, con consecuencias mortales, pero su muerte se convirtió en un símbolo y su entierro multitudinario sirvió para que la sociedad abriera los ojos ante el movimiento sufragista. Pues bien, existe el vídeo original en Youtube, donde la gente, hoy en día, se pregunta que qué pasó con el caballo, que llama "zorra egoísta" a Davidson por no pensar en el caballo. ¡ESTA PELÍCULA ES NECESARIA!


Quizá tengamos derecho al voto gracias a estas mujeres que dieron incluso sus vidas por ello a lo largo y ancho de todo el mundo. Pero pensemos en la cantidad de veces que encontramos que el machismo aún sigue presente y rodeándonos en nuestra sociedad, incluso entre nosotras mismas. Pesemos por qué llamar “zorra egoísta” a una mujer que intentaba un mundo mejor para las suyas, para todas, puede parecer normal. Y entonces, planteémonos ir a ver esta película, conocer las condiciones de vida, las renuncias que tuvieron que llevar todas a cabo para conseguir el voto, ¡el voto!, para que sus hijas, nietas, compatriotas, pudieran llevar una vida mejor. 

Tienen que ver esta película. Por los que se quejan de Imperator Furiosa y reivindican el macho americano/español, de donde sea. Por los que se quejan de que Rey sea la protagonista de "Star Wars: The Force Awakens". Por todos los machirulos que piensan que nuestro lugar es enseñar cacha, hablar de hombres y no dar mucha guerra mientras ellos sacan sus pipas, se miden sus miembros y beben y hablan de mujeres.

Tienen que ver esta película. Por el respeto con el que se trata la historia. Por el cariño y respeto con el que tanto directora como guionista han puesto en una cinta para que todos aprendamos del pasado, de las grandes luchadoras del mismo. Tienen que verla y hacer verla a quienes les rodean. Porque es necesaria, hoy más que nunca.


Por Natalia Calvo
Fuente: http://www.fantasymundo.com/

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in