agosto 08, 2017

¿Fue el 2016 un buen año para las mujeres? Derechos, resultados y resiliencia: Implementación rápida de la Agenda 2030


La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka habla en la apertura de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de 2017. 
Foto: ONU Mujeres/Ryan Brown.

Prólogo de la Directora Ejecutiva

Este informe presenta las numerosas formas de apoyo que ONU Mujeres presta a la labor en los países y en el mundo, a fin de convertir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en resultados para las mujeres y las niñas de todo el planeta. En ese sentido, trabajamos en estrecha colaboración con los Estados Miembros y con una amplia variedad de socios para realizar los derechos y forjar resiliencia.

En todo el mundo, las mujeres empoderadas están obteniendo avances visibles. Conocemos el poder de los ejemplos positivos; cuán vital es para las niñas ver que los logros de sus contemporáneas están a su alcance a través de la educación, la experiencia y el ejemplo. En 2016, el primer año de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, apoyamos a las mujeres en el reclamo de su derecho a la igualdad de trato ante la ley, a obtener cargos electivos, a aprovechar el poder de la innovación y la tecnología y a convertirse en líderes a través del deporte, entre muchas otras actividades. También colaboramos con la sociedad civil y activistas por los derechos de las mujeres para aportar información a las discusiones cruciales sobre políticas e incidir en ellas.

Hay historias individuales que ilustran los beneficios del fomento de liderazgos, como la de la concejala municipal de Jordania, Abla Al Hajaia, de 28 años, cuyo triunfo electoral contó con el respaldo de la capacitación en liderazgo dictada por ONU Mujeres; o como Edna Valdez de Filipinas, quien a los 58 años es la presidenta electa de una organización que defiende los derechos de las mujeres migrantes junto a socios de ONU Mujeres en México, Moldova y Filipinas. En total, capacitamos a 4000 mujeres líderes candidatas y electas en 51 países. Todas estas mujeres –jóvenes y de más edad– demuestran el rol esencial de su voz colectiva en todo el mundo.


Una vida libre de violencia es el corolario fundamental para estas oportunidades: las niñas y las jóvenes deben gozar de ambas. En el periodo examinado en este informe, 24 países, con una población conjunta de más de 1050 millones de mujeres, reforzaron la legislación para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas. Veinte de ellos adoptaron planes o estrategias nacionales que propician y respaldan el seguimiento de las leyes sancionadas. En los campus universitarios de todos los continentes, estudiantes y personal académico –hombres y mujeres por igual– idean modos creativos de prevenir el acoso sexual y otras formas de violencia.

ONU Mujeres proveyó asistencia vital a las sobrevivientes del terror de Boko Haram, así como a quienes sufrieron la devastación de desastres naturales. La proporción de mujeres militares expertas desplegadas en las misiones de paz de la ONU se duplicó. Nos basamos en investigaciones exhaustivas sobre mujeres, paz y seguridad para respaldar la incorporación de las cuestiones de género en la política contra el terrorismo y sumar a las mujeres a las iniciativas de alerta temprana. De manera similar, mediante la inclusión de mujeres que viven con VIH, se ha fortalecido la planificación nacional para comenzar a aplicar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las autoridades públicas de los organismos nacionales de coordinación en la lucha contra el SIDA de 26 países mejoraron sus capacidades para incorporar las cuestiones de género.

Una promesa fundamental de la Agenda 2030 es no dejar a nadie atrás. Nadie debería quedar confinado a la pobreza o la indigencia después de una crisis. Sin embargo, las mujeres y las niñas son algunas de las personas más vulnerables a quedarse atrás y son cada vez más elocuentes a la hora de demostrar su resiliencia, versatilidad y capacidades. En un año de solidaridad visible, de mayor participación cívica, de activismo feminista contundente y de compromiso juvenil vital, mujeres y hombres se han manifestado contra aquellas cuestiones que afectan la igualdad y los derechos, desde el femicidio y la violencia de género hasta el acceso a la salud sexual y reproductiva.

Los Estados Miembros de la ONU en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de 2017 establecieron un robusto conjunto de objetivos sobre el empoderamiento económico de las mujeres, conscientes de que, sin una acción rápida y decidida, los cambios que están ocurriendo en el mundo laboral amenazan con dejar a las mujeres incluso más rezagadas. Se comprometieron a aplicar políticas de igualdad salarial, promover el trabajo decente para las mujeres y empoderar a las mujeres migrantes, indígenas, rurales y las mujeres con discapacidad. La sociedad civil, una aliada enérgica, elocuente y esencial en nuestra labor, aportó sus múltiples fortalezas a este foro y a las metas compartidas a lo largo del año.

El Panel de Alto Nivel sobre el Empoderamiento Económico de las Mujeres, al que convocó el Secretario General de la ONU con el respaldo de ONU Mujeres, hizo un llamado en su informe final a transformar las economías en favor de las mujeres y propuso siete dispositivos para acelerar el cambio. El sector privado se ha unido a ONU Mujeres para desafiar las normas discriminatorias y los estereotipos de género, apoyar la inclusión digital y financiera y ejercer su poder para obrar cambios directos para el personal y las cadenas de valor.

Junto a nuestros socios en cada rincón del mundo, ONU Mujeres continuará cumpliendo para las mujeres y las niñas tanto la premisa como la promesa de la Agenda 2030 y sus objetivos globales, buscando la igualdad para todas las personas.

Dra. Phumzile Mlambo-Ngcuka
Directora Ejecutiva de ONU Mujeres

Fuente: Onumujeres

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