abril 23, 2018

Año electoral

Falta algo más de un año para volver a las urnas y elegir a la gente que nos representará en Ayuntamientos y muchas Comunidades Autónomas. Bueno y también al Parlamento Europeo.

Han comenzado las encuestas de los principales partidos políticos aventurándose sobre todo con los resultados autonómicos. Y la maquinaria electoral de los partidos ya ha comenzado a engrasarse. Y también han comenzado ya los codazos por ver quiénes van en las listas electorales y en qué posición en función de muchos, demasiados factores. Es la liturgia electoral previa. Toda una serie de ritos que pueden acabar poniendo nerviosa a demasiada gente.

Y en esa liturgia previa en la que nos encontramos, de nuevo una mujer ha sido descabezada por el patriarcado político. Y esa mujer es Carolina Bescansa de Podemos.

Hablar de sustituir a Pablo Iglesias en un futuro junto a Errejón que le ofreció ir de número dos en su candidatura de la Comunidad Autónoma, ha sido su gran error y por lo que ya se espera en la dirección de Podemos su dimisión. Pablo Iglesias no admite competencia ni de palabra ni de pensamiento. Pablo Iglesias copia modos y formas aprendidas para mantener férreamente sus propias posiciones dentro de su partido. No admite ninguna duda sobre su liderazgo y eso se veía venir.

Pero este modelo de liderazgo patriarcal no es único de Podemos. No. Y cuando me refiero a modelo patriarcal, no me estoy refiriendo solo a las formas o a que solo aparezcan hombres en las fotos y esas cosas. No. El modelo de Cifuentes, por ejemplo, también lo es. Cuando hablo de modelo patriarcal me estoy refiriendo a la jerarquización en la toma de decisiones. Me estoy refiriendo a la no toma en consideración del valor y el talento de las mujeres como lideresas y con proyección propia y no siempre ligadas al macho alfa de turno. También me estoy refiriendo a la puesta en práctica en el fondo y no solo en las formas de la EQUIVALENCIA entre mujeres y hombres, la EQUIPOTENCIA o reconocimiento del mismo potencial y poder a mujeres y hombres y a la EQUIFONIA o reconocimiento de las voces de las mujeres con el mismo peso e importancia que las de los hombres. 

Y eso, a un año de varios procesos electorales sigue sin darse. Se nos tiene que incluir porque la ley lo impone, de lo contrario estaríamos mayoritariamente en la segunda parte de las listas. Salvo excepciones, claro.

Yo me propongo ir observando los movimientos de los diferentes partidos con opciones de gobierno e ir viendo que tipos de perfiles se van construyendo en las listas. Y por supuesto qué estrategias van a ir marcándose. Me importa y mucho ver perfiles de la gente que vaya en las candidaturas y, por supuesto mirar sus programas electorales. No me sirven los perfiles de visita a los mercadillos y besos a las criaturas. No. Quiero ver potencia en sus mensajes. Quiero observar cómo temas referentes a la equidad no solo aparezcan en sus programas, quiero ver cómo se llevan a la práctica incluso durante este año pre-electoral. 

Quiero escuchar las voces de las mujeres potentes que están ya en la política y las de las que se van a sumar. Y quiero escuchar en las voces de ellas y ellos palabras referidas a una sociedad más justa en su conjunto y no solo para la mitad de la población. Quiero posicionamientos claros sobre temas como los vientres de alquiler, sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus maternidades, aunque sean mujeres menores de edad a las que un embarazo no deseado les puede arrebatar sueños e ilusiones. Quiero leer y escuchar propuestas claras para la eliminación de la brecha salarial todavía existente. También quiero saber las posturas que se tienen sobre la investigación en la salud de las mujeres más allá de las etapas de embarazo y lactancia y que siguen siendo todavía inexistentes. Quiero ver propuestas claras sobre cómo corregir el actual desajuste de la conciliación entre la vida personal, laboral y familiar que impide a las mujeres tener carreras laborales igualitarias con respecto a los hombres. Quiero ver posicionamientos con respecto a la incorporación de un sistema realmente coeducativo en las aulas que ayude a potenciar los talentos de niñas y niños por igual. Quiero ver opiniones claras con respecto de la educación afectivo-sexual de calidad en las aulas desde edades tempranas. 

Quiero comprobar propuestas para fomentar que en los diferentes medios de comunicación exista independencia real y una paridad efectiva en sus órganos de dirección y que los temas relacionados con los asesinatos de mujeres a manos de malnacidos se traten con rigor, pero también con respeto hacia las mujeres asesinadas y sus familias y amistades.

Si, ya sé que quiero muchas cosas y que esta parece una carta a la Reinas Magas, soy consciente de ello. Pero también soy consciente de que mientras la democracia no sea paritaria en las formas y en el fondo, nunca será una verdadera democracia. Y actualmente sigue sin serlo.

En política las mujeres con voz y agenda propia asustan a los machos alfa de los partidos y por eso intentan apartarlas de la agenda pública. Son muchos los ejemplos en todo el espectro político. Somos las más recambiables, las menos escuchadas, las más observadas y cuestionadas y prácticamente las sin voz en las grandes decisiones. Siempre hay excepciones, por descontado.

Afortunadamente detrás de las que ya tenemos unos años y alguna experiencia viene una generación de mujeres jóvenes marcando el paso. Y se vio el pasado 8 de Marzo por las calles de los pueblos y ciudades de todo el Estado Español. Vienen empujando con fuerza y saben lo que quieren. Seguramente a ellas costará mucho más callarlas. 

Espero y deseo que sean, con nuestra ayuda también, el paradigma del cambio hacia una democracia más paritaria, más representativa y más justa en todos los sentidos. 

De momento a algunas nos queda fuerza, voz y potencia para seguir reclamando esa democracia paritaria no solo en las formas, sino en el fondo y real. 

Y a un año de las elecciones seguiremos observando los movimientos de los partidos políticos para regenerar en forma y fondo esta tan dañada democracia en la que vivimos que sigue despreciando el talento y la sabiduría de tantas mujeres que la podrían enriquecer de muchas maneras.

Yo voy a estar expectante...Te sumas?


Por Teresa Mollá Castells
tmolla@telefonica.net
La Ciudad de las Diosas

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Sí a la Diversidad Familiar!
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