60 años de una reina feminista que cambió el mundo: Madonna, la leyenda del pop.

La reina del pop, la primera feminista moderna de la cultura popular, amanece en su 60 aniversario hecha toda una leyenda.

"No envejezcas, porque envejecer es un pecado, serás criticada, atacada y definitivamente no sonaras en la radio”, ese fue uno de los duros consejos con los que Madonna agradeció a los Billboard Women in Music que decidieron reconocer su amplia trayectoria otorgándole el premio a la Mujer del Año 2016 en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Hoy Madonna cumple 60 años, pero nada cambia. Aunque las generaciones pasan, las tendencias se fusionan y la industria musical sugiere nuevos reinados cada año, Madonna resiste ante cualquier cambio. La cantante ha sabido adaptarse a cada generación,reinventándose de manera constante para que sus letras no mueran con el tiempo.

Pero la historia de la Reina del Pop va más allá de eso, Madonna es un icono de masas, ni Lady Gaga, Katy Perry, Rihanna, Taylor Swift o Miley Cyrus, han podido quitarle eso. Ella es mucho más que una cantante y compositora, es un símbolo de empoderamiento, no solo en clave feminista sino de antirracismo o de la causa LGBTTTI, su trayectoria revela ciertos perfiles adelantados a su tiempo.

Madonna Louise Verónica Ciccone nació el 16 de agosto de 1958 en Bay City, Michigan, Estados Unidos. La cantante entró en la cultura pop al mismo tiempo que MTV, y así comenzó a representar el culto a la juventud como pocas artistas lo han hecho, y mientras otras se han reinventado o han protagonizado retornos nostálgicos, la “Chica Material” nunca ha pasado más de cuatro años sin un álbum desde el exitoso debut que lleva su nombre en 1983.

Adelantada para su época

De acuerdo con el escritor Federico del Val, fue en 1990 cuando el New York Times publicó el controvertido ensayo “Finalmente, una verdadera feminista”, de la filósofa y escritora, Camille Paglia, en el que definía a Madonna como uno de los primeros iconos feministasdentro de la cultura de masas.

A partir de la polémica generada por el estreno del videoclip de “Justify My Love”, en el que se narran diferentes encuentros sexuales en clave avant garde meets softporn, Paglia sostenía que la reina del pop era la primera artista mainstream que sentía un compromiso genuino con las causas liberales.

Según Paglia, ella utilizaba el sexo como una herramienta de empoderamiento y liberación, como una “feminista del futuro”. Así suponía una alternativa al feminismo radical que en ese momento tenía posiciones encontradas con respecto a la forma en la que se relacionaba a la mujer con el porno. Era posiblemente la primera vez que una estrella pop de consumo masivo suscitaba un debate que incluía feminismo, sexo, poder y pornografía.

Pero la relación entre Madonna y esta escritora y filósofa feminista tiene sus altas y bajas, Plagia es conocida por algunos como “anti feminista” o “la feminista a la que todas las feministas odian”, por sus posturas controversiales especialmente por sus críticas contra la cultura actual. Pero fue en 2016 cuando la misma Madonna recordó aquel artículo del New York Times, y expresó todo lo que en aquel entonces no pudo.

“Puedes vestirte como una prostituta, pero no ser dueña de tu propia sexualidad o hablar abiertamente de tus propias fantasías sexuales. Tienes que ser lo que los hombres quieren que seas y, sobre todo, hacer lo que las mujeres creen que es lo correcto cuando estás con otros hombres”, continuó y, así, extendió su crítica a la misoginia femenina. “Camille Paglia, la famosa escritora feminista, dijo que si eres feminista no tienes sexualidad, tienes que negarla. Olvídalo. Soy un tipo diferente de feminista. Una mala feminista”, aseveró.

Posteriormente Paglia contestó, pues jamás entendió por qué sus comentarios se habían malentendido, inclusive muchas veces intentó reunirse con Madonna para discutirlo y ella se negó. “En mi ultra-controvertida edición de 1990 en el New York Times, ‘Finalmente, una verdadera feminista’, elogie su trabajo de vanguardia y celebré su abrazo de sexo, belleza y glamour de Hollywood, que había sido atacado durante el último cuarto de siglo del doloroso feminismo de la segunda ola. Fui muy atacada por mi final, que fue descartado como absurdo, pero que de hecho se hizo realidad: Madonna es el futuro del feminismo”, aseguró la escritora.

A partir de la polémica generada por el estreno del videoclip de “Justify My Love”, en el que se narran diferentes encuentros sexuales en clave avant garde meets softporn, Paglia sostenía que la reina del pop era la primera artista mainstream que sentía un compromiso genuino con las causas liberales.

Poder al vestir

Madonna posee un gran discurso, tiene creencias poderosas, pero tambiénsabe decir mucho sin expresar una sola palabra, todo a través de sus vestuarios. Cuando inició su carrera, el video “Like a Virgin” de 1984 se convirtió en todo una revolución, una novia rebelde con un vestido lleno de encaje y con un cinturón con la leyenda “Boy Toy” enloqueció al mundo. Algo similar pasó cuando poco después emuló a una inocentísima Marilyn Monroe en “Material Girl”, con vestido ajustado en tonos fucsia y guantes blancos a juego.

Una década después, en plena gira “The Blonde Ambition Tour”, se produjo uno de los éxitos fashion más importantes de su carrera: el vestido-corsé de Jean Paul Gaultier, imitado un millón de veces después, y que hace tan solo unos años fue subastado por algo más de 50 mil dólares. Luego ya vendrían una serie de looks icónicos que la reafirmaron como icono atemporal de la moda: aquel vestido de cuentas y brillantes de Bob Mackie con la que llegó a los Oscar de 1991 de la mano de Michael Jackson, el “body” fucsia con el que a comienzos del milenio bailó en su videoclip “Hung up”, el “body” de aires “punk” del Givenchy de Riccardo Tisci con el que asistió a la gala del MET de 2014 o aquel otro inspirado en el traje de luces con el que se plantó en la alfombra roja de los Grammy. Todos, por supuesto, con un denominador común: generar polémica y expectación en torno a su persona.

Madonna también tiene un gran influencia en las pasarelas, antes y ahora.Dolce & Gabbana o Jean Paul Gaultier son solo dos nombres que no se han escapado a esa “fiebre madonnesca” que ha inundado las colecciones de cada año. Y claro, resulta inevitable pensar qué creadores no han hecho referencia al estilo de la ambición rubia, porque en casi 40 años sobre los escenarios ha pasado por tantos cambios de estilo que lo complicado es adivinar qué no ha llevado ella en todo este tiempo.

Por Itzel Roldán

Fuente: La Vanguardia.mx