De cara a la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, la CEPAL ha querido contribuir al debate regional presentando el documento Mujeres en la economía digital: superar el umbral de la desigualdad, esfuerzo de sistematización que da cuenta de diversos aspectos que condicionan en la actualidad la inserción de las mujeres de la región en el mercado laboral, así como el acceso y el uso que ellas hacen de diferentes elementos que componen la economía digital. Sus páginas registran experiencias, iniciativas y políticas que apuntan a mejorar la calidad de vida de las mujeres a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
Nos encontramos hoy en un momento crucial, en que los gobiernos, las empresas y la ciudadanía de la región deben reflexionar y actuar con miras a propiciar nuevos enfoques sobre el desarrollo. Es indispensable forjar una nueva ecuación entre el Estado, el mercado y la sociedad que aliente un modelo de desarrollo con igualdad, sustentado en el empleo, el crecimiento de la productividad, el bienestar social y la sostenibilidad medioambiental. Ese recorrido tiene por estaciones ineludibles elementos centrales como la educación, la ciencia y la tecnología, la innovación y el emprendimiento, los sistemas de cuidado de las ersonas, el papel de los territorios y la diversidad cultural.
Entre ellos, las TIC constituyen un soporte imprescindible y transversal del conjunto de la actividad económica, política, cultural y social, además de conformar un sector productivo en sí mismo. En esa medida, estas tecnologías pueden ser aliadas para alcanzar la igualdad y ayudar a reducir las inequidades de género, que implican tanto una brecha social como la propia brecha digital de género. Por lo tanto, el acceso de las mujeres al uso de las TIC resulta indispensable —si bien no suficiente— para acceder a oportunidades en un contexto de desarrollo tecnológico sumamente dinámico.
Con esta reflexión en mente, en el primer capítulo del documento se plantea el debate sobre el cambio estructural y el lugar de las mujeres en la sociedad de la información y la capacidad de ampliación de su autonomía en el marco de la instalación del nuevo paradigma tecnológico. En el segundo capítulo se realiza un mapeo de la situación de las mujeres en el mercado laboral y a partir de datos de las encuestas disponibles se revisan indicadores de acceso y uso de Internet para medir las brechas que se establecen entre hombres y mujeres en distintos ámbitos sociales y geográficos.
El acceso de las mujeres a las TIC se ve limitado por factores que van más allá de las cuestiones de infraestructura tecnológica y del lenguaje. En América Latina y el Caribe el hecho de que las mujeres utilizan menos las TIC que los hombres es sin duda resultado directo de la desigualdad y los estereotipos en ámbitos como la educación y la formación profesional, el empleo y el acceso a los ingresos.
En el tercer capítulo se abordan los resultados de tres estudios exploratorios en diferentes ámbitos de la economía digital: la industria electro-electrónica, los servicios de centros de llamadas y los emprendimientos de mujeres que utilizan las TIC. En el cuarto capítulo se debate la inserción de las mujeres en el mundo de la ciencia y el conocimiento a través de las trayectorias laborales de mujeres de la región dedicadas a la investigación científica.
La economía, el bienestar y las tecnologías son dimensiones claves e interconectadas que deben tenerse en cuenta para el diseño de políticas públicas de igualdad de género que respondan de una manera ambiciosa e
innovadora a los desafíos que presenta la sociedad actual. Así, el argumento central para reflexionar sobre las TIC y la igualdad de género debe vincularse a la incorporación de las mujeres en los procesos de cambio y desarrollo sostenible de los países, entendiendo que este objetivo solo puede lograrse con una participación igualitaria de hombres y mujeres.
Asumir esta perspectiva convierte la brecha digital de género en una oportunidad concreta para enfrentar las
desigualdades de género en los países de la región, dado que las tecnologías digitales son herramientas que podrían mejorar las condiciones de vida y el acceso al empleo, a los ingresos y a los servicios de educación y salud. Es por ello que en el quinto capítulo se presentan una serie de experiencias de políticas públicas y de iniciativas de organizaciones nacionales e internacionales que dan cuenta de los avances y esfuerzos hacia el aprovechamiento de las TIC para el bienestar de las mujeres.
Por último, en el sexto capítulo se releva la perspectiva de género en las actuales estrategias digitales que llevan adelante los países de la región, de donde surge la necesidad de que los gobiernos desplieguen un mayor esfuerzo para que las mujeres aprovechen mejor los recursos de las TIC.
Las TIC pueden dar un gran impulso al empoderamiento económico, político y social de las mujeres y pueden contribuir a consolidar la igualdad de género en la región. Sin embargo, ese potencial solo se alcanzará si las mujeres superan las barreras al acceso y uso de las TIC y se incorporan plenamente a la sociedad de la información y el conocimiento.
Esta reflexión vincula dos áreas temáticas y de política pública que no han tenido una fuerte relación, lo que presenta importantes desafíos e implica una agenda futura de investigación y de acción pública con grandes
potencialidades, tanto desde la perspectiva de la autonomía de las mujeres como de la contribución al desarrollo de los países.
En este documento la CEPAL propone que los gobiernos de los países planifiquen, implementen y supervisen las políticas de desarrollo y de desarrollo productivo en particular considerando que la mitad de la población son mujeres. Las políticas no pueden ser neutrales. Deben considerar las desigualdades de género que se observan en el Estado, el mercado y la familia y apuntar a superarlas. La perspectiva de género debe cruzar transversalmente las estrategias digitales para resolver las brechas digitales (de acceso, pero sobre todo de uso) y los problemas específicos, desventajas o discriminación que enfrentan las mujeres, niñas y adolescentes.
Tomado del Prólogo de Alicia Bárcena
Secretaria Ejecutiva Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)