Virginia Vargas es una de las feministas más representativas, no solo del Perú, sino de América Latina. Ella es parte del Grupo Impulsor del XIII Encuentro Feminista de América Latina y del Caribe (XIII EFLAC), con quien conversamos sobre cómo va la marcha de la organización de este evento tan importante en la reflexión de las feministas de la región.
¿Cómo va el proceso de organización de la XIII EFLAC?
Va bien, las comisiones están trabajando; ya tenemos el apoyo de la Municipalidad Metropolitana de Lima, que está liderado por una feminista de izquierda. Ella ha proporcionado el parque de la Exposición, en el centro de Lima, va a proporcionar los equipos de sonido y una serie de otros servicios, especialmente en lo que se refiere a espacios para el desarrollo del EFLAC y sus actividades.
Igualmente, hemos tenido reuniones con varias de las financieras en Lima y están dispuestas a darnos su ayuda. Hemos logrado el apoyo para realizar los encuentros de las macro regionales, que es fundamental en el marco de la decisión política de hacer un EFLAC descentralizado.
Por otro lado, ya el Manifiesto Político ha comenzado a circular y estamos organizando lanzamientos con diferentes públicos; hay un interesante trabajo con las jóvenes universitarias. También se están coordinando estos espacios con organizaciones populares e indígenas, como la Federación Nacional de Mujeres Campesinas Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FEMUCARINAP), la Organización Nacional de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), entre otras. Esperamos un rico debate, con participación de feministas tanto del Perú como de América Latina y el Caribe.
¿Qué expectativas tienes de este segundo encuentro de Lima, qué va a marcar la diferencia con relación al primero, realizado en 1983, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el desarrollo de los movimientos feministas?
Creo que el posicionamiento en el Manifiesto Político muestra los énfasis que estamos haciendo, en un movimiento cada vez más plural. Indudablemente, luego de más de treinta años, estamos en otro momento. Y es un gran desafío debido a los profundos cambios en relación al reconocimiento de la diversidad. Podemos sintetizar el contexto en las siguientes ideas: crisis de paradigmas; nuevas formas de avance del capitalismo transnacional: extractivismo y el consiguiente avance de acumulación por desposesión de territorios y cuerpos; diversidad histórica en América Latina, negada bajo el velo de la igualdad, lo que ha instalado una diversidad, teñida de desigualdad por el racismo, heterosexismo-homofobia, explotación socioeconómica, imposición cultural… etc.; creciente avance de los fundamentalismos (Cairo +20, por ejemplo); multiplicidad de nuevas voces y nuevas actoras exigiendo reconocimiento y redistribución del poder dentro de las diferentes expresiones de los movimientos feministas. Son algunos de los rasgos del contexto actual.
Para los feminismos, una lección fundamental es el reconocimiento que aunque el género-patriarcado marca profundamente la vida de las mujeres, no podemos analizarlo aislado sino en estrecha articulación con una matriz de dominación más amplia, como ya he señalado, evidenciando dimensiones de la realidad que han sido negadas o folclorizadas y que ahora surgen con fuerza desde las voces de actoras que antes estaban ausentes, o no tenían espacio para expresarse: indígenas, afrolatinas, transexuales, discapacitadas… El horizonte feminista, que quiere alimentar el encuentro, se sustenta en esta enorme diversidad.
Qué aspecto está resultando lo más difícil de la organización.
La falta de recursos siempre es un problema, porque nos impide hacer mucho de lo que teníamos planeado, al mismo tiempo, esto también ha despertado solidaridades de las diferentes organizaciones e instituciones feministas que han incorporado en sus tareas la difusión y el apoyo voluntario a la preparación del EFLAC.
Los recursos con los que se cuentan son muy pocos. Nuestro presupuesto es de alrededor de 180 000. Tanto en México como en Colombia se lograron apoyos importantes. Creemos que no será posible repetir esa hazaña. Y esto es una oportunidad para pensarnos también desde otras estrategias. Por ello, estamos desarrollando una dimensión importante de autogestión, de alojamiento solidario, etc.
Cómo motivar una presencia activa de las feministas peruanas y latino caribeñas desde ya en todo el proceso de debate de los contenidos.
Para el Perú, las macro regiones son clave. También la discusión, ya planificada, en las universidades, con los grupos de jóvenes feministas. En América latina, nuestra propuesta es que puedan reflexionar sobre el manifiesto, enviar sugerencias, armar propuestas de talleres, etc.
La propuesta de acción y reflexión para el EFLAC es el “cuerpo” como eje y horizonte de significado, desde tres “núcleos” de sentido sobre los que debemos profundizar: la interculturalidad, la sostenibilidad de la vida, y el territorio - cuerpo - territorio.
Estamos consultando a los feminismos de la región sobre los contenidos-metodologías También en cuanto a la organización, que debe estar marcada por una participación totalmente activa de cada una de las feministas.
Qué les podrías decir a las latino caribeñas respecto a los movimientos feministas peruanos, por dónde irán sus aportes.
El Perú está viviendo un momento de vitalidad de los feminismos, con muchas feministas jóvenes, estudiantes, feministas indígenas, afroperuanas, transexuales, de habilidades especiales, que nos evidencia que la presencia en los EFLAC comienza a ser mucho más plural, y eso es, indudablemente, una ganancia. Queremos que este “reencuentro” alimente los procesos de ennegrecer, indigenizar, transexualizar… los feminismos en Latinoamérica y Caribe.
Fuente: 13EFLAC