El Consorcio de Redes y Organizaciones de la Sociedad Civil, formado en 2013 para monitorear el cumplimiento en Brasil de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), en temas de salud femenina y trata de mujeres, aguarda en agosto la evaluación y las recomendaciones del Comité de la CEDAW sobre el Informe Alternativo y el Informe del gobierno brasileño.
Los documentos fueron entregados al Comité y analizados en junio pasado, en la 58 Sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza.
La publicación del pronunciamiento del Consejo va coincidir con las celebraciones en el mundo por los 35 años de la aprobación de la CEDAW en 1979 por parte de la ONU.
Para discutir los avances y obstáculos que aún persisten en el cumplimiento de la CEDAW, el próximo 22 de agosto se celebrará un seminario en Río de Janeiro, organizado por la Comisión de Bioética y Bioderecho de la Orden de Abogados de Brasil (OAB/RJ).
La politóloga Telia Negrão, coordinadora del Colectivo Femenino Plural, fue invitada a presentar el informe elaborado por el Consorcio Nacional del Proyecto de Monitoreo de la Convención durante el seminario, donde estará presente la abogada y profesora Silvia Pimentel, única integrante brasileña del Comité de la CEDAW.
El 29 y 30 de julio pasado Negrão también participó en la reunión de la Comisión Intersectorial de la Salud de la Mujer (Cismu), el Consejo Nacional de Salud, en Brasilia, donde disertó sobre el Proyecto de Monitoreo de la CEDAW.
Negrão hizo una reseña histórica de la Convención y comentó los puntos principales del Informe Alternativo, preparado por 13 redes y organizaciones civiles que conforman el Consorcio del Proyecto.
“Fue un momento importante para despertar a la Comisión ante la dificultad de acceso al derecho a la salud en el país; puede convertirse en una agenda internacional, no es un problema aislado”, señaló Telia Negrão. “Además –reconoció– el informe no partió de cero, sino de muchos logros y avances en el transcurso de la última década”.
Según la activista, la lucha ahora es asegurar que no haya ningún retroceso en relación con los derechos. “Por otro lado, la Rede Cegonha (Cigüeña) centralizó toda la política para la salud de las mujeres en detrimento de la atención integral y, por otro lado, tenemos una ofensiva contra la ley de violencia sexual y el aborto legal”, expresó.
Para avanzar en el enfrentamiento de las principales causas de muerte materna y de las violaciones de derechos, Telia Negrão apuntó la necesidad de incluir los derechos sexuales y reproductivos en la agenda pública, además del aborto.
La criminalización, según el informe presentado ante la ONU, es una causa que ha agravado la salud de las brasileñas.
Otro hecho destacado por ella es la feminización de la epidemia del VIH. “Los miembros del Comisión del Consejo Nacional de Salud trajeron importantes relatos sobre el crecimiento de la epidemia entre las mujeres, particularmente entre los sectores vulnerables, en una etapa en que la propagación del virus se ha estabilizado en Brasil. Esto significa que algunas políticas públicas son frágiles”, añadió Negrão.
“CEDAW parecía algo muy lejos de nosotros”, admitió Maria Espírito Santo Tavares dos Santos, coordinadora de Cismu y representante de la Red Nacional Feminista de Salud, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.
“La presentación de Negrão nos ha aproximado a esta gran organización. Las personas pudieron sentir que hay mujeres luchando por nosotros y que CEDAW está, cada vez más, dentro del movimiento de mujeres en Brasil. Lo está en el informe es lo que estamos reflejando”, dijo.
En su presentación, Telia Negrão explicó por qué la CEDAW se considera el documento más importante en la lucha por la igualdad de género. La CEDAW identifica a los agentes de violaciones: Estados, individuos, empresas u organizaciones. En la actualidad, 186 Estados han firmado la Convención.
El Comité de la CEDAW está constituido por 23 expertas propuestas por sus gobiernos y elegidos por los Estados parte. Brasil firmó la Convención en 1984. Desde 2002, cada cuatro años, presenta informes sobre las medidas para eliminar la discriminación contra la mujer.
Pero debido a la constatación del Comité, de que el gobierno brasileño no estaba atendiendo eficientemente a las mujeres en el área de salud y ante la falta de información y de políticas públicas para combatir la trata de mujeres, el país sudamericano fue llamado a ofrecer información sobre estos dos temas en 2014.
Fuente: Cimac
*Este artículo fue retomado de la agencia internacional de noticias ADITAL.