Este martes 2 de octubre se dio inicio a la cumbre del Woman20, el grupo de afinidad del G20 liderado por la empresaria y ex diputada del PRO Susana Balbo. Dicha actividad se extenderá hasta el miércoles 3 de octubre y se propone elaborar recomendaciones de políticas de género para la cumbre de presidentes del G20 el 30 de noviembre y 1 de diciembre.
El W20 ha establecido cuatro ejes de trabajo: inclusión laboral, inclusión financiera, inclusión digital y desarrollo rural. Es evidente que su meta de “tener un impacto sobre la sociedad civil y la opinión pública que permita el pleno entendimiento del proceso, y que alerte a los líderes sobre la necesidad de atender las problemáticas de género abordadas por el W20”, no es casual en un contexto de crisis civilizatoria global, donde la acumulación de fuerza radical y capaz de enfrentar al modelo capitalista en su versión 4.0 se está dando por parte del movimiento feminista que ha adquirido una fuerza y visibilidad particulares en los últimos años en Argentina.
Mientras estas empresarias, líderes de la supuesta sociedad civil y representantes de las élites como la reina Máxima de los Países Bajos, la primera dama de la Argentina, Juliana Awada, la presidenta de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino, Evelina Cabrera, o la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, se reúnen para “alentar a los líderes a invertir en el desarrollo y empoderamiento económico de las mujeres”, desde el Foro Feminista contra el G20 se realizarán hoy y mañana diversas actividades en la plaza Congreso para repudiar las políticas del G20 y, en particular, las líneas de trabajo del W20 y decir: ¡No en nuestro nombre!
A través de una manifiesta, las organizaciones sociales y políticas que integran el Foro Feminista contra el G20 se conjuraron contra las políticas neoliberales que propone el W20 y caracterizaron la cumbre como una farsa.
“No son nuestros pueblos, ni somos nosotras las que requerimos sus préstamos y sus créditos. Son los gobiernos lacayos. No estamos dispuestas a vivir endeudadas y cansadas, toda la vida de prestado, presas de alquileres usurarios, rentando tierras ajenas, habitando casas precarias, corriendo atrás del sueño inalcanzable de convertirnos, alguna vez en la vida, “con perseverancia y esfuerzo individual”, en emprendedoras trascendentes, subiendo escalafones, enajenándonos, pisoteándonos, perdiendo nuestras raíces y a nuestras hermanas en el camino.”, sostienen en el mencionado documento.
El lugar y la fuerza que ha ganado el feminismo en el debate público ya es innegable, y la inclusión de temáticas de género en la agenda –aún en las agendas neoliberales- resulta inevitable. Por esto mismo, no sorprende la aparición de conceptos como “empoderamiento”, “inclusión” o “participación plural” en los comunicados del W20. Hemos asistido a la revolución de la alegríaque, con su discurso colorido y postmoderno, nos ajusta, endeuda y precariza.
De igual manera, intentan cooptarnos las empresarias y “feministas” liberales que asisten al W20, apropiándose de nuestros análisis y nuestros conceptos para vaciarlos de sentido y acomodarlos en sus recomendaciones hacia la cumbre de presidentes a fines de noviembre. Sin embargo, una cumbre que es financiada por empresas como Google, Johnson y Johnson, Uber y, como “sponsor platinum”, Coca Cola, lejos está de ofrecer respuestas a las necesidades de campesinas, indígenas, lesbianas, trans, travestis, no binaries y mujeres de los barrios que se encuentran del otro lado del cerco mediático.
La respuesta del Foro Feminista contra el G20, en este punto, es clara:
“Nosotras, con la memoria larga de nuestros pueblos indígenas, pueblos originarios, ancestras negras y afrodescendientes, con la radicalidad trava furiosa y hermanada, sabemos que nadie se salva sola, que su idea de progreso no nos encuentra, y su inclusión a este sistema mediante migajas, tampoco. Sabemos que nuestro poder es alzarnos a viva voz y de cuerpo deseante, haciendo camino al andar colectivo, acumulando fuerza como movimiento feminista contra el heteropatriarcado, contra el racismo, contra la recolonización de nuestros territorios, nuestros cuerpos y nuestros saberes.”
La preocupación del W20 por “aumentar el número de representantes por país para garantizar la pluralidad de voces” no es más que un intento de instalar la idea de representación en el sentido común que les garantice una opinión pública favorable, y permita ir tanteando los límites de gobernabilidad para la implementación de más deuda público-privada, más ajuste laboral y previsional, más precarización.
Estas políticas de racionalización de la fuerza de trabajo, disciplinamiento de nuestros cuerpos, control de nuestras vidas e invasión y saqueo de nuestros territorios con el objetivo de garantizar las ganancias de las empresas transnacionales y las élites económicas mundiales, no se sostienen e implementan sino con coerción y coacción.
En el marco de todo el proceso del G20, el gobierno argentino gastará por lo menos 3000 millones de pesos, de los cuales más de un tercio estarán destinados a la compra de armamento y aumento y entrenamiento especial de las fuerzas represivas del Estado, “inversión” que quedará en el país aún después de la cumbre del G20.
En este punto, en la manifiesta se lee:
“No toleramos la militarización de nuestros territorios, los ensayos, adoctrinamientos y entrenamientos conjuntos de las fuerzas militares latinoamericanas bajo la dirección norteamericana y de las potencias hegemónicas del G20, la instalación de bases militares yanquis en nuestros territorios, la cooperación en inteligencia, intercambio y acumulación de datos cibernéticos para el control de nuestras sociedades y garantizar con la violencia estructural sus ganancias. No aceptamos la criminalización de la pobreza, de la protesta, y el asesinato de defensorxs territoriales y luchadorxs con que pretenden amedrentarnos, para domesticar nuestras rebeldías.”
En este sentido, las actividades del Foro Feminista contra el G20 seguirán el martes 2 de octubre desde las 12hs en la Plaza de los dos Congreso con una feria de la economía feminista popular y tres conversatorios desde las 13 hs con los ejes “Cuerpos y Territorios: Las luchas por una vida digna” “Discutiendo los ejes del W20 en la profundización neoliberal” y “Violencia económica, deuda y ajuste”.
Por Lisa Buhl
Fuente: Marcha