Un proyecto que surge como apuesta de resistencia y construcción colectiva entre compañeras diversas de los feminismos populares, que saltean las fronteras para mapear la pandemia en clave feminista, en diálogo con cuerpos y territorios situados.
Destapar la crisis: un mapeo feminista de la pandemia. Ilustración: Florencia Vespignani
Previo a la irrupción de la pandemia, desde el colectivo Destapar la Crisis se trabajó en un proyecto de mapeo feminista de los territorios, donde se reconstruyó, junto con las protagonistas de diversas experiencias situadas, los procesos de organización y resistencia frente al despojo.
Esto implicaba visibilizar las estrategias de cuidado comunitario que elaboran desde cada uno de esos territorios, la producción de redes y tramas que sostiene la vida en comunidad, el valor político y comunitario de esas redes y procesos de organización popular, y el papel de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries en esos procesos.
Cuando llegó la pandemia, se advirtió que la discusión sobre la centralidad de la vida y los cuidados, tan importante para las agendas feministas y sus procesos de lucha, aparecía en ámbitos en donde antes estaba ausente. La palabra “cuidados” aparecía una y otra vez en el debate político. Cuando la consigna fue “quedate en casa”, existió la necesidad de seguir el contacto y saltar las barreras de lo individual. Se pensó en colectivo esta nueva–vieja realidad, los conflictos que pone de relieve, las consecuencias en distintos territorios y en cuerpos diversos.
En este tiempo extraño en el que todo cambió de ritmo, el sistema develó su fragilidad. Las desigualdades quedaron más expuestas que nunca y la vieja “normalidad” se mostró tal cual es: escandalosa. Hay vidas estalladas, hogares que implosionan, comunidades desabastecidas. ¿Cuáles son esas vidas?, ¿valen todas lo mismo?, ¿y esos hogares?, ¿dónde empiezan y dónde terminan?, ¿cómo definimos qué es lo que vale?
Partiendo de los feminismos críticos, Destapar la Crisis apuesta por abordar cómo la emergencia socio-sanitaria permea en los diferentes territorios-espacios-tiempos, y busca mapear las estrategias de resistencia que se despliegan en cada rincón. Para hacerlo, se ponen de relieve las voces de las protagonistas: las feministas populares que desde los márgenes sostienen, crean redes, construyen puentes y pelean por visibilizar la eco-inter-dependencia. Es en los recovecos casi siempre invisibilizados donde se pone la mirada, para narrar cómo los entramados comunitarios sostienen la vida de las, los y les de abajo.
“Nosotras movemos al mundo, fue nuestro aviso de incendio. ¿Pero qué mundo? Si este mundo no lo queremos y lo vamos a cambiar. Por eso, tomamos las calles y nos pronunciamos en huelga contra la precariedad de nuestras vidas, cuerpos y territorios”.
Así empieza este podcast, que contará de cuatro episodios. El cero, titulado “Ese gigante de pies de barro”, abre el abanico y proporciona una panorámica sobre los desafíos y los peligros del presente para los feminismos populares, la caracterización de la crisis sanitaria, de cuidados, civilizatoria que la coyuntura pandémica pone de relieve, distintas paradas en las que nos iremos deteniendo en los siguientes episodios.
El episodio 1 centra su mirada en el trabajo de cuidado comunitario, que se realiza desde las infraestructuras populares en las periferias urbanas. Allí, de la mano de sus protagonistas, se detiene en esas redes de sostenibilidad y reproducción de la vida: feminizadas, invisibilizadas; garantes ahora, pero desde casi siempre de la alimentación, el cuidado del entorno y del ambiente, de la niñez y de la salud en términos integrales en los barrios populares. Habrá que evaluar cómo se redefinen esas actividades tras la irrupción de la pandemia.
El episodio 2 abordará qué está pasando al interior de los hogares. Para eso la pregunta es cuáles son los límites de un hogar, haciendo eco del grito feminista de los años setenta: lo personal es político. El hogar como espacio privilegiado para las violencias, el hogar más allá de los vínculos familiares y el hogar como espacio de trabajo, tanto remunerado como no. Se la pregunta: ¿qué otros hogares son posibles? ¿Cómo imaginamos una vida feminista?
El episodio 3 se detiene sobre el trabajo de hogar y de cuidados domiciliario, cuando se realizan más allá del propio hogar ¿Quiénes son las mujeres que sostienen esos trabajos? Migradas, racializadas, precarias, sumergidas.
La pandemia destapó una olla en la que se venían guisando las desigualdades, injusticias y asimetrías que ordenan el mundo de manera violenta. Pero allí donde todo aprieta, se generan redes, se activan solidaridades, se actualizan resistencias. Se vuelven audibles los conflictos, se traman las tramas comunitarias que sostienen la vida. Y que plantean aquí y ahora, no sin contradicciones, otros mundos posibles y deseables.
Desde la complicidad, la incomodidad del aislamiento y una serie de intuiciones nace esta iniciativa colectiva. Se compartirán sospechas, intuiciones, incomodidades que nos vienen al cuerpo y se nos quedan dando vueltas. No queremos respuestas mágicas, ni recetas inmediatas, sino tender puentes, incomodar a la fiera.
Es hora de mover el avispero.
Por Camila Baron, Maisa Bascuas, Ana Julia Bustos, Josefina Roco y Magdalena Roggi.
Integrantes del colectivo Destapar la crisis.