Lejos de estar resuelta la crisis de los cuidados, la demanda de ellos se acrecenta ante poblaciones más envejecidas que quedan a merced de la oferta que pueda proveerse, principalmente, dentro de los hogares y, dentro de ellos, de las mujeres. De esta manera, hay una desigual e injusta distribución de los cuidados tanto entre los distintos actores del diamante del cuidado (Estado, hogares, comunidades, mercado), como entre varones y mujeres.
Sin los trabajos de cuidados, no habría economías que produzcan lo necesario para poder subsistir y reproducirse. Es decir, no podemos prescindir de estos trabajos, ni podemos bajar su demanda, por lo que es necesario pensar en una organización social de ellos que incorpore a los demás actores a participar y, dentro de ellos, que aumente la participación de los varones.
Esto se relaciona con estereotipos de género, ya que nada tiene que ver la capacidad supuestamente “natural” de las mujeres para cambiar pañales, preparar la comida o hacer las compras. Los varones también son parte de la organización social de los cuidados y son ellos quienes, por estos mismos estereotipos, no participan de su propia reproducción social y, por ende, de su propio bienestar. De esta manera, es fundamental echar luz sobre el rol que tiene 3 la sostenibilidad de la vida como el motor y el centro de nuestras sociedades y economías.
Teniendo en mente lo anterior, en este informe nos proponemos investigar en mayor profundidad la potencia que tiene la incorporación de los varones en la organización de los cuidados. Por lo tanto, primero analizaremos cuáles son los mensajes y narrativas que conectan con las audiencias masculinas en el mundo online para, luego, profundizar qué relación actual tienen hoy con los trabajos de cuidados. El objetivo de este informe es que sirva para ofrecer algunas pistas que nos permitan dialogar con los varones para aumentar su participación en la organización social de los cuidados y, así, generar una distribución que sea más justa e igualitaria.
Varones y cuidados: un compromiso necesario