diciembre 13, 2025

El feminismo como hilo que une regiones y desafía las desigualdades



DEL SUR AL NORTE. TEJIENDO EL PACTO BIRREGIONAL DE CUIDADOS PARA UNA COOPERACIÓN FEMINISTA Y JUSTA


Durante la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (CRM), celebrada en agosto de 2025 en la Ciudad de México, se realizó el evento “Tejiendo el Pacto Birregional de Cuidados”, que abordó la necesidad de avanzar hacia una sociedad del cuidado desde una perspectiva birregional, entre América Latina, el Caribe y Europa.
El encuentro se centró en debatir los ejes sustantivos del Pacto Birregional de Cuidados, orientados a reconocer el cuidado como un derecho, una responsabilidad colectiva y un pilar para la sostenibilidad democrática.

En este marco, se colocaron en diálogo las voces de la sociedad civil, los movimientos feministas y diversos actores institucionales, contribuyendo a fortalecer una agenda común capaz de orientar políticas públicas transformadoras.

Impulsado por redes feministas, organizaciones sindicales y de la sociedad civil, entre las que se encuentra la Red Trenzando Cuidados, de la cual forma parte CLACSO, el encuentro aportó elementos sustantivos para los debates que se llevarán a cabo en la III Cumbre CELAC–UE (Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea), que se realizará entre el 7 y el 10 de noviembre de 2025 en Santa Marta, Colombia, donde se debatirá sobre el Pacto Birregional de Cuidados.
Este proceso viene siendo trabajado y fortalecido en el marco de la Conferencia Regional sobre la Mujer (CRM), donde se avanzó en la articulación entre actores de ambas regiones y en los debates en torno a los compromisos que nutrirán el debate político de la Cumbre.
La iniciativa, apoyada por ONU Mujeres y la Fundación EU–CELAC, reunió a representantes de ambos continentes para debatir los desafíos políticos, económicos y culturales que atraviesan la agenda de cuidados, visibilizando la voz de la sociedad civil en un contexto de crisis y retrocesos democráticos, y reafirmando que no habrá igualdad ni desarrollo sostenible sin una sociedad del cuidado.

Un debate sobre cooperación, derechos y democracia

La discusión partió de un diagnóstico compartido. El mundo atraviesa una crisis de cuidados que se entrelaza con las crisis económica, ambiental y democrática. Se coincidió en que el cuidado debe ser reconocido como derecho humano, como un trabajo y un pilar fundamental para la sostenibilidad de la vida, y que las políticas públicas deben dejar de ser asistencialistas para transformarse en estrategias estructurales de redistribución y corresponsabilidad.

Se subrayó que no habrá sistemas de cuidados sin democracia, ni sin la garantía de los derechos sexuales y reproductivos, y que el Pacto Birregional de Cuidados debe convertirse en una herramienta concreta para redistribuir poder, tiempo y recursos, fortaleciendo la voz de quienes históricamente han sostenido la vida: las mujeres en toda su diversidad, especialmente las trabajadoras remuneradas y no remuneradas del cuidado, así como las migrantes.

Financiamiento y corresponsabilidad

Uno de los ejes centrales del debate fue la necesidad de asegurar mecanismos de financiamiento sostenibles, progresivos y multiactorales, que involucren al sector público, privado, comunitario y cooperativo, así como la creación de fondos específicos para el cuidado que garanticen la institucionalización de políticas integrales.

También se propuso incorporar la justicia ambiental, los derechos sexuales y reproductivos y la situación de las personas migrantes dentro del pacto, reconociendo que los cuidados constituyen un asunto global que requiere cooperación, innovación y participación plena de la sociedad civil.

En este sentido, se enfatizó que, sin financiamiento adecuado y corresponsabilidad real, los compromisos corren el riesgo de quedar en meras declaraciones. Se advirtió, además, sobre la importancia de evitar que la inversión en cuidados derive en procesos de privatización o mercantilización, lo cual reproduciría desigualdades y volvería a colocar el peso del cuidado sobre las mujeres, especialmente las de los sectores populares.

Hacia una sociedad del cuidado

El debate reafirmó el liderazgo de América Latina y el Caribe en la construcción del paradigma de la sociedad del cuidado, que surgió con fuerza a partir del Consenso de Buenos Aires y hoy se propone como horizonte común con Europa. Este enfoque busca sustituir la lógica del asistencialismo por una nueva forma de organización social, política y económica, basada en la interdependencia, la solidaridad y la sostenibilidad de la vida.

En ese marco, se destacó la oportunidad de que la Cumbre UE–CELAC incorpore un compromiso explícito con el derecho al cuidado y al autocuidado, y que el Pacto Birregional de Cuidados se constituya en un instrumento birregional de cooperación y justicia social, capaz de orientar políticas públicas transformadoras.

Al mismo tiempo, se advirtió sobre la necesidad de evitar que los acuerdos birregionales deriven en procesos de privatización o mercantilización de los cuidados, o en nuevas formas de precarización, donde el peso siga recayendo de manera desigual sobre las mujeres, especialmente las más pobres.

Las organizaciones participantes enfatizaron que el pacto debe fortalecer la responsabilidad pública y social del cuidado, asegurando que no sea tratado como un servicio mercantil ni como una carga individual, sino como un derecho colectivo, un bien común y una condición indispensable para la sostenibilidad de la vida.

Un nuevo horizonte político

Las intervenciones coincidieron en que el Pacto Birregional de Cuidados representa mucho más que un acuerdo técnico, constituye una propuesta civilizatoria que redefine la relación entre las regiones, promueve un multilateralismo inclusivo y recupera el sentido político del feminismo como motor de transformación social.

Este proceso no se agota en la mesa, sino que proyecta una ruta política hacia la Cumbre UE–CELAC, que se realizará entre el 8 y el 10 de noviembre de 2025 en Colombia, donde la sociedad civil y los movimientos feministas buscarán consolidar compromisos reales y mecanismos de seguimiento birregional.

El Pacto Birregional de Cuidados se propone como una apuesta transformadora, no solo para redistribuir el poder y los recursos, sino para redefinir la cooperación internacional desde una mirada feminista, popular y latinoamericana.

En un contexto de retrocesos democráticos y desigualdades crecientes, las voces reunidas en la CRM reafirmaron que el cuidado no es un tema sectorial ni asistencial, sino una cuestión de justicia, democracia y futuro.

Tejer el pacto es, en definitiva, tejer una esperanza colectiva. Una alianza birregional que ponga la vida, la igualdad y la dignidad en el centro de la política, y que resista toda tentativa de mercantilizar, fragmentar o vaciar de sentido este horizonte feminista de transformación.

Por Nora Goren
Fuente: CLACSO