noviembre 05, 2018

Barbies golpeadas para denunciar las canciones machistas.

Una muestra en un colegio de Argentina escenifica con muñecas la violencia hacia las mujeres en letras de Maluma, Arjona, Cacho Castaña y Pimpinela, entre otros.

Interpretación de "Casi la mato", de la banda de cumbia argentina Los Chakales.


"Si te agarro con otro te mato, te doy una paliza y después me escapo. Dicen que yo soy violento, pero no te olvides que no soy lento. Dicen que yo fui celoso, pero no te olvides que yo fui tramposo", canta Cacho Castaña desde 1975. Cuando el artista argentino incluyó "Si te agarro con otro te mato" en el álbum recopilatorio Sus mejores canciones, publicado en 2016, salió a defender el tema sin prever las críticas que recibiría. La Argentina de hace 40 años era muy distinta a la actual, en la que cientos de miles de personas han salido a las calles para exigir el fin de los feminicidios bajo la consigna Ni Una Menos. Pero Cacho Castaña no es el único con letras machistas en su discografía. Estudiantes de una escuela secundaria de la periferia bonaerense escenificaron con muñecos la violencia contra la mujer incluida en esa canción y en otras de Maluma, Ricardo Arjona, Kevin Roldán, Romeo Santos y el dúo Pimpinela, entre otros. Las imágenes de la exposición, celebrada el fin de semana, se viralizaron con rapidez.

Intervención sobre la canción de Pimpinela

Un muñeco Kent con un mando a distancia en la mano apunta a una Barbie embalada junto a un cartel en el que se lee "No sirve". Debajo, sobre una cartulina rosa, puede leerse un fragmento de "Como la tele", que los hermanos Lucía y Joaquín Galán lanzaron en 1997: "No hay quien entienda a las mujeres. Llevo años intentándolo. Tendrían que ser como la tele, que trae manual de explicación. Prenderlas a control remoto. Callarlas tocando un botón y si te fallan o hacen rayas, mandarlas a devolución". La canción de Pimpinela fue otra de las que intervinieron los alumnos de la escuela Antonio Berni de Pacheco. El objetivo era analizar el impacto que tiene la música en el aprendizaje y naturalización de conductas misóginas. 

El deseo de un hombre de que su pareja acepte todo lo que él haga es el eje de "La Muda", del reggaetonero colombiano Kevin Roldán. Los alumnos amordazaron y ataron a una muñeca y debajo copiaron el inicio de la canción: "Quiero una mujer bien bonita callada que no diga naa. Que cuando me vaya a la noche y vuelva a la mañana no diga naa. Que aunque no le guste que tome se quede callada y no diga naa". La marginación de la mujer, conductas autoritarias sobre ella y rechazo a su liderazgo son algunos de los rasgos de la violencia machista identificados en el aula.



"Es muy sorprendente la repercusión. Bienvenida sea porque abre muchas posibilidades de diálogo, pero también tiene un lado oscuro, porque la repercusión es proporcional a la gran necesidad de ser oídas", dice por teléfono Carolina de la Fuente, la profesora que organizó la exposición en el marco del programa de educación sexual integral. Explica que los alumnos reflexionaron durante el año sobre aspectos como la misoginia, la cosificación y los feminicidios a partir de materiales informativos y periodísticos. Para la muestra de fin de año, volvieron a esa temática, recuperaron los muñecos con los que habían trabajado sobre cánones de belleza y usaron esos elementos para la propuesta original de la dirección, sobre la música.

"Empezamos a escuchar reggaetones y cumbia, que es la música que más escuchan, pero a las chicas les pareció que era tan literal que no íbamos a poder jugar con nada creativo. Abrimos el abanico y entró el bolero, Luis Miguel, Cacho Castaña, Arjona. Y estuvo muy bien, porque no sólo los pibes tienen que construirse y deconstruirse, también los padres y madres", continúa De la Fuente.


La docente asegura que la muestra movilizó a muchas de las personas que pasaron a verla. "Era todo muy oscuro, muy feo, pero sonaba la música de Aterciopelados, que invitaba a reconcilarte con tu cuerpo y protegerlo", señala. Una mujer se emocionó frente a un poema colgado de la pared y pidió un abrazo, otra madre se detuvo en cada canción para explicarle a su hija, unos abuelos se pelearon con su nieta cuando les rebatió que la exposición no era una falta de respeto hacia la mujer... El debate continúa ahora, amplificado, a través de las redes sociales, donde se mezclan aplausos con críticas a la iniciativa.

"Que sufras para siempre y nunca pares de llorar. Que te enamores y te vaya mal. Y que amanezcas en un lugar sola en el que no te puedan encontrar", le desea el reggaetonero puertoriqueño Bryan Myers a una mujer que le ha roto el corazón. Los estudiantes envolvieron a una muñeca en una bolsa de basura. Así hallaron hace sólo dos semanas a Sheila Ayala, una niña de diez años que fue estrangulada hasta la muerte presuntamente por sus tíos.

Por Mar Centenera
Fuente: El País