marzo 21, 2025

CEPAL y OIT llaman a los países de la región a aprobar normativas que amplíen los tiempos para el cuidado en América Latina y el Caribe


Ambos organismos de las Naciones Unidas lanzaron hoy el boletín Tiempos para cuidar en América Latina y el Caribe: Hacia la corresponsabilidad social y de género.



Las licencias, regulaciones e instrumentos que amplían los tiempos para el cuidado son fundamentales para promover la corresponsabilidad social y de género en el ámbito laboral, plantearon la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en una nueva publicación conjunta lanzada en el marco del Día Internacional de las Mujeres que se conmemora cada 8 de marzo. Estas normativas garantizan los derechos de las personas que necesitan cuidados y de quienes los brindan, contribuyen a dinamizar las economías y permiten avanzar hacia la igualdad y la sociedad del cuidado, subrayaron ambas instituciones.

En el Boletín Igualdad de Género N°4 - Tiempos para cuidar en América Latina y el Caribe: Hacia la corresponsabilidad social y de género se analiza el estado de las licencias de maternidad, paternidad y parentales en la región, y se proponen una serie de recomendaciones para avanzar en materia de cuidados de larga duración y por motivos urgentes, así como en la reducción de la jornada laboral y la flexibilización de los horarios y lugares de trabajo, como herramientas regulatorias que deben ponerse a disposición tanto de los hombres como de las mujeres.

En América Latina y el Caribe, solo 5 países cuentan con 18 semanas o más de licencia de maternidad; 10 países tienen entre 14 y 17 semanas, de acuerdo con el estándar de la OIT, y 18 países otorgan menos de 14 semanas de licencia remunerada de maternidad. A pesar de los avances recientes, la cobertura de este derecho todavía es limitada, debido principalmente a la baja participación laboral de las mujeres y las elevadas tasas de informalidad laboral, recalcan la CEPAL y la OIT. En la región, solo el 50% de las mujeres participan en el mercado laboral, en contraste con el 75% de los hombres. Además, el 52% de las mujeres ocupadas no cotizan o no están afiliadas a ningún sistema de seguridad social, algo que en la mayoría de los países constituye un requisito para acceder a este derecho.

Por otro lado, solo 11 países de América Latina tienen licencias de paternidad remuneradas de menos de 10 días, y solo 6 países otorgan una licencia de entre 10 y 15 días. De 14 países del Caribe, solo Suriname cuenta con una licencia de paternidad remunerada, de una duración de 8 días. “Aún existen desafíos significativos en cuanto a la duración de esta licencia, el origen del financiamiento, la cobertura y la protección laboral ante las responsabilidades de cuidado. Esto impide superar el nudo estructural de la desigualdad referido a la división sexual del trabajo para alcanzar la igualdad de género”, se indica en el Boletín.

La licencia parental, que puede ser remunerada o no, consiste en un período de licencia más amplio, con protección del empleo, que se pone a disposición de uno o ambos progenitores para permitirles cuidar de su hija o hijo después de que expire la licencia por maternidad o paternidad. En la región, solo Chile, Colombia, Cuba y Uruguay reconocen el derecho a licencia parental remunerada. Cuba fue el primer país en aprobar este tipo de licencia, que actualmente abarca los primeros 15 meses de vida del hijo o la hija. 

De acuerdo con la publicación de la CEPAL y OIT, solo cinco países de América Latina (Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador y México) cuentan con una licencia para cuidados de larga duración. Solo en el caso de Costa Rica esta puede ser utilizada para otro familiar que no sean los hijos. Chile, Costa Rica y México ofrecen permisos remunerados financiados por la seguridad social para personas empleadas de forma dependiente, y solo en Chile esos permisos también están disponibles para personas en el mercado laboral de forma independiente. En Ecuador, el costo de la licencia recae sobre la parte empleadora. Por otra parte, en Cuba, la licencia para cuidados de larga duración no es remunerada.

Finalmente, la licencia por motivos urgentes -relacionados con asuntos familiares y de corta duración- es más frecuente que la de cuidados de larga duración en la región. En la actualidad, 14 países prevén este tipo de permiso (Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay). En el Caribe se registra una menor cobertura en este sentido. En todos los países, a excepción de las Bahamas, la licencia por motivos urgentes es remunerada. Solo en Chile se financia a través de la seguridad social; en los demás países, el financiamiento recae sobre el sector empleador.

“Es tiempo de acelerar el paso hacia la igualdad sustantiva e impulsar la sociedad del cuidado como horizonte de nuestro rumbo colectivo”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL. “El futuro nos ha alcanzado y la demanda de trabajo de cuidados se intensifica a causa del envejecimiento poblacional, los cambios epidemiológicos y los efectos del cambio climático. Frente a este contexto, no bastan cambios graduales; se necesitan políticas audaces que redefinan el rumbo”, subrayó durante un diálogo con representantes de gobierno, de organizaciones sindicales y empresariales en el que se lanzó el Boletín.

En la misma línea, Ana Virginia Moreira, Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, enfatizó que “el trabajo de cuidados sostiene la vida y las economías. Es hora de reconocer su valor y garantizar condiciones dignas para quienes cuidan, avanzando hacia un sistema de cuidados accesible, equitativo y sostenible”.

Según los cálculos del Simulador de inversiones en políticas de cuidados (desarrollado por la OIT y en cuya actualización para América Latina y el Caribe participa la CEPAL), “sin considerar los efectos inducidos ni el empleo indirecto, la inversión en cuidados en la región podría crear aproximadamente 32 millones de empleos para 2035, de los cuales 11 millones se generarían en los servicios universales de cuidado infantil temprano y 21 millones de empleos serían en el ámbito de los cuidados a largo plazo. Además de estos beneficios, el cambio proyectado en la tasa de ocupación de las mujeres tendría un efecto significativo en la reducción de las brechas de género en el empleo”, destacan ambos organismos en el Boletín. 

En suma, la CEPAL y la OIT recomiendan:


  • Promover la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo vinculadas a los cuidados, entre ellos, el Convenio sobre la Protección de la Maternidad, 2000 (núm. 183) y el Convenio sobre los Trabajadores con Responsabilidades Familiares, 1981 (núm. 156) de la OIT, de conformidad con lo establecido en la Resolución relativa al trabajo decente y la economía del cuidado en la 112ª Conferencia Internacional del trabajo.
  • Tomar de manera progresiva todas las medidas necesarias para que los Estados, en cuanto garantes de derechos, aceleren la efectiva implementación de la Agenda Regional de Género, en particular del Compromiso de Buenos Aires, aprobado por los Estados miembros de la CEPAL en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, celebrada en 2022. 
  • Alinear la normativa de los países sobre licencias de maternidad con los estándares internacionales del Convenio 183 y garantizar este derecho efectivo a todas las mujeres trabajadoras del sector formal e informal de manera progresiva, universal y solidaria.
  • Reconocer y ampliar el derecho a la licencia de paternidad remunerada, no transferible y financiada por la seguridad social.
  • Promover en la región la implementación de marcos normativos que establezcan una licencia parental irrenunciable e intransferible que no esté basada en sesgos y que permita garantizar que todos los progenitores puedan ejercer el derecho a cuidar a sus hijos e hijas durante los primeros meses de vida, sin temor a perder el empleo o los ingresos. 
  • Diseñar e implementar licencias para cuidados de larga duración y licencias por motivos urgentes, que permitan ampliar los tiempos para cuidar a hijos, hijas y otros familiares, incluidas las personas con enfermedades graves, las personas con discapacidad y las personas mayores que necesitan apoyo y cuidado, contando con estrategias como la negociación colectiva y el aprendizaje desde las buenas prácticas ya desarrolladas por las empresas. 
  • Garantizar un financiamiento adecuado para las prestaciones relacionadas con las licencias de maternidad, de paternidad y parentales, así como con las licencias para cuidados de larga duración o por motivos urgentes, a fin de asegurar el acceso efectivo a estos derechos y de evitar situaciones de discriminación o de desincentivo en el ejercicio de este derecho. 
  • Formular políticas de cuidados específicos para cada país a través del diálogo social, ajustadas a las necesidades del ciclo de vida, que incluyan tiempo (permisos), prestaciones (seguridad de los ingresos), acceso a servicios y ejercicio de derechos, promoviendo la igualdad de género y el trabajo decente.
Fuente: División de Asuntos de Género, CEPAL

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