diciembre 11, 2025

El acoso callejero, una violencia normalizada que afecta a casi la mitad de las mexicanas



Foto de la campaña "Llámala por su nombre", impulsada por Fundación Instituto Natura y Avon. Imagen cedida por Fundación Instituto Natura


En México, el acoso callejero sigue siendo una de las violencias más extendidas y normalizadas: casi la mitad de las mujeres de 15 años o más ha sufrido algún tipo de agresión en espacios públicos, desde comentarios sexuales hasta intimidaciones o acercamientos no consentidos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Las cifras más recientes del Índice de Concientización sobre Violencia de Género, elaborado por Fundación Instituto Natura y Avon, muestran además que 86 % de las mexicanas ha transitado alguna forma de violencia, mientras que el 70% ha recibido insultos, ofensas o malos tratos.

El informe advierte también que 32 % de las mujeres no identifica como violencia cotidiana situaciones que sí cumplen criterios de género, y que el 40 % de las personas no sabría cómo ayudar ante un episodio de agresión por falta de guía.

Y aunque hace años que las cifras alertan sobre la magnitud del problema, pocos casos habían evidenciado con tanta claridad el acoso al que están expuestas las mujeres en México, sin importar su edad, profesión o nivel de poder, como la reciente agresión contra la presidenta Claudia Sheinbaum.

"Ninguna estamos extentas", señala la directora de Fundación Instituto Natura, Silvia Ojeda, a Efeminista.
Un problema estructural disfrazado de "cortesía"

La normalización del acoso y el abuso callejero en México, explica Ojeda, tiene raíces culturales profundas que han contribuido a minimizarlo.


"El acoso callejero ha sido muy invisibilizado en nuestro país porque, culturalmente, en figuras o íconos del cine mexicano se encontraba como algo amable y gracioso dar ciertos piropos a las mujeres", explica Ojeda.

A esto, añade: "Durante años se le llamó cortesía, y lo único que hizo fue minimizarlo, justificarlo de alguna forma".

Foto de la campaña "Llámala por su nombre", impulsada por Fundación Instituto Natura y Avon. Imagen cedida por Fundación Instituto Natura

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), 42.2 % de las mexicanas han enfrentado acoso sexual, 20.7 % agresiones psicológicas y 9.6 % agresiones físicas en espacios públicos.

En Ciudad de México la situación no es menor: solo en la alcaldía Cuauhtémoc, 78 % de las mujeres reportaron haberse sentido acosadas en un lugar público y 32 % en el transporte público.


"El acoso invade tu espacio personal, te cuestiona hasta la ropa que elegiste ponerte y es una manifestación clara de desigualdad", afirma Ojeda.
Otras violencias invisibilizadas

El Índice de Concientización sobre Violencia de Género también detecta que en México la percepción de la violencia sigue centrada casi exclusivamente en la física y la sexual, mientras que otras manifestaciones permanecen normalizadas o sin nombrarse.

Por eso, la directora de Fundación Instituto Natura insiste en que nombrar la violencia es indispensable: "El primer paso para erradicar cualquier forma de violencia es llamarla por su nombre y entender lo que significa", declara.

Es así que la campaña "Llámala por su nombre", impulsada por Fundación Instituto Natura y Avon, identifica y señala otros tipos de violencia que continúan invisibilizadas:Violencia patrimonial: exigir a una mujer que deje su trabajo para cuidar la casa, limitar su independencia económica o excluirla de decisiones relacionadas con dinero. Más del 40 % de las mujeres mexicanas ha enfrentado restricciones económicas vinculadas con su empleo o estudios.
Justificación de agresiones: frases como "solo fue un empujón" minimizan la violencia. Cuando una mujer reconoce lo que vive como violencia, la identificación del problema aumenta.
Violencia simbólica: juzgar a una mujer por su forma de vestir o comportarse no es opinión, sino que reproduce estereotipos que limitan su libertad.
Violencia psicológica y de control: prohibirle viajar sola, decidir con quién convive o ignorar sistemáticamente sus opiniones. El 67 % de mexicanas ha visto sus opiniones minimizadas.
Violencia sexual: decidir por una mujer sobre su salud sexual o maternidad. Aunque existe un amplio marco legal, el 30 % de la población desconoce las leyes que la protegen.

Como parte de esta campaña, las organizaciones también han elaborado una serie de audios que ejemplifican estas situaciones y muestran cómo pueden presentarse de manera cotidiana:

Reconocer y nombrar la violencia

El índice, que busca medir el nivel de concientización de la sociedad sobre la violencia de género, también revela que en México solo el 15 % de la población sabe cómo identificar, nombrar o actuar frente a la violencia machista.

Además, el 65 % de los mexicanos considera que las mujeres no denuncian por miedo y el 30 % no conoce ninguna ley de protección hacia mujeres y niñas.

Por otro lado, el índice evidencia que cuando las mujeres logran identificar que viven violencia, el reconocimiento del problema sube del 54 % al 86 %.


Foto de la campaña "Llámala por su nombre", impulsada por Fundación Instituto Natura y Avon. Imagen cedida por Fundación Instituto Natura
Violencia digital en América Latina

El estudio, aplicado por primera vez en 2025 en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, muestra que, aunque la región comparte desafíos parecidos, México destaca por su mayor desconocimiento sobre los distintos tipos de violencia y sobre lo que pueden ofrecer las instituciones en cuanto a apoyo y protección.

Además, la violencia digital aparece como un desafío creciente en toda la región, especialmente para niñas y adolescentes que acceden cada vez más temprano a dispositivos y redes sociales.


"Si muchas veces no conocemos nuestros derechos humanos básicos, menos aún nuestros derechos digitales", advierte Ojeda.

La directora de Fundación Instituto Natura también subraya la importancia de respetar las decisiones de las víctimas, un aspecto que la reciente agresión contra la presidenta Claudia Sheinbaum volvió a poner sobre la mesa.

"Fue clara su solicitud de no difundir el vídeo, y aun así se compartió. Eso evidencia cuánto nos falta para nombrar correctamente las violencias y comprender que es la persona afectada quien decide qué se hace con ese material", concluye.


Por Lucía Rubio Marcos 
Fuente: Efeminista

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