julio 11, 2025

Memory Kachambwa, activista por los derechos humanos: “Hay que mirar el sistema financiero con gafas feministas”

Miembros de 584 organizaciones feministas internacionales se han reunido en Sevilla en el marco de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Claman por cambiar de raíz la gobernanza y las finanzas internacionales para reorganizar el mundo desde una perspectiva feminista, ecologista y de justicia social


Memory Kachambwa, directora ejecutiva de FEMNET con uno de los lemas del Foro Feminista de Sevilla: “La deuda mata el desarrollo”. María Iglesias

La IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que se celebra del 30 de junio al 3 de julio en Sevilla ha tenido una previa, este fin de semana, con dos foros promovidos por entidades de la sociedad civil internacional, el Foro Social y el Foro Feminista. Tanto uno como otro analizan y responden al documento oficial de la Conferencia que llega a Sevilla ya aprobado por unanimidad por las instituciones oficiales, miembros de la ONU (salvo EEUU que no participa), proclamado ya este lunes. Un compromiso que el activismo social global, que se manifestó el domingo, considera muy insuficiente, pero punto de partida desde el que impulsar el cambio de hondo calado que requiere la ciudadanía del mundo para evitar el colapso y sobrevivir con bienestar.

La visión feminista no sólo no podía faltar, sino que debe ejercer un papel tractor en el impulso para que “Sevilla no acabe en Sevilla, sino que empiece en Sevilla”, según las participantes del Foro Feminista.

En el panel sobre estrategias feministas que saquen del actual atolladero Bárbara Adams, presidenta del Global Policy Forum, subrayó la urgencia de “cambiar el sistema de toma de decisiones” porque “la ciudadanía global no está bien representada cuando en el Consejo de Seguridad de la ONU 5 actores bloquean con el veto y el FMI o Banco mundial son ONU pero funcionan como antítesis de la carta ONU”. Verónica Serafini, especialista en género y macroeconomía de LATINDADD, expuso que se necesita “un sistema tributario progresivo que haga a las trasnacionales pagar más” pero, ojo, sin que “esa mayor recaudación vaya al pago de la deuda o de infraestructuras extractivistas”, sino a “políticas feministas y decoloniales que paren la crisis climática y el flujo de mujeres por rutas neocoloniales que drenan cuidados en América Latina en beneficio de los países desarrollados”. Chathu Sewwandi, de Law and Society Trust en Sri Lanka, defendió la cancelación de la deuda y el respaldo de los liderazgos femeninos.

A todas ellas y otros participantes los moderó Memory Kachambwa, directora ejecutiva de FEMNET (The African Women’s Development and Communication network), la mayor red de organizaciones de mujeres en África que aglutina a 900 entidades y movimientos tanto en el continente africano como en la diáspora y que concedió esta entrevista a elDiario.es.

¿De quién parte la iniciativa de este Foro Feminista previo a la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo?

Las principales impulsoras somos tres entidades FEMNET por parte de África, Asia Pacific Forum of Women Law and Development y LATINDADD (Red Latinoamericana y del caribe por Justicia Económica, Social y Climática). Y las tres organizaciones somos parte de Feminist Workstream The Mechanism (Civil Society Financing for Development) y Women’s Major Group, entidades todas ellas que aglutinan a organizaciones y movimientos feministas de todas las regiones del mundo.

¿Cuáles son sus objetivos?

El esencial es lograr que las mujeres no seamos invisibles, ignoradas, conseguir que la lucha por la igualdad de género esté en la agenda y con fuerza. Antes de la cumbre hemos presionado a nuestros respectivos gobiernos y, por ejemplo, ha sido a través de esa presión a los gobiernos como se ha conseguido incorporar al documento cierta perspectiva feminista cuya financiación ahora habrá que monitorear. En concreto el impulso de la sociedad civil africana ha hecho que sean nuestros gobiernos los que han logrado que figure en el acuerdo una Convención ONU sobre Fiscalidad e Impuestos. Con todo, como lo consideramos insuficiente, hemos aprobado nuestra propia declaración política feminista con unos puntos clave que son por los que vamos a seguir luchando en adelante.

¿Cuáles son, según ustedes, las más urgentes reclamaciones feministas?

La primera prioridad es reformar la arquitectura del sistema financiero internacional y democratizar los modelos de representación y gobierno. Sólo así se impulsarán los derechos humanos, la igualdad de género y la justicia ambiental. Un tema clave también es el de la deuda y las políticas austericidas. Queremos que haya una Convención ONU sobre deuda soberana que aborde, con transparencia y justicia la prevención, reestructuración y cancelación de la deuda.

Usted es keniata y tras el impago de la deuda en que han caído Zambia, Gambia, Etiopía, parece que Kenia y Malawi serán los siguientes. ¿Qué análisis hace?

África es el continente con mayor número de países incapaces de pagar la deuda soberana y obligados a refinanciarla poniendo en riesgo el pago de servicios esenciales para su ciudadanía: educación, sanidad, servicios sociales. Pero también están muy endeudados Pakistán en Asia o Venezuela en Sudamérica (3.300 millones de personas de los 8.000 millones de habitantes globales viven en países que gastan más en pagar la deuda que en salud o educación). El Sur Global tiene minerales y recursos naturales cuyos beneficios se sacan de nuestros continentes por un sistema aún colonial, de injusticia global que urge cambiar o nunca dejaremos de estar endeudados.

En vez de obligar a las grandes multinacionales a dejar de extraer nuestros recursos, a dejar de defraudar impuestos que usaríamos para nuestras economías reales, el cuidado al medioambiente y el desarrollo de las mujeres en igualdad, el sistema actual se empeña en obligar a refinanciar la deuda y políticas de menos inversión pública, austericidas. Ahora para colmo quiere más gasto militar y armamentístico. Tenemos que mirar el sistema financiero con gafas feministas: dejar de exprimir al Sur Global y cancelar la deuda pues eso impulsará el desarrollo, frenará las migraciones forzadas y el brutal aumento de suicidios femeninos en países como Sudán. Dinero hay, falta decidir con sentido en qué y cómo gastarlo.


Por cada dólar que África recibe en concepto de ayuda al desarrollo pierde 10 por fraude fiscal de las multinacionales que nos chupan la sangre.

Durante el Foro Feminista usted ha mencionado la campaña Stop the bleeding (Dejad de chuparnos la sangre), ¿en qué consiste?

Es una iniciativa para frenar los flujos financieros ilícitos que están desangrando África. Porque las grandes multinacionales extraen nuestros recursos, abusando de la mano de obra local y barata, violando las convenciones y leyes laborales, dañando nuestro medio ambiente y, encima, en vez de pagar en nuestros países los impuestos justos se llevan pingues beneficios a los suyos, lo que empuja a nuestra juventud a emigrar. Por cada dólar que África recibe en concepto de ayuda al desarrollo pierde 10 por fraude fiscal de estas multinacionales. África no quiere vivir pidiendo, tenemos nuestros recursos, pero el sistema financiero global es colonial. No está hecho por ni para nosotros, sino para perpetuar que el norte siga siendo cada vez más rico y el Sur Global más pobre.

¿Qué contesta a quienes argumentan que África no podría, por falta de talento y tecnología autóctona, aprovechar esos recursos suyos sin la acción de esas multinacionales?

Quienes así opinan tiene una visión también colonialista. Nuestro continente tiene una población muy joven (la edad media de la población africana son 18 años frente a los 45 de Europa) y cuenta ya con generaciones muy expertas en las más vanguardistas tecnologías tanto en mi país, Kenia, como en Senegal, Nigeria… Y ocurre también en otros países del Sur Global no africanos, como India. Lo que necesitamos es una política justa tanto en aspectos financieros, como de derechos de autor, patentes y transferencia de tecnologías porque hoy por hoy el Norte y China no quieren compartir y los marcos existentes son tan restrictivos que nos impiden desarrollarnos y competir. Nos urge una política de justicia restaurativa que redistribuya recursos para nuestra mecanización e industrialización.

En el turno de palabras para las y los asistentes al Foro Feminista, alguien de la audiencia ha preguntado si es posible luchar por la igualdad de género cuando no se es capaz de parar el genocidio palestino y toda la sala ha clamado: “¡Free, free Palestine!”, ¿qué dice al respecto?

La paz debe estar por encima de todo en la agenda global. Como feministas y sociedad civil tenemos que trasladarlo así a nuestros representantes en los gobiernos para que ellos lo lleven a la ONU. Hay que parar todas las violencias, como las de Sudán o Afganistán, y particularmente el genocidio en Palestina. Un genocidio que es culpa de la agenda extractiva y colonial, del norte. El norte y su poder hegemónico obsesionados con engordar más y más sus economías. Volcados ahora en destinar crecientes presupuestos al belicismo y el militarismo. Frente a ello, una política exterior feminista busca desmontar el sistema extractivista que hace sufrir a la humanidad, cuidar a la gente y al medio ambiente.

Nunca como hoy han estado tan amenazados los avances feministas. El neofascismo nos ataca porque nos sabe poderosas. Levantémonos juntas y parémoslo. 

Cumbres oficiales, de la ONU y de los Estados hay muchas. Y foros paralelos de la sociedad civil también. ¿Sirven de algo? ¿Qué diría a esa parte de la población escéptica ante ellas?

Tenemos que apoyar el multilateralismo de la ONU porque este organismo es frágil, pero es el foro donde toda la ciudadanía del mundo podemos y debemos vernos representados. Otra cuestión es que las instituciones no deben ser inmutables y está desfasado que el Consejo de Seguridad tenga sólo 15 miembros de los cuales 5 permanente con derecho a veto. Eso hay que reformarlo como también mejorar los mecanismos de seguimiento del cumplimiento de los acuerdos, de la rendición de cuentas y sanciones a los incumplidores que ahora se aplican de forma arbitraria a unos sí y otros no.

Sé que vemos pocos progresos y eso resulta frustrante, pero sin la ONU, sin estas conferencias internacionales sobre financiación para el desarrollo y sin los foros paralelos que organizamos desde la sociedad civil no estaríamos impulsando reformas necesarias como la del sistema internacional de impuestos y la cancelación de la deuda.

¿Están los derechos de las mujeres especialmente amenazados por el actual auge neofascista global?

Están absolutamente en peligro. Nunca en toda mi vida he visto tan amenazados los derechos de las mujeres como ahora y por eso mismo tenemos que levantarnos juntas y declarar que no vamos a consentir ser borradas, que seguiremos luchando, que la sociedad global necesita la agenda feminista. El machismo nos ataca, pero lo hace al constatar lo mucho que hemos avanzado, porque nos sabe poderosas. Frente a su hostigamiento hay que impulsar más liderazgo femenino transformador. Porque con más feministas en primera línea de decisión habría menos guerras, más democracia, más justicia social y más dignidad vital. Y ojo que no todas las mujeres tienen convicciones feministas, claro, y sí que contamos con muchos hombres aliados. Se trata de todo un sistema patriarcal que hay que superar.


El feminismo debe abrazar la lucha LGTBIQ+ porque estamos contra toda opresión patriarcal. No nos dejemos usar por la extrema derecha para ser divisivas de la lucha. 

¿Las demandas feministas son transversales o existe una gran brecha diferencial entre norte y sur?

Pues obviamente hay una gran diferencia en demandas feministas entre el norte y el sur derivados de la distinta situación económica de nuestros países. Por ejemplo, en el Sur Global muchas mujeres trabajan en la economía informal y por tanto sin cobertura médica, pensiones, pago por desempleo, guarderías públicas donde dejar a sus hijos mientras trabajan… Además, en el Sur Global estamos sufriendo ahora los recortes de muchos países, empezando por EEUU, a esas ayudas al desarrollo que tenían partidas clave para promover la igualdad. Pero hay otros temas como el menor acceso de las mujeres a ciertos empleos y puestos que son problemas transversales, la violencia de género es transversal, la necesidad de financiación para nuestras luchas es transversal…


El sábado 28 fue el Día del Orgullo LGTBIQ+. ¿Cree que la lucha queer y feminista están hermanadas o, como cierta corriente del feminismo español, atisba una amenaza en las conquistas de los transgénero respecto a los avances y cuotas de las mujeres?


El feminismo es una lucha colectiva hermanada con todas las luchas de quienes sufren opresión por parte del poder. Todos luchamos contra un sistema patriarcal de poder opresor. Las feministas debemos abrazar la lucha por los derechos de diversidad de género, LGTBIQ+, de existencia no binaria, porque el colectivo merece que se respeten sus derechos… y no dejarnos usar por la extrema derecha para ser divisivas de la lucha.

Fuente: El Diario.es

Sí a la Diversidad Familiar!
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