marzo 19, 2008

Solas o acompañadas

El documento presenta algunos de los resultados de la investigación que ha indagado distintos aspectos de la participación en “puestos de decisión” de mujeres del sector gubernamental, sindical y empresarial. Se analizaron aspectos de su vida pública y privada/doméstica, vinculados al cargo que desempeñan y a la distribución de las responsabilidades familiares respectivamente, que dan cuenta de los límites y potencialidades de estos espacios. Asumimos como eje fundamental pensar de manera articulada ambas esferas, como forma de dilucidar los mecanismos vigentes que permiten y limitan el desarrollo igualitario entre hombres y mujeres en el mundo laboral.

Numerosos trabajos dan cuenta de las características que asume la división entrela esfera de lo público y lo privado/doméstico y de cómo se fue construyendoun sistema con dominio masculino relacionado estrechamente con la divisiónsocial entre hombres y mujeres, en la que lo público y lo privado/doméstico asumieron un significado específico. El primero se constituyó en el campo de tomade decisiones por excelencia de la sociedad, en el cual la mujer tuvo y aún tieneuna condición subalterna, y el segundo, lo privado, se identificó y sigue identificándose con lo doméstico, cuyas tareas se le adscriben a la mujer.

Estas cualificaciones fueron incorporándose al inconsciente colectivo y a las prácticas cotidianas, manifestándose a través de mecanismos que obstaculizaron el desarrollo de las mujeres en el mundo laboral. La modalidad de actuación de estos mecanismos no siempre se explicitan ni son evidentes, razón por la cual su indagación es sustancial, al ser nuestro objetivo estudiar la equidad en el mundodel trabajo para intentar alcanzarla.

Se consultó a 112 mujeres, entre los meses de abril y septiembre de 2005, quetrabajan, en su gran mayoría, en el área de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;a través de la aplicación de un cuestionario que constó de cincuenta preguntas,y en algunas de las cuales se les daba las opciones para la respuesta y en otrasellas expresaban sus propias opiniones.

Se distribuyó el estudio en igual proporción entre mujeres de los sectores gubernamental, sindical y empresarial. Se buscó que estuvieran representados todos los sectores que componen la Comisión Tripartita. Por el sector gubernamental participaron el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social, el Ministerio de Justicia y Derechos, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación y el Consejo Nacional de la Mujer.

Reflexiones finales

Este trabajo se propuso alumbrar sobre algunos aspectos vinculados a los puestos de trabajo donde están insertas las mujeres que pertenecen a los distintos sectores que componen la CTIO y la forma en que organizan su vida doméstica.Las mujeres de la muestra ingresaron mayoritariamente al mercado laboral entre los 16 y 22 años de edad quedando, en gran medida, al margen del sistema de seguridad social. El motivo asociado a su decisión de trabajar se vinculó principalmente al deseo de desarrollo personal y a la necesidad de independencia económica.Los trabajos que hoy desempeñan contemplan la posibilidad de “tomar decisiones” y se ubican en distintos niveles de la escala jerárquica; no obstante la gran mayoría de ellas tiene como superior a un hombre.

Cada uno de los “sectores” a los que pertenecen las mujeres entrevistadas, gubernamental, sindical y empresarial, tiene características diferentes en cuanto a su “cultura organizacional”. Con relación a la modalidad de acceso al cargo, las mujeres del sector empresarial y del sector sindical reconocen su esfuerzo y lucha personal como la principal forma por la cual accedieron a su puesto de trabajo, mientras que las mujeres del sector gubernamental señalan que ocupan el lugar que tienen por haber sido propuestas por su superior jerárquico.

Las mujeres del sector gubernamental y del sector empresarial señalan como no excepcional el hecho de ocupar sus puestos, mientras que las mujeres sindicalistas consideran que no es habitual que las mujeres lo ocupen. En la misma dirección van a ser las mujeres del sector gubernamental y del sector empresarial las que perciben la inexistencia de diferencias con los varones que ocupan iguales “puestos de decisión”, en cuanto a su capacidad de tomar decisiones, mientras que las mujeres sindicalistas van a ser las que afirman tener menor poder de decisión que sus pares varones.Para tomar decisiones las mujeres eligen mayoritariamente estilos de relación participativa, ya sea a través de escuchar propuestas y pedir consejos o limitarse exclusivamente a ésto último.

Estas mujeres, en su gran mayoría, no dejaron de trabajar una vez que fueron madres; articularon estrategias que les permitieron desarrollar su doble rol. Las mujeres que sí dejaron de trabajar lo hicieron por motivos asociados a la necesidad de cuidar a sus hijos o a algún familiar enfermo.

Con relación a la distribución del trabajo doméstico, consideramos en la investigación cuatro grupos de tareas donde van a ser, en su gran mayoría, las mujeres las que se hagan cargo de manera exclusiva y en escasa proporción los hombres. Las tareas más delegadas al servicio doméstico son las de limpieza y de planchado y en menor medida el lavado de la vajilla.

Es de destacar la gran proporción de unidades domésticas donde las actividades contempladas en la encuesta son compartidas entre hombres y mujeres. Las actividades que en mayor medida comparten, son las de gestión y crianza de los hijos, lo que se condice con la importancia que le asignan las mujeres a la sanción de una ley que promueva y avale que las responsabilidades familiares sean compartidas. Situación que asume mayor significación si la miramos a la luz de los motivos por los cuales las mujeres se han retirado, a lo largo de su vida, del mercado laboral.

Por último y con relación a lo desarrollado a lo largo del trabajo, en pos de pensar en acciones concretas, es que nos preguntamos ¿cómo entendemos que las mujeres señalen como no extraño ocupar puestos de decisión, pero a su vez su superior sea por lo general un hombre?, ¿dónde debemos apuntar para cambiar la cultura organizacional para que las mujeres accedan a los puestos más altos de la estructura jerárquica?, ¿cómo hacemos para que los cambios que se están dado en el seno familiar se plasmen en el plano de lo público?

En este sentido creemos que sustentar políticas de género es mucho más que enunciar la igualdad de acceso con la protección de una tasa de participación y oportunidades para desprenderse de los estereotipos. Es fundamental dar continuidad a las innovaciones, amparar las adquisiciones, vigilar el cumplimiento de la ley y sobre todo ampliar las intervenciones en el mercado laboral.

  • Informe Integro:



Fuente: Artemisa

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in