abril 01, 2023

Justine Siegemund y su contribución a un parto seguro para todas las mujeres



Esta semana el Doodle homenajeó a Justine Siegemund, la comadrona que se atrevió a desafiar las normas patriarcales en pleno siglo XVII. Y lo hizo escribiendo la primera obra sobre obstetricia desde la perspectiva de una mujer en Alemania, que sentará las bases de la educación moderna sobre el parto. Es por esto que el 28 de marzo se rinde homenaje, al ser este día en 1690 cuando la Universidad Europea Viadrina de Fráncfort (Oder) certificó su libro, “La comadrona de la corte”, como libro de texto médico oficial. En una época en la que pocas mujeres tenían acceso a la educación formal, Siegemund se convirtió en la primera mujer en publicar un texto médico fundamental en alemán que mejoró la salud materno infantil en Alemania.

La aportación de Siegemund hizo posible que el parto fuera más seguro para todas, mejorando la salud materna e infantil, al documentar sus experiencias guiando con seguridad en el parto a mujeres de clases desfavorecidas hasta la familia real. Una contribución significativa en una época en que el parto era un acontecimiento peligroso, ya que los partos difíciles podrían significar la muerte tanto de la madre como para la criatura. La baja esperanza de vida de las mujeres en el mundo antiguo era reflejo, en parte, de la elevada tasa de mortalidad femenina debido a los riegos de la maternidad. 

La contribución de Justine Siegemund surge motivada por el aprendizaje de una frustrante experiencia al diagnosticarle erróneamente un embarazo. Lo cual la inspiró para convertirse en comadrona y mejorar la educación obstétrica. Su legado sigue iluminando al personal médico para que sigan su ejemplo y hagan que el parto sea más seguro para todas y todos.


Fuente: El Diario Feminista

Mujeres indígenas contra la violencia y por la defensa de los territorios



Mujeres indígenas contra la violencia y por la defensa de los territorios


La mañana del martes 8 de marzo de 2023, se desarrolló el Encuentro de mujeres de los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador, con la presencia de las delegaciones de Costa, Sierra y Amazonía reunidas en el Ágora de la Casa de las Culturas en Quito. La agenda impulsada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE estuvo centrada en la realización de actos de memoria por el asesinato del dirigente amazónico Eduardo Mendúa, el rechazo a la criminalización y represión de las protestas sociales por parte del gobierno de Dina Boluarte en Perú, la presentación de una demanda de inconstitucionalidad por violación al derecho de consulta previa para explotación de territorios en Ecuador y la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.

Mjeres construyen un altar sagrado para la realización de una ceremonia ancestral.
Mujeres de diferentes nacionalidades indígenas de la Costa, Sierra y Amazonía participan del encuentro en la Casa de las Culturas. 8 de marzo de 2023. Quito – Ecuador. Fotografía: Karen Toro A.

Durante el encuentro de mujeres, diversas mujeres voceras de pueblos y nacionalidades expresaron su apoyo al pueblo peruano que ha sostenido más de 60 días de resistencia en rechazo a la “derecha conservadora”. Las manifestaciones de solidaridad con las organizaciones indígenas de Perú se elevaron a la voz de “Hatarishunchik” que se traduce como “Levantémonos», en una ceremonia ancestral a cargo de las mamas Rosa Cabrera e Imelda Tapuy, quienes armaron un altar con flores, frutos, fuego y humo para purificar.

Momentos de la ceremonia, encendido del fuego y preparación del tabaco sagrado. 8 de marzo de 2023. Ágora de la Casa de las Culturas, Quito – Ecuador. Fotografía: Karen Toro A.

Durante la jornada la CONAIE, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana – Confeniae y su equipo jurídico presentaron ante la Corte Constitucional la demanda de inconstitucionalidad en contra el Decreto 604 emitido por el presidente Guillermo Lasso el pasado 22 de noviembre de 2022. “El Ejecutivo pretende regular un derecho constitucional que tiene reserva legal, mediante una norma de inferior categoría que es un decreto” y con ello “convertir un derecho en un trámite formal sin participación de los pueblos indígenas”, afirmaron a través de su cuenta de twitter. El movimiento indígena denunció que se pretende violar el carácter vinculante de la consulta prelegislativa.

Mujeres levantan sus brazos a la voz de: “Viva las mujeres”. 8 de marzo de 2023. Ágora de la Casa de las Culturas, Quito – Ecuador. Fotografía: Karen Toro A.

Una vez finalizó el Encuentro, las delegaciones de mujeres indígenas se prepararon para sumarse a la movilización por el 8 de Marzo convocada por diversos sectores sociales: estudiantes secundarias y universitarias, trabajadoras, acompañantes de abortos, mujeres afrodescendientes y negras, feministas, mujeres trans y trabajadoras sexuales en la ciudad de Quito.

Dirigentas de diferentes áreas y nacionalidades en el inicio del Encuentro contra la violencia y por la defensa de los territorios. 8 de marzo de 2023. Ágora de la Casa de las Culturas, Quito – Ecuador. Fotografía: Karen Toro A.

Cobertura de Daría #LaMaracx.

Fuente: LA PERIÓDICA

marzo 31, 2023

Deconstruir la menopausia desde el feminismo, la propuesta de Paloma Andrés Domingo

 
Con la menopausia llegan también estereotipos de la vejez ligados con una imagen pasiva y asexuada de las mujeres. Fotografía: Pexels

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 10 millones de mujeres que están atravesando la menopausia. La ginecóloga y sexóloga española Paloma Andrés Domingo explica que no todas las mujeres en esta etapa experimentan las mismas manifestaciones físicas; aun así, a muchas de ellas en este y otros países se les medica para frenar un proceso natural alrededor del cual se han infundado diversos mitos provenientes de una mirada patriarcal.


En su libro Menopausia: una mirada feminista desde el buen trato (2022), Andrés Domingo explica que la menopausia no es una enfermedad sino una etapa en la vida biológica de las mujeres. Pese a ello, recuerda que la ciencia androcéntrica de la Edad Antigua consideraba a la menopausia como un sustrato de enfermedades mentales, “de maldades procedentes de las toxinas no expulsadas por medio de la sangre menstrual”.


Gracias a tal discurso sobre los cuerpos femeninos se justificaba el uso de tratamientos como la aplicación de sanguijuelas en los genitales; también se justificaron creencias que, de cierta forma, prevalecen actualmente. Dichas ideas tienen que ver con el mito de que las mujeres somos seres emocionalmente inestables, incapaces de dominar nuestro enojo o tristeza.

Ya en el siglo XX —explicó Paloma Andrés durante la presentación de su libro este 18 de marzo en la librería U-Tópicas—, la esfera de la medicina seguía considerando a la menopausia como una endocrinopatía (es decir, como una alteración del funcionamiento normal del sistema hormonal). En ese entonces ya no se hablaba de “maldades” y de humores, pero sí se seguía señalando a este proceso como el causante de la irritabilidad, la neurastenia y otro tipo de problemas psicológicos.

Estos antecedentes históricos sentaron bases importantes para que, aún cuando ya se ha reconocido a la menopausia como parte de nuestros ciclos naturales, esta etapa siga siendo vista con una mirada estigmatizante contra los cuerpos femeninos.

La menopausia desde la mirada patriarcal

Desde la perspectiva de Paloma Andrés Domingo, el estigma con el que miramos la menopausia tiene sus raíces en el sistema patriarcal. Este sistema ha encerrado a los cuerpos femeninos en la jaula de la eterna juventud, la cual nos priva de nuestro derecho a envejecer de manera natural. A esto se suma, además, la exigencia de mantenernos activas, atractivas y siempre dispuestas a complacer a los demás (sobre todo cuando hablamos del disfrute sexual).

Lo anterior repercute directamente en la forma en la que las mismas mujeres procesamos nuestra etapa menopáusica. Tal como explica la ginecóloga española, esta autopercepción suele responder a lo que culturalmente se espera de las mujeres.

Así, quienes comienzan a experimentar las manifestaciones de la menopausia sienten la necesidad inmediata de cubrirlas con tratamientos, todo con tal de no “perder” la belleza y la energía, además del atractivo sexual sin el cual (nos dice el patriarcado) prácticamente somos invisibles para los varones. Paloma Andrés destaca que todo lo anterior hace que con la llegada de la menopausia se creen modelos culturales de mujer mayor, los cuales coartan la percepción de nuestras capacidades al llegar a cierta edad.


“A veces la menopausia es un laberinto intenso lleno de obstáculos no tanto por las variaciones hormonales sino por el contexto social que las envuelve.”PALOMA ANDRÉS DOMINGO

Gracias a esta imagen patriarcal de la menopausia se perpetúa un maltrato físico y psicológico hacia nosotras mismas que está presente en diferentes etapas de nuestra vida. Dicho maltrato tiene diferentes expresiones que van desde una baja autoestima, la comparación constante de nuestros cuerpos con los de mujeres más jóvenes, las cirugías estéticas y los tratamientos hormonales para ocultar nuestros ciclos naturales.

Los efectos psicoemocionales que esto desencadena suelen fungir como estresores que, de acuerdo con la sexóloga, no hacen más que retrasar y obstaculizar nuestros procesos naturales. Tales estresores desencadenan una serie de síntomas que no pertenecen en sí a la menopausia sino que son una reacción normal ante la angustia que dicho proceso genera en nosotras.
¿Cómo deconstruir estos mandatos de nuestros cuerpos?

Paloma Andrés destaca que las manifestaciones físicas propias de la menopausia solamente son bochornos, alteraciones del ciclo menstrual y atrofia vulvovaginal. De acuerdo con la especialista, basta con tomar medidas como ejercitarse, descansar adecuadamente, disminuir el estrés y tener una dieta saludable que excluya el café y las azúcares para minimizar estas sensaciones. 

Por otro lado, Andrés Domingo explica que la disminución del apetito sexual también puede estar presente, pero que esto no tiene que ver solo con la menopausia sino con diferentes elementos que deben analizarse de manera individual. Sin embargo, también hay alternativas para no perder nuestro derecho al goce; algunas de ellas son prolongar el tiempo de excitación, experimentar nuevas prácticas y utilizar lubricantes.

Hay otras manifestaciones físicas que, por otro lado, no suelen ser normales de la menopausia. Algunas de ellas son el insomnio, la depresión, dolor de cabeza, irritabilidad, ansiedad y dolores musculares y osteoarticulares. Precisamente, son estos síntomas los que conducen a una medicalización sistemática de la menopausia, la cual oculta manifestaciones que suelen esconder otros problemas de origen.

Por ello, Paloma Andrés habla sobre la necesidad de mirar la menopausia de manera completa. Si una mujer manifiesta síntomas como los enlistados en el párrafo anterior, entonces, el personal médico debería preguntarse cosas como las cargas de trabajo de esa paciente, las violencias que vive en los espacios donde se desenvuelve, si tiene enfermedades crónicas o no e incluso las relaciones afectivas o conflictivas en las que se encuentra. 

Tal como sucede con nuestro ciclo menstrual, todos estos factores determinan la forma en la que nuestros procesos hormonales se expresan físicamente. Sólo haciendo un análisis completo de ellos es posible evaluar de qué forma o con qué tratamientos se puede mejorar la calidad de vida de las mujeres.

Si bien desde la década de 1960 se han empleado las hormonas para “tratar” la menopausia —afirma Paloma Andrés—, esta forma amable y completa de mirar nuestros procesos pone en el centro la necesidad de recurrir a estos tratamientos solo cuando los síntomas frenen nuestra vida diaria. De lo contrario, el uso normalizado de este tipo de medicamentos puede tener consecuencias físicas como aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama y presentar accidentes cardiovasculares como infartos o embolias.

Además de esto, seguir arraigando la mirada patriarcal sobre nosotras continuará limitando nuestra autopercepción. Pero vernos desde una mirada distinta puede llevarnos a retomar procesos propios desde nuestras capacidades y reconocer nuestros cuerpos como cuerpos sexuados y libres independientemente de la edad.

Fuente: Cimac



Fotografía tomada el 13 de mayo de 2022 de una mujer con un vientre de alquiler de gestación subrogada en Kiev. EFE/ Esteban Biba


La situación de la gestación subrogada en el mundo

La gestación subrogada, permitida en unas partes del mundo y prohibida en otras, es objeto de controversia por los conflictos económicos, morales y sociales que implica, fundamentalmente por afectar a mujeres de poblaciones menos favorecidas e indefensas, que se ven abocadas a prestarse a ser vehículo de la maternidad de los más privilegiados económicamente.

En España la gestación subrogada esta prohibida y en la modificación de la ley del aborto que entró en vigor a principios de este mes de marzo aparece entre las violencias en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de la mujer. Además, se prohíbe la publicidad de las agencias de intermediación.
¿Qué es la gestación subrogada?

La gestación o maternidad subrogada es una técnica de reproducción asistida por la que una persona o una pareja (heterosexual u homosexual) conciertan con una mujer la gestación, de forma que, tras dar a luz la madre gestante, renuncia a la filiación materna y entrega el bebé a la persona o pareja contratante.

El procedimiento más habitual utiliza la fecundación in vitro para obtener un embrión que luego es implantado en la mujer que cede o alquila su útero para continuar el embarazo. En este caso pueden darse varias situaciones: que los dos gametos procedan de los padres intencionales, que uno de los progenitores proporcione uno de los gametos y el otro sea de un donante; o que los dos gametos procedan de donantes. También se pueden emplear embriones donados.

En algunos casos, la mujer que se queda embarazada no obtiene dinero por ello (los futuros padres se responsabilizan únicamente de los gastos médicos y legales); o en otros, la madre gestacional acepta quedarse embarazada a cambio de una suma de dinero.

Quienes desean tener un hijo mediante este sistema y no pueden hacerlo en su país acuden a otros donde es legal y en los que, generalmente, en los mismos hospitales se inscribe a los niños como hijos de esos padres y no de la gestante. Suelen contratar los servicios de agencias intermediarias que se encargan de todos los trámites y que ofrecen paquetes de diferentes precios.
Estados Unidos, entre los principales destinos

Uno de los principales destinos es Estados Unidos, donde la gestación subrogada está permitida en algunos estados y prohibida o limitada en otros (en algunos se considera incluso delito penal). Entre los estados donde se admite para parejas heterosexuales, homosexuales o solteros figuran Florida, California, Arkansas, Delaware, New Hampshire, Nevada e Illinois.

No obstante, en Estados Unidos el proceso puede resultar caro (a partir de unos 120.000 euros, según la empresa Gestlife), por lo que muchos padres y madres recurren a otros países, a veces con menores garantías jurídicas y sanitarias, pero más baratos, como México (donde está permitida legalmente en los estados de Tabasco y Sinaloa), Ucrania -al menos, hasta el inicio de la guerra-, Georgia o Vietnam.

Canadá es uno de los destinos mejor valorados para acceder a la gestación subrogada, pero su legislación no permite el pago a la “madre de alquiler”, lo que hace difícil encontrar mujeres dispuestas a ser gestantes. Los padres deben abonar los costes derivados del embarazo.

Otros países como Rusia, India, Tailandia y Nepal figuraban hasta unos años entre las principales opciones, pero prohibieron esta práctica, la limitaron o vetaron el acceso a los extranjeros, lo que propició que otros tomaran el relevo.

En Rusia, por ejemplo, la Duma aprobó en diciembre de 2022 una ley que prohíbe el acceso a los extranjeros. Según los diputados rusos, en los últimos años cerca de 45.000 niños nacidos en “vientres de alquiler” rusos fueron trasladados al extranjero.

Sudáfrica es otro de los países que limita la maternidad subrogada a sus nacionales. Hay también otros que admiten extranjeros, pero solo para parejas heterosexuales, como Ucrania, Georgia, Kazajistán o Bielorrusia.
La situación en Europa

En Europa, la maternidad subrogada está permitida también en países como el Reino Unido, donde al menos uno de los dos miembros de la pareja debe residir allí, y que prohíbe cobrar a la madre gestante, que además, tras el parto, puede decidir quedarse con el niño.

Grecia, donde se limita a parejas heterosexuales y mujeres menores de 50 años; y Portugal, cuya ley, en vigor desde enero de 2022, incluye un plazo de hasta 20 días tras el parto en el que la gestante puede arrepentirse y no entregar el bebé.
Diferentes realidades en el mundo

Cuba, por su parte, aprobó en un referéndum celebrado el 25 de septiembre de 2022, el Código de las Familias, un paquete legislativo que incluye la denominada “gestación solidaria”, admitida por motivos altruistas y no bajo una negociación que implique beneficio económico, y que solo procede entre personas unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos.

La gestación subrogada en Asia, continente con agudas disparidades socioeconómicas y demográficas, pasa de estar prohibida en China a permitirse sólo como práctica sin paga en India, hasta haberse convertido en un oscuro negocio en la depauperada Camboya.

En China, la gestación subrogada está prohibida, así como el acceso de mujeres solteras a tecnologías de reproducción asistida desde 2003, destinadas solo a parejas con problemas de fertilidad. Los chinos se han convertido en unos de los principales demandantes de vientres de alquiler en países vecinos como Camboya.

Camboya tomó el relevo de Tailandia como epicentro de la gestación subrogada comercial en la región después de que ese país la prohibiera en 2015.

Tras unos años de explosión de casos y recibir críticas de las agencias de protección de la infancia, Camboya la prohibió por decreto y, a modo ejemplarizante, las autoridades detuvieron en 2018 a decenas de mujeres que gestaban para terceros por tráfico de menores, obligándoles después a criar a los bebés so pena de acabar en prisión de no hacerlo.

No obstante, se prevé que la práctica, por la que las gestantes, habitualmente de origen humilde, reciben un estipendio económico -muy por debajo del coste del proceso en países como EE.UU.-, continúa realizándose en la sombra y amparada por el alto nivel de corrupción y pobreza en el país semiautocrático.
En India, solo para parejas infértiles

La India, otrora uno de los destinos más populares por las parejas que buscaban vientres de alquiler por su bajo coste, la calidad de los servicios médicos y la flexibilidad de los requisitos legales, prohibió en 2019 su comercialización.

Desde entonces, la legislación solo permite la gestación subrogada para parejas indias infértiles que no posean ningún hijo, donde el padre tenga una edad máxima de 55 años y la mujer no supere los 50, quienes deben únicamente sufragar los costes médicos básicos del proceso.

Una situación similar a la de Australia, que sólo permite la gestación subrogada sin pago a la mujer gestante, si bien con matices según los estados: mientras algunos permiten su acceso a cualquier ciudadano, independientemente de su orientación sexual o estado marital, otros únicamente aceptan que recurran a ella parejas heterosexuales o mujeres solteras.

En el país oceánico, además, la gestante tiene el derecho a no renunciar al bebé tras dar a luz, en cuyo caso la tutela depende de la decisión de un tribunal.

Fuente: Efeminista

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in