Cada 8 minutos muere una mujer innecesariamente a causa de un aborto ilegal.
El aborto inducido es una de las intervenciones médicas que más se realizan. Hacer que el aborto sea ilegal no reduce el número de aborto. 20 de los 42 millones de abortos realizados cada año no son legal y seguros. La legalización del aborto puede prevenir el sufrimiento y la muerte innecesarios de las mujeres.
Más de 1/3 de todos los embarazos mundiales no son planeados. Cada año casi 1/4 de todas las mujeres embarazadas a nivel mundial deciden tener un aborto. El estatus legal de un aborto no afecta prácticamente los niveles globales de incidencia de abortos. En lugares donde el aborto es ilegal, la mayoría de los abortos se realizan con métodos poco seguros. En lugares donde el aborto es ilegal, principlamente las mujeres sin medios económicos recurren a métodos poco seguros de aborto, lo cual resulta en la muerte de una mujer cada 8 minutos.
En la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en el Cairo, el aborto no seguro fue reconocido como un problema de salud pública de suma importancia. El WHO estima que 20 de los 42 millones de embarazos que terminan en un aborto inducido cada año se realizan bajo condiciones no seguras y en un clima adverso tanto social como legalmente, lo que resulta en aproximadamente 70,000 muertes cada año debido a las infecciones, hemorragias, laceraciones de útero y los efectos tóxicos de los agentes tomados para inducir el aborto.
En este momento, aproximadamente 25% de la población mundial viven en 54 países (principalmente en Africa, América Latina y Asia) con leyes sumamente restrictivas que ya sea que prohíban por compelto el aborto o únicamente lo permiten para salvar la vida de la mujer embarazada.
Las mujeres más pobres son quienes tienen más probabilidad de tener un embarazo no deseado y quienes se provocarán un aborto a ellas mismas o irán con una persona sin entrenamiento médico, lo cual aumenta los riesgos de salud y los riesgos de hospitalización por complicaciones. La disponibilidad de un aborto seguro y sobre todo económico tambén tendrá implicaciones para la situación financiera de tales mujeres y/o sus familias y por lo tanto, puede ser considerada parte de la lucha contra la pobreza.
Rumania es un caso único para el estudio de los factores que influencían el uso de abortos inseguros: en 1966, el aborto legal fue restringido y la tasa de mortalidad maternal relacionada con el aborto aumentó gravemente, diez veces más que el promedio en el resto de Europa; en 1989 el aborto de nuevo fue vuelto disponible a petición y el número de muertes maternas disminuyó significamente. En contraste, los Países Bajos tienen la tasa más baja de abortos reportados debido a la ley de aborto no restrictiva dentro de un marco comprensivo que incluye educacións sexual universal en las escuelas y servicios de planificación familiar de fácil acceso y el acceso a anticonceptivos de emergencia. De los 29.266 abortos realizados ahí en 1997, la tasa de complicaciones para los tratamientos del primer trimeste fue de 0,3% con ninguna muerte resultante.
Las leyes de aborto restrictivas violan los derechos humanos de las mujeres basados en acuerdos realizados en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en el Cairo, la Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres en Beijing y la Declaración de los Derechis Humanos de las Naciones Unidas (artículos 1 & 3 &12 &19 & 27.1).
Fuente:Women on Waves