enero 14, 2014

Lucha de las mujeres gazatíes: escenario y prioridades

Las mujeres de Gaza se enfrentan cada día a múltiples limitaciones que impiden el desarrollo de sus derechos. Estas limitaciones están muy vinculadas a la actual ocupación israelí y la herencia de las anteriores ocupaciones (Imperio Otomano, Mandato Británico, Egipto), pero también a la arraigada percepción estereotipada del papel de las mujeres y el fundamentalismo islámico. La situación es muy compleja, pero las mujeres continúan trabajando por la igualdad, luchando para preservar lo ya conseguido y enfrentando a la vez las violaciones israelíes.


La espera en el paso de Eretz. 
Fotografía: Cristina Ruiz Cortina.

Es un dato repetido en multitud de ocasiones, pero sin el cual resulta complicado entender algunas de las dinámicas y procesos que afectan a la vida de las personas que habitan en la Franja de Gaza: este territorio tiene la mayor densidad de población del mundo y esta población está sitiada política y socialmente. El aumento del bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza incrementa también la asfixia de las libertades individuales y personales de toda población, limitando en mayor medida a las mujeres que a los varones.

A la sombra de lo que ocurre en otros países árabes (las llamadas “primaveras árabes”), se devalúa el interés internacional sobre lo que ocurre en Palestina en cuanto a violaciones de derechos humanos, consecuencias del bloqueo sobre Gaza o división política después del dominio de Hamás. La imagen se vuelve más ennegrecida y el escenario más incomprensible para la próxima etapa de Gaza y de Palestina en su conjunto. La sociedad comprende muy bien que lo más peligroso es la división. Hace unos años, la causa palestina se introdujo en un periodo de máxima dificultad que entrañaba grandes peligros, como el de impedir la realización del sueño palestino, el de concluir la etapa de lucha nacional o el de posponer un proyecto democrático y social que entre sus principales objetivos contemplaba cambios políticos para la vida de las mujeres.

Leyes impuestas y diferenciadas

La sociedad palestina fue sometida durante décadas a sistemas políticos variados: la dominación otomana, primero; y el control de Egipto sobre la franja de Gaza y el de Jordania sobre Cisjordania, después. A partir de 1967, Israel ocupó Gaza, Jerusalén y Cisjordania. Como consecuencia, la población palestina ha venido viviendo décadas bajo leyes y legislaciones impuestas en el marco del sistema político dominante de turno. Así pues, las y los palestinos de Cisjordania fueron sometidos a las leyes y legislaciones de Jordania. La población de Gaza, al sistema de leyes egipcio (el código penal y el código civil aún siguen vigentes).

Las mujeres en Cisjordania están sometidas a las peculiares leyes jordanas sobre matrimonio, divorcio, custodia, etc. Las de Gaza siguen las normas de la legislación egipcia[1]. A pesar de toda una serie de luchas de las mujeres durante los pasados años, después de la firma de los Acuerdos de Oslo (1993), y el establecimiento de una autoridad legislativa a raíz de las elecciones de 1996 y de 2006, la situación legislativa sigue dividida.

Sin embargo, se han unificado las leyes electorales y se eligen representantes en el marco de un sistema electoral mixto que garantiza una cuota del 20 por ciento para las mujeres dentro de las listas electorales. Es decir, que toda Palestina elige representantes de manera unificada, pero la nación sigue dividida en cuanto a las leyes que regulan las relaciones familiares y entre la mujer y el hombre. Palestina se encamina hacia la unificación de su sistema político y de representación a través de elecciones, pero la autoridad política elegida saliente da la espalda ante la unificación de dos de las más importantes leyes que regulan la vida de la sociedad palestina.

Fotografía: Sandra Barrilaro.

La política represiva y el programa de Hamás

Hamás ganó las elecciones en la Franja de Gaza en 2006. Durante los meses siguientes se produjeron intensos enfrentamientos entre personas partidarias de Hamás y Al Fatah. El dominio de Hamás y la imposición de su agenda política e ideológica ha llevado consigo un retroceso en la construcción de una sociedad más democrática en Gaza.

El impacto sobre la vida de las mujeres ha sido y está siendo también muy negativo. Hamás se ha encaminado hacia un sistema político basado en la exclusión y el rechazo hacia el otro, un sistema intolerante con cualquier oposición en Gaza. Los rasgos más visibles son la represión de las libertades y el excesivo uso de la fuerza ante cualquier movilización opuesta a Hamás y a su programa social. Esta represión alcanza incluso a la sociedad civil, periodistas, feministas y sindicatos.

En el marco de esta política represiva ha habido ya incontables violaciones de derechos y libertades de los individuos y persecución contra toda aquella persona que levante su voz para protestar o para oponerse. Se ha impedido o intentado impedir la organización de cualquier movilización popular, marchas o manifestaciones. El gobierno de Hamás se aficionó a las persecuciones para provocar un estado de pánico y miedo entre la población, asegurándose el control total sobre todas las articulaciones de la vida en Gaza.

La imposición de su visión en cuanto a la islamización de la sociedad empezó con resoluciones extraoficiales emitidas por sus portavoces de gobierno, resoluciones que luego se convertían en medidas sobre el terreno, como la imposición del hiyab a las letradas o la prohibición de que las mujeres fumen narguile. Se ha relanzado una campaña acerca de la virtud que implica la persecución de las y los ciudadanos en lugares públicos y que incluye la verificación de las identidades de las personas de distinto sexo que van juntas, que están obligadas a demostrar que entre ellas existe una relación oficial.

Hamás trata de imponer en la calle su control y su ideología islámica. Ha intentado implantar de forma ilegal una serie de leyes para regular la sociedad palestina. Entre estas últimas se encuentran la de Educación y el Código Penal, cuestiones que provocaron una amplia discusión y una gran oposición entre las y los palestinos, especialmente por parte de las organizaciones de mujeres y de derechos humanos.

Los pasos que ha dado Hamás reflejan con mucha claridad su intención de aplicar leyes islámicas (sharía). La división política ha contribuido a la introducción por parte de Hamás de su agenda política y social y al establecimiento de su proyecto de fundar un emirato islámico en Gaza. Seguirá en la dirección opuesta a cualquier reconciliación inter palestina que pudiera revisar el cúmulo de leyes y resoluciones dictadas por Hamás.

Aunque Hamás afirma que trata de solucionar los problemas sociales a través de resoluciones que no son prioritarias, la verdad es que existen otras muchas cuestiones que requieren tratamiento, como los crímenes contra las mujeres bajo el pretexto del honor. De hecho, se han incrementado los casos de asesinato de mujeres, así como los suicidios.

No se puede dejar de resaltar la mala situación económica a la que se enfrentan día a día las y los gazatíes, debida en gran medida al bloqueo impuesto por Israel. El paro y la pobreza aumenta, en especial entre las mujeres y, en concreto, entre las jóvenes licenciadas universitarias. Continúan muriendo trabajadores en los túneles, trabajadores que en su mayoría son menores de edad. Hamás ha demostrado incapacidad para encontrar soluciones a estos problemas y su gobierno es reacio a apoyar a las instituciones que ofrecen servicios sociales. Impide a instituciones femeninas fundar un lugar para proteger a las mujeres que sufren violencia de género y no autoriza ninguna actividad para luchar contra la violencia, impidiendo el derecho a manifestarse y reprimiendo, agrediendo, golpeando y deteniendo a las activistas. En noviembre de 2012, por ejemplo, fueron golpeadas mujeres que protestaban contra la división política inter palestina, y decenas de estas activistas fueron detenidas.

La violencia de la ocupación

Las mujeres de Gaza son víctimas también del amplio abanico de violencia política que practica la ocupación israelí. Durante la Operación Plomo Fundido (diciembre de 2008 y enero de 2009) murieron 119 mujeres, y otras 19 más fallecieron en la Operación Pilar Defensivo.

Las consecuencias inhumanas e injustas que produce el bloqueo contra la población de Gaza (como el cierre de los pasos fronterizos o las interrupciones constantes de suministro eléctrico) perjudican de manera más dura a las mujeres. A todas estas cuestiones es a las que se suma el control del gobierno de Hamás, que acosa a las mujeres, y en especial a las jóvenes, bajo el pretexto de la que llaman “peculiaridad cultural religiosa”.

Frentes abiertos para la igualdad

Las mujeres tienen abiertos todos estos frentes que hemos ido exponiendo en los párrafos anteriores. En su conjunto, la situación ha creado una serie de grandes prioridades y retos para su lucha:
Primero: Enfrentarse a las violaciones israelíes.
Segundo: Preservar los logros conseguidos a lo largo de años de lucha.
Tercero: Trabajar para consagrar y divulgar la protección de los derechos humanos indivisibles y no discriminatorios, entendiendo que son derechos enraizados en la especia humana, y que garantizan al ser humano la justicia social y una vida digna.

El camino por andar es muy largo y lleno de obstáculos.

Por Nadia Abü Nahla
Dirige el Comité Técnico para los Asuntos de las Mujeres (WATC) de Gaza.
Traducido para Pueblos – Revista de Información y Debate por Jamal Halawa.

Notas:

En Gaza se aplica el código civil relativo al matrimonio y relaciones entre hombres y mujeres (divorcios, custodias, herencias, titularidad de tierra) de la ley egipcia, anterior a la ocupación israelí de 1967 y que no se aplica ya en Egipto. Son leyes basadas en la ley islámica o sharía. Esto significa que hay tribunales de la sharía, favorables a los varones, para resolver en estas cuestiones específicas, sin que exista otro código civil al que acudir en estos casos. La asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe ofrece en su web documentación sobre estas cuestiones:www.alqudsmalaga.org.

Sí a la Diversidad Familiar!
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