Gioconda Belli y los libros para mantener la esperanza en el arte y en la vida
La autora nicaragüense nos habla de 'Un silencio lleno de murmullos', de la importancia del activismo y de su reflejo en la creación.
Foto: Librotea
La vida de Gioconda Belli bien podría ser una novela. La escritora nicaragüense militó en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, y luchó contra la dictadura instaurada por Anastasio Somoza. Por esa razón, en la década de los 70 tuvo que exiliarse en México y Costa Rica. Tras volver a su país, su oposición a la decisiones del presidente Daniel Ortega hizo que fuera declarada “enemigo de la patria” en 2023, momento desde el que vive su segundo exilio en España. Todas esas experiencias vitales alimentan Un silencio lleno de murmullos, la última novela de la autora, ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía en 2023. Sin embargo, más allá de contar su propia experiencia, esta novela toma temas fundamentales en su obra (la revolución, el peso del pasado, la herencia dejada a futuras generaciones) para trabajar desde la ficción.
Gioconda Belli: entrevista y libros recomendados
La idea inicial de Gioconda Belli para Un silencio lleno de murmullos, un libro que comenzó a escribir durante la pandemia, era hablar de la desilusión. “Quería escribir sobre qué pasa cuando has invertido tu vida, tu tiempo, tu juventud en un proyecto que luego resulta que no sale como que quisiste”, explica la autora. “Después también pensé en el coste para los demás. En el caso mío en particular, eran mis hijas, pero no lo quería hacer sobre mí en particular, porque es un problema común a mucha gente. Por eso elegí la ficción y no hacer una historia sobre mí, pero sí introducir algunos temas que han sido importantes en mi literatura: la mujer, la culpa, la entrega política, cómo lo ve la nueva generación, en este caso Penélope, que es la protagonista viva”.
Un silencio lleno de murmullos
Gioconda Belli
Seix BarralVer ficha
Así, Penélope es la hija de una activista en el exilio que llega a Madrid para cerrar los asuntos pendientes de su madre una vez que ésta ha fallecido. Un juego de espejos en el que Belli proyecta su propia vida a través de la literatura, pero desde esa base se despliega la ficción. “Me fascinaron una serie de ideas. Por ejemplo, esa idea de que Penélope hable consigo misma porque no tiene con quién hablar. Y que entonces aparezca ese yo, que es una especie de Pepito Grillo, que siempre le da consejos”, explica la autora. “Después tiene el murmullo de la madre, que ha muerto. Penélope está metida en un ambiente silencioso, sola, y está con todos los recuerdos de la madre, y empieza a encontrar indicios de algo que no se sabe qué es, pero que te va dando una idea de que hay un misterio, un secreto. Y ese misterio, que no sabes a dónde la van a llevar, se incrementa con cosas que pasan en la casa. Y todo ese contexto te permite entrar en la intimidad, en los recuerdos, en el impacto psicológico-emocional que tuvo Penélope”.
Explica Gioconda Belli que quería ponerse en ese lugar, en el de una hija cuya vida ha estado marcada por el camino que ha elegido su madre. “Quería ponerme en ese lugar porque tengo hijas y en el caso de las dos mayores, ellas vivieron junto conmigo todo ese periodo de la revolución”, cuenta. “Yo hablé mucho con ellas sobre esto, esa fue mi manera de lidiar con el problema, tratar de explicarles, no guardar el secreto de lo que yo estaba haciendo, sino que ellas supieran de qué se trataba. Ellas fueron niñas que participaron en la Revolución, que tienen lindos recuerdos de su participación. Son mujeres muy fuertes y muy realizadas”.
La culpa sobre esa herencia es un tema central de Un silencio lleno de murmullos. “Es esa culpa que tenemos las mujeres por hacer cosas y no dedicarnos 100% a la maternidad, y que no deberíamos tener, porque al final de cuentas nuestras hijas aprenden que la realización personal es importante, y que le deben dar lugar a eso en sus vidas”, apunta. “Ese es el legado. Yo tuve una pasión, esa pasión la seguí porque para mí era sumamente importante. Es verdad que tal vez no estaba 100% del tiempo con ellas, pero tuvieron una madre mucho más capaz de entenderlas, de vivir cosas que contarles”, explica.
Literatura y activismo
En el caso de Gioconda Belli, la lucha política y la expresión artística son dos aspectos que no se entienden el uno sin el otro. “Al final del libro hay un pasaje sobre Sísifo, y Sísifo soy yo”, apunta. “Esa idea de Camus de que Sísifo es este personaje que nos representa a la condición humana, que está siempre luchando por llevar una roca a la cima, y siempre se le cae de una u otra manera, y que la rebeldía y la alegría tiene que estar en ese empeño, en el empeño de vivir una vida plena, de tener sueños. Yo ahora, por ejemplo, creo que mi literatura es lo que quiero que concentre mi energía, porque pienso que el libro, la palabra, tiene una capacidad de entrar en el corazón de la gente, y que necesitamos en este momento humanizarnos, no permitir la deshumanización que estamos sufriendo”.
Ese papel, el de la literatura, es para ella más importante aún hoy en día. “Creo que la literatura, la palabra, la poesía, la música, te impiden que caigas en la apatía, en el cinismo. Y por lo menos eso quisiera que lograra mi literatura, decir cosas que te dieran cariño al corazón, que te dijeran vale la pena luchar, vale la pena estar en este mundo”, explica. “A lo que se está enfrentando la juventud ahora es la indiferencia, porque ahora tienes la posibilidad de aislarse. Nosotros no teníamos esa posibilidad, yo no me podía quedar en mi casa y que me iban a llegar todas las noticias e iba a poder hablar con mis amigos en chats. Olvídate, tenías que ir a buscar a la gente. Eso sí me preocupa, me preocupa que se dé esa especie de alienación donde te quedas solo contigo mismo. El sentido de comunidad pienso que es fundamental, y eso es de alguna manera también lo que esta novela representa”.
Gioconda Belli y los libros para mantener la esperanza en el arte y en la vida
El invencible verano de Liliana
Cristina Rivera Garza
LITERATURA RANDOM HOUSEVer ficha
Me pareció extraordinario porque cuenta una violencia doméstica, pero lo cuenta a partir de una reconstrucción de la vida, no de la muerte, y lo hace con una poesía y una belleza muy estética, de manera muy linda nos hace sentir a ese ser que desapareció.
Un verdor terrible
Benjamín Labatut
Editorial AnagramaVer ficha
También tiene otro que se llama Maniac, ambos me gustaron muchísimo porque es una visión de la ciencia a partir de la subjetividad del científico. Él logra meterte en la cabeza del científico sabiendo poquito de él pero empezás a sentir y darte cuenta por qué tienen esas obsesiones, qué significa verlo todo matemáticamente por ejemplo.
Rayuela
Julio Cortázar
Ediciones CátedraVer ficha
Ha sido mi libro de cabecera durante mucho tiempo.Hace poquito fui a París y fui a buscar a Cortázar en Montparnasse. No lo encontré, pero bueno. Realmente ese libro fue fundamental, ya no lo leo todo, pero tiene algunos capítulos extraordinarios
El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde
SUSAETAVer ficha
Estaba leyendo El retrato de Dorian Gray otra vez, después de mucho tiempo de no leerlo. Realmente uno olvida los libros,sabes de qué se trata la historia pero realmente la manera en que el escritor te metió en la historia y te contó la historia siempre es un viaje nuevo cada vez.
Un cuarto propio
Virginia Woolf
LUMENVer ficha
Siempre vuelvo a Virginia Woolf, si me preguntas cómo quisiera escribir, te diría que me gustaría escribir como ella. Es una mujer con una capacidad de meterse en el alma humana, de decirlo tan bellamente, de atreverse a jugar con la manera de hacer literatura… Siempre vuelvo a La señora Dalloway, a El Faro, sus diarios son fantásticos y un ensayo que toda mujer debe leer es El cuarto propio
Por Guillermo Arenas
Fuente: El Diario