julio 08, 2025

45 años de la imposición de la sharía en Irán: el control total sobre las mujeres


Foto de archivo de dos niñas iraníes en Teherán (Irán) con el código islámico de vestimenta también llamado 'Hijab'. Teherán, 8 de febrero de 2008. EFE/Abedin Taherkenareh


Este 7 de julio se cumplen 45 años de la imposición en Irán de la sharía —en árabe “sendero” o “camino recto”— tras el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, un conjunto de normas derivadas y malinterpretadas del Corán y de la tradición del profeta Mahoma para regular la fe y los aspectos cotidianos de la vida que, desde ese año, sería la base de las leyes estatales impuestas para controlar la vida pública y privada de la población, especialmente de las mujeres.

Fue en 1980 cuando se hizo obligatorio el uso del velo en edificios y espacios oficiales, una norma que solo fue el comienzo de un sistema legal que cambió por completo la vida de mujeres y niñas, sometiendo sus cuerpos, derechos y libertades a través de códigos que buscaban reforzar de manera férrea el poder religioso y patriarcal.

Miles de mujeres protestaron en Teherán antes y después del 8 de marzo de 1979 contra la imposición del ‘hiyab’, incluyendo feministas destacadas como la periodista y escritora alemana Alice Schwarzer, la editora Claude Servan-Schreiber o diferentes activistas del Movimiento Internacional de Defensa de los Derechos de las Mujeres. Sin embargo, el avance del control islámico ya no pudo frenarse y muchas de ellas terminaron siendo expulsadas, como la estadounidense Kate Millett, cuya experiencia relataría en su libro Going to Irán (1982).

Hoy, cuatro décadas y media después, las iraníes siguen sin poder salir a la calle descubiertas, enfrentándose a azotes, penas de cárcel o incluso a la muerte, tan solo por dejar ver un mechón de su cabello, como ya narró Marjane Satrapi en su obra cumbre, Persépolis.

Bajo el liderazgo de Ali Khamenei, la sharía sigue regulando la vida de las mujeres, desde el matrimonio y el divorcio hasta la custodia de los hijos, la herencia o su palabra ante la ley, por lo que siguen sin ser dueñas de sí mismas bajo la violencia y la amenaza permanente.
El mundo en Irán antes de la Revolución Islámica

Todo era diferente en Irán antes de 1980. El país vivía un proceso de modernización y apertura en el que las mujeres habían conquistado derechos tan importantes como el voto en 1963, poder estudiar en la universidad, divorciarse o ser juezas. Tampoco existían imposiciones en cuanto a la forma de vestir, y mujeres con velo convivían en igualdad con jóvenes estudiantes en minifalda.

Según la periodista iraní Feranak Amidi, en entrevista a la BBC el 25 de septiembre de 2022, “antes de 1979 había discotecas y locales de entretenimiento y la gente era libre de socializar como quisiera (...) veías una variedad de formas de vestir”.

Con la caída del Sha de Persia y la llegada al poder del ayatolá Jomeini, todos aquellos avances desaparecieron rápidamente y la sharía redefinió su lugar en la familia y la sociedad. Fue entonces cuando las mujeres perdieron el derecho a divorciarse en igualdad de condiciones y quedaron excluidas de la judicatura, reduciéndose de nuevo la edad de consentimiento y volviendo a ser comunes los matrimonios infantiles, cuya edad bajaría de 18 a tan solo 13 años tras pasar por los 9.

Previamente, muchas personas se habían manifestado en Irán contra el gobierno autoritario del sha Mohammad Reza y su dinastía Pahleví creyendo que ganarían en derechos y aperturismo, sin embargo, nada de eso ocurrió. Los más religiosos y tradicionales, por el contrario, comenzaron a interesarse por el nuevo ambiente de la revolución.

Así, como señaló la periodista y presentadora iraní Rana Rahimpour a la BBC, también el 25 de septiembre de 2022, "después de la revolución nos dimos cuenta de que muchas personas religiosas se sentían incómodas con las minifaldas y con las libertades que hombres y mujeres tenían, y por eso también estuvieron de acuerdo con la revolución".
El retroceso en la vida de millones de mujeres iraníes

La iraní Shirin Ebadi, Premio Nobel de la Paz en 2003, vivió en primera persona el retroceso en los derechos de las mujeres con la llegada de Jomeini, teniendo que abandonar su trabajo como jueza –la primera mujer iraní en ocupar ese cargo- tras su nombramiento en 1969.

A pesar de ello, siempre quiso dejar claro, como señaló a EFE el 23 de octubre de 2006 con motivo de la tercera edición del Diálogo Oriente-Occidente organizado por Casa Asia de Barcelona, que la sharía no procede del Islam, "una religión que acepta la igualdad del hombre y la mujer", sino de una cultura patriarcal machista transmitida de madre a hijos como “una enfermedad hemofílica".

Las mujeres quedaron completamente desprotegidas ante los abusos y se reforzó la idea de que valían mucho menos o, dicho de otra manera, que "la vida de dos mujeres vale lo mismo que la de un hombre", como añadió entonces Ebadi. Todo bajo la estricta vigilancia de la llamada ‘policía de la moral’, encargada del control de los espacios públicos a través de multas y detenciones.

El 15 de abril de 2007, durante el gobierno de Mahmud Ahmadineyad, un abogado del Centro iraní de Defensa de los Derechos Humanos -dirigido por Ebadi- explicó a EFE lo difícil que sería un cambio real en su país, "porque la gente tiene miedo y prefieren mantener lo que tienen que poner en riesgo su vida y la de sus familias". Algo que también reflejaría Satrapi en Persépolis a través de una frase de su abuela: “El miedo nos hace perder la conciencia y también nos convierte en cobardes”.

Foto de archivo con mujeres conmemorando la muerte de Fátima, hija de Mahoma. Teherán, 2/3/2017. EFE/ABEDIN TAHERKENAREH

La situación de las mujeres en Irán en la actualidad

En los últimos años, sobre todo tras el movimiento “Mujer, Vida, Libertad” que estalló en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, los derechos de las mujeres no han visto mejoras y ha aumentado la represión. Según Amnistía Internacional, desde marzo de 2025 decenas de activistas han sido arrestadas sin justificación o condenadas a muerte, incluso hombres como el cantante Mehdi Yarrahi, azotado con 74 latigazos por criticar la obligación del velo.

Para Diana Eltahawy, directora regional adjunta de AI para Oriente Medio y Norte de África, “en lugar de abordar la discriminación y violencia sistémicas contra mujeres y niñas, intentan aplastar el movimiento de defensa de los derechos de las mujeres”.

Hoy, cuatro décadas y media después de la Revolución Islámica y bajo el actual liderazgo de Ali Khamenei, la sharía sigue regulando la vida de las mujeres, desde el matrimonio y el divorcio hasta la custodia de los hijos, la herencia o su palabra ante la ley, por lo que las iraníes siguen sin ser dueñas de sí mismas bajo la violencia y la amenaza permanente.

Pero la lucha de las iraníes no se apaga. Gracias a mujeres como la abogada y defensora de derechos humanos, Nasrin Sotoudeh, encarcelada reiteradamente por su activismo, la resistencia sigue encendiendo la llama de la esperanza para millones de mujeres que sueñan con ser libres y vivir, al fin, sin miedo.

"La juventud de Irán ha transformado las calles y los espacios públicos en un escenario de resistencia civil generalizada. La resistencia está viva y la lucha perdura", afirmó Narges Mohammadi el 10 de diciembre de 2023, activista iraní y Premio Nobel de la Paz, en un discurso leído y recogido por EFE con motivo de su galardón desde la cárcel de Evin (Teherán), donde permanece recluida en la actualidad.


Por Almudena Orellana 
Fuente: Efeminista

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