julio 25, 2025

La brecha de género no se cerrará hasta dentro de 123 años: las mujeres solo pueden acceder al 61% de las oportunidades económicas que tienen los hombres


La brecha de género no se cerrará hasta dentro de 123 años. (Montaje Infobae España/Canva)

Vivimos en un mundo en el que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres no está garantizada, y, al paso que vamos, todavía nos quedan 123 años para conseguir una sociedad justa. Este es el futuro que dibuja el último Informe Global sobre Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial, que augura que, pese a los progresos en áreas como la educación o la salud, llegar a un mundo en el que la paridad económica sea una realidad sigue siendo un objetivo muy lejano para la mayoría de los países.

El estudio, que ha analizado la evolución de la igualdad de género en 148 países, mide el nivel de equidad en cuatro dimensiones: Participación y oportunidades económicas, Logros educativos, Salud y supervivencia, y Empoderamiento político.


Como punto positivo, el estudio aclara que, en general, la brecha de género está cerrada al 68,8%. Pero los datos cojean en el ámbito económico, donde existe más desigualdad, ya que las mujeres solo tienen a su alcance el 61% de las condiciones y posibilidades económicas que tienen los hombres, la cifra más baja de los cuatro apartados analizados.

El techo de cristal persiste pese al avance educativo de las mujeres

Aunque las mujeres han alcanzado cifras récord en educación, superando a los hombres en tasas de graduadas universitarias, el techo de cristal aún existe, y solo el 29,5% de los puestos directivos corresponden a mujeres con ese nivel educativo. La participación de las mujeres en la fuerza laboral mundial ha subido ligeramente hasta el 41,2% en 2024, una cifra que muestra la persistente desigualdad estructural y la dificultad que tienen ellas para acceder a empleos de calidad.


Además, muchos sectores laborales siguen estando profundamente segregados. Las mujeres predominan en ramas como la salud y la educación, áreas tradicionalmente muy feminizadas y, por lo general, con salarios inferiores a los de los sectores en los que hay más hombres. La brecha salarial y la falta de acceso a cargos de liderazgo continúa siendo uno de los obstáculos centrales a la hora de traducir los logros educativos en avances económicos reales y sostenibles.

Del aula a la oficina: el difícil acceso de las mujeres al liderazgo económico

Aun así, más del 95% de la brecha educativa está cerrada, y algunos países pueden afirmar que cuentan con prácticamente un 100% de paridad en este terreno. Pero la desigualdad se encuentra en la dificultad de las mujeres para saltar a posiciones de mando en empresas y sectores clave. Este paso, según el informe, está obstaculizado por factores sociales, legislativos y estructurales.

El estudio también destaca que el porcentaje de mujeres en cargos directivos apenas ha crecido en los últimos cinco años, pasando del 25,7% al 28,1%. Además, el acceso a altos cargos tiende a ser mayor en sectores feminizados, lo que limita la diversificación del liderazgo femenino en la economía y restringe la capacidad de influir sobre las políticas y las decisiones económicas.

Perspectiva global: avances, riesgos y contrastes

La igualdad de género no está ligada exclusivamente al nivel de desarrollo económico del país. Islandia, que cuenta con un 92,6% de la brecha cerrada, lidera el ranking por décimo sexto año consecutivo, seguida por Finlandia, Noruega, Suecia y Nueva Zelanda. Este año, España ocupa la posición número 12 de la clasificación, con un 79,7% de igualdad entre hombres y mujeres. Pero, respecto a la edición anterior, ha caído dos puntos y se ha quedado fuera del top 10 de países con mayor equidad a nivel mundial.

De entre todos, ningún país ha alcanzado aún la paridad total, y el informe resalta a naciones de ingresos bajos o medios como Bangladés y México, por su progreso relativo gracias a las últimas reformas en leyes y políticas públicas.

El sueldo medio de las mujeres en España es un 16% inferior al de los hombres y todavía existe brecha salarial.

Sin embargo, los avances siguen siendo frágiles y siempre hay riesgo de retroceder. El análisis advierte del impacto de las crisis, como la pandemia del Covid-19, que golpeó los logros de muchas mujeres en países donde hacía poco que habían conseguido acceder al mercado laboral. La fragmentación económica y la aceleración tecnológica también amenazan con ampliar las desigualdades, en especial en regiones donde la implementación de las leyes en igualdad es precaria o desigual.

Al final, el Informe Global de este año concluye que se debe alcanzar la igualdad de género, y no solo porque es un deber moral, sino también una condición fundamental para el crecimiento económico y la resiliencia de los países. Aprovechar el talento y la participación plena de las mujeres en la economía global es uno de los desafíos más urgentes y complejos de este siglo.

Fuente: Infobae

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