agosto 19, 2025

América Latina: las niñas adolescentes dedican en promedio siete horas semanales más que sus pares varones al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado

Un estudio de UNICEF, que recoge datos de cinco países de la región, reveló que la brecha de género en labores de cuidado puede duplicarse en las niñas que viven en los hogares más pobres.


UNICEF/UN0512461/Vega 

En promedio, las niñas adolescentes dedican al menos una hora más diariamente, sumando siete a la semana, a trabajo doméstico y de cuidado, que sus pares varones, reveló un estudio realizado por UNICEF sobre el Uso del tiempo entre los y las adolescentes en América Latina, que incluye a cinco países de la región: Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay. 

La participación de las niñas en las actividades de cuidado comienza desde edades muy tempranas y se incrementa en su adolescencia, haciéndose más evidente en los hogares más pobres donde la brecha de cuidado en el hogar puede duplicarse, llegando a invertir al menos 14 horas más por semana a estas tareas que sus pares varones. Por su parte, los niños ocupan una mayor parte de su tiempo en actividades recreativas y de esparcimiento. 

Entre los factores asociados al tiempo que le dedican los y las adolescentes a este tipo de trabajo se incluyen la presencia de niños o niñas menores de cinco años en el hogar, la falta de accesibilidad a servicios de cuidado infantil en la primera infancia, así como el grado de participación de sus padres o madres en el trabajo no remunerado, replicando patrones de desigualdad de género entre generaciones. 

“Desde muy pequeñas, muchas niñas y adolescentes de los hogares más vulnerables ya asumen de forma desproporcionada responsabilidades domésticas y de cuidado en el hogar que limitan su derecho a estudiar, jugar y desarrollarse plenamente. Estas desigualdades les quitan tiempo para ser niñas, y condicionan sus oportunidades en el presente y el futuro”, afirmó Roberto Benes, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe. 


“Es esencial que estas familias tengan acceso a servicios de cuidado de calidad para sus hijos e hijas pequeñas, para las personas más mayores de la familia o miembros de la familia con discapacidad, para redistribuir equitativamente el trabajo de cuidados y evitar que recaiga de forma desproporcionada sobre las niñas adolescentes”. 
-Roberto Benes, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe

La evidencia recopilada por UNICEF también revela una relación clara entre escolaridad y trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, siendo la participación en estas tareas mayor entre los niños y niñas que no asisten a la escuela, en comparación con quienes sí lo hacen. Por ello, en la XVI Conferencia Regional de la Mujer que se realizó en México, UNICEF y ONU Mujeres presentó un informe de política pública en el que se recomienda evaluar y fortalecer las políticas de cuidado considerando: Ampliar la cobertura de servicios de cuidado (para primera infancia, personas mayores y personas con discapacidad) y de educación como condición necesaria para redistribuir el trabajo de cuidados y evitar que recaiga en niñas y adolescentes. Esto incluye hacerlos más accesibles y sensibles al tiempo de los y las adolescentes.
Protección social que acompañe transiciones y promueva la corresponsabilidad, incluidos programas de transferencias monetarias y otras prestaciones económicas que pueden reducir las cargas de cuidado que recaen sobre las adolescentes.

  • Promover la transformación cultural desde y para la adolescencia a través de campañas dirigidas a adolescentes, con sus lenguajes, medios y códigos; visibilizar el cuidado como trabajo igualmente valioso para hombres y mujeres (y niños y niñas); promover masculinidades corresponsables; y habilitar espacios de participación y reflexión colectiva desde el sistema educativo, los medios y las comunidades.
  • Generar evidencia robusta y sistemas de información fortalecidos con datos específicos, actualizados y desagregados por sexo y edad para dimensionar la carga de cuidado que asumen las y los adolescentes, sus causas y consecuencias.
  • Promover la educación para la igualdad y la garantía integral de derechos. Para ello, es necesario transformar el sistema educativo para que sea inclusivo con quienes enfrentan responsabilidades de cuidado por medio de adaptaciones curriculares, modalidades flexibles, tutorías personalizadas y acompañamiento psicosocial. 

“Los cuidados no remunerados constituyen una de las principales barreras para la igualdad de género. La desigual distribución del trabajo de cuidados que impacta incluso en las niñas es un reflejo de estructuras sociales que siguen asignando estas tareas según el género. Para cambiar esta realidad, necesitamos políticas públicas que redistribuyan el cuidado desde el Estado, garanticen tiempo propio para las niñas y adolescentes y promuevan una transformación cultural. Asegurar condiciones de cuidado justas desde la infancia es sembrar las bases para que niñas y adolescentes construyan un futuro con más libertad, igualdad y oportunidades”, afirma María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. 

Fuente: UNICEF

Notas:

Sobre el estudio de Uso del tiempo entre los y las adolescentes en América Latina, disponible aquí. Esta investigación se basa en datos provenientes de encuestas oficiales recientes sobre el uso del tiempo realizadas en América Latina. Para este estudio se contemplaron datos recientes de Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay.
Definición de cuidados: Los cuidados son actividades que regeneran diaria y generacionalmente el bienestar físico y emocional de las personas. Incluye las tareas cotidianas de gestión y sostenimiento de la vida, como: el mantenimiento de los espacios y bienes domésticos, el cuidado de los cuerpos, la educación/formación de las personas, el mantenimiento de las relaciones sociales o el apoyo psicológico a los miembros de la familia.

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in