“Cada página de la historia forma parte de ti”
Con esta frase el periódico “El País” se ha pasado las dos últimas semanas anunciando el nuevo coleccionable que hoy saca al mercado llamado “LA HISTORIA DE ESPAÑA”.
Hasta aquí todo está bien, puesto que soy de las que creen que está bien saber de donde venimos para tener alguna ventaja a la hora de enfrentarnos a la dura pregunta de ¿Quiénes somos en realidad?, ¿Quien soy yo?
El problema surge con la parte visual de la publicidad, puesto que, de nuevo a los publicistas les ha subido el subconsciente como la espuma. Y lo digo porque no quiero pensar que ha habido intencionalidad manifiesta.
Y digo esto porque en la publicidad sólo aparecen hombres rememorando algunas épocas de la historia del estado español. Y además esos hombres, casi todos van disfrazados con atuendos militares.
Y por supuesto las preguntas y conjeturas se disparan: ¿Acaso la historia del estado español sólo ha estado formada por guerras y batallas? Y, si es así (que no lo es) ¿Acaso las mujeres no participamos nunca en esas guerras?, ¿Agustina de Aragón, ha sido un invento del cine?, ¿Qué pasa con Isabel de Castilla, también llamada Isabel la Católica? O, ¿acaso las mujeres no participaron en la guerra civil española?, Dolores Ibárruri, la “Pasionaria” por ejemplo, ¿es otro invento del cine? Y seguro que podríamos encontrar más ejemplos.
Pero eso es sólo en el aspecto bélico. Pero que la historia del estado español está repleta de mujeres cultas y que han aportado a las ciencias y las artes su sabiduría y su arte, aunque en demasiados casos sus nombres han sido silenciados.
Entre los nombres no silenciados ni camuflados tenemos una buena lista, como María de Zayas y Sotomayor, Teresa de Ávila o Emilia Pardo Bazán, por citar sólo a tres de ellas en la historia, puesto que en la actualidad tenemos representantes maravillosas en cada una de las disciplinas artísticas.
En el campo político, tenemos más ejemplos que no se recogen en la publicidad de este coleccionable (¿Cómo van a aparecer si sólo han sacado hombres de guerra?!!!) Clara Campoamor, sin cuya intervención en las Cortes Generales en la etapa de la II República no hubiera sido posible el voto de las mujeres. O Concepción Arenal, impulsora de reformas en las instituciones penitenciarias de su tiempo. O Victoria Kent quien aparte de ser Diputada en las Cortes Generales, también trabajó por los refugiados españoles al acabar la guerra y fundó una revista para que los exiliados en México pudieran recibir información de lo que aquí estaba pasando. Y así otras que han trabajado de forma más o menos silenciosa pero sin cuya aportación la historia que conocemos seria impensable.
Podemos cometer el error de pensar que los estudios universitarios siempre estuvieron al alcance de las mujeres y no es en absoluto cierto. Desgraciadamente era otro espacio que nos estaba vetado y no fue hasta 1872 cuando una chica joven, María Elena Maseras se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Era la única mujer entre más de dos mil quinientos hombres hasta que dos años después se matriculó en la misma facultad Dolores Aleu.
Y, al menos en la publicidad de esta nueva edición de una HISTORIA DE ESPAÑA ninguna mujer aparece. Pero siempre hemos estado ahí, construyendo codo a codo la historia con los hombres, pese a que se nos ha negado y excluido de los libros de texto.
Afortunadamente hay muchas personas, mujeres y hombres, interesadas en ir rescatando del olvido el trabajo callado pero constante que las mujeres hemos ido haciendo a lo largo de los tiempos. Y de la misma manera que yo hoy he dado algunos nombres, irán apareciendo muchos más y poco a poco iremos incorporando en nuevas ediciones de la historia del estado español los nombres de las mujeres que han hecho posible que nuestra sociedad sea tal y como hoy la conocemos.
Y será una forma de hacer justicia con ellas, puesto que siempre estuvieron ahí, trabajando y estudiando, pese a que silenciaran tanto sus nombres como sus logros.
Ontinyent, 23 de septiembre de 2007.
Por Tere Molla Castells
tmolla@teremolla.net