Kolumna Okupa. Vaginas* en San Marcos
Estas chicas no están en el tercio superior, sino en el quinto superior. Eso significa que son, muchas de ellas, las mejores alumnas de sus respectivas carreras en sus respectivas universidades, y que siendo inteligentes, jóvenes, bonitas, activas y lo suficientemente politizadas, decidieron tomar los pasillos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por asalto para visibilizar su identidad y su deseo.
Un deseo trasgresor. Un deseo que, aun para mí y para muchas personas aparentemente "amplias de criterio", nos interpela fuertemente. Nos desafía. Nos perturba. Ellas, en tanto han aprendido el feminismo desde sus propios cuerpos y no en cursos o talleres de ONGs, huérfanas pero lúcidas, saben que "lo personal es político" y demuestran una cordura y valentía extraordinarias para poder acercarse al tema de la discriminación con creatividad y decisión. Me refiero a los colectivos La Mestiza y Pacha Alterna que, en octubre del año pasado, decidieron salir del armario con un ramo de flores simbólicas en las manos. Y sí que pincharon esas espinas.
Las estudiantes universitarias de estos dos colectivos –también hay hombres, por cierto– colgaron fotos que escandalizaron a más de uno: vaginas, desnudos, besos entre ellas, una mujer orinando parada, y sexo simulado bajo velos y faldas. Las fotos no eran solo para armar escándalo, sino para mostrar de una manera revulsiva que, en todos los espacios, es necesario pensar en el otro con toda su alteridad, su radicalidad, su identidad diferente. Siguiendo las pautas de grupos "de shock" como las Guerrilla Girls, entre otros, estas jóvenes feministas y lesbianas decidieron "ser visibles".
Ellas no quieren tolerancia: ellas quieren vivir su vida, ser entendidas y atendidas, y poder demostrar que detrás de esos lentes, bajo esos polos, y junto a esas cartucheras, la vida se vive con intensidad en variaciones que no caben en las usuales normatividades de género. Si, como sostiene Judith Butler, los seres humanos en el transcurso de nuestras vidas nos vamos "engenerando", entonces ellas han decidido hacerlo de una manera diversa, y poder sostener ante sus compañeros y profesores una radical posición que, de alguna manera, es necesaria para evitar que nos amodorremos moralmente.
"Hacemos política desde nuestros cuerpos. Nuestros placeres, nuestras diferencias. Para denunciar y para crear una cultura diferente. NO queremos tu falsa tolerancia porque nada se puede construir sin interpelar directamente, sin traer abajo pre-concepciones. Sin darnos la posibilidad de vivir diferente a como fuimos educadxs". Además del uso de la "x" como una marca de indiferenciación de género, las activistas de estos dos grupos, se auto-proclaman autónomas. La palabra parece casi un adjetivo de "proyecto de desarrollo", pero en el contexto del feminismo latinoamericano, esta palabra tiene su propia densidad simbólica, y en la práctica combate su burocratización. Así este fragmento formó parte del manifiesto que ocupó toda una pared en el pabellón de Ciencias Sociales de San Marcos.
El manifiesto se mantuvo durante varios días, las fotos no duraron ni tres horas. Fueron arrancadas, garabateadas, jaladas, manchadas, borroneadas. Fueron expulsadas del mundo universitario. "Comentarios como ‘qué asco de fotos’, ‘tor tees’, ‘Viva el Yuri’ (sexo entre mujeres en el anime), ‘suéltate las trenzas’ y demás fueron expresiones tras la publicación", comenta Pacha Alterna en su blog. Eran chocantes para algunos. Eran un pretexto para reírse nerviosamente en el caso de algunos varones. Para otras chicas, incluso lesbianas ellas mismas, eran vulgares. Pornográficas. Atorrantes.
Pero reales. ¿Por qué no podemos soportar, ante nuestros propios ojos, que otras sexualidades que no son las nuestras, gocen en la extensión más pura del término? Es el miedo a entender que UNO no es el centro.
* ¿Por qué será que cuando se escribe la palabra "vagina" el Word la cambia o la resalta en rojo?
Por Rocío Silva Santisteban
Foto Emblema. Una de las imágenes difundidas por los colectivos
La Mestiza y Pacha Alterna.