agosto 11, 2008

Clausuran XVII Conferencia Internacional sobre SIDA

Ante el VIH, gobiernos del mundo tienen deuda con las mujeres.
Con los retos y desafíos del pasado y nuevas esperanzas terminó la XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA, donde hubo el pronunciamiento general porque ha llegado el momento de la prevención universal, el respeto a los derechos humanos y el final del estigma y la discriminación para las personas que viven con VIH y SIDA.

En la sesión de clausura interrumpida en dos ocasiones, la primera por la Red Mexicana de Trabajadores Sexuales de la Ciudad de México que exigían respeto a sus derechos humanos y distribución de antirretrovirales (ARV), y otra por organizaciones de diferentes partes del mundo en demanda de vivienda digna para personas con enfermedades relacionadas con el VIH, hubo una sola mujer oradora, María Elena Ramos Rodríguez, del ICW, quien reiteró que los gobiernos del mundo tienen una deuda muy grande con las mujeres.

Difíciles momentos para Michel Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Global y para el nuevo presidente de la Asociación Internacional de SIDA (AIDS, por sus siglas en inglés), Julio Montaner, quienes tuvieron que aguardar que concluyeran las protestas.

En su intervención, el ahora ex presidente de la AIDS, Pedro Canh, calificó la XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA como un hito y resaltó los compromisos de la cumbre de Ministros de Educación y de Salud de América Latina y el Caribe, así como el debate abierto de las organizaciones basadas en la fe, como muestra de que nadie puede ser considerado un observador silencioso del dolor y del sufrimiento de las otras personas.

Destacó la presentación de avances importantes en la expansión de los ARV y coincidió con otros oradores en que terminó la “falsa contradicción entre los fondos destinados al SIDA y el fortalecimiento de los sistemas públicos de salud, necesitamos más fondos para el SIDA, más integración con la salud sexual y reproductiva, la tuberculosis y las infecciones de transmisión sexual”, dijo.

Recordó que detrás de las estadísticas, cada gráfico o curva, hay millones de personas esperando apoyo, tratamiento y cuidado, “ahora está en nuestras manos –líderes, científicos y comunidad—mantener nuestros compromisos y hacerlos realidad”.

En su intervención, el co-presidente de la AIDS, Luis Soto-Ramírez, sostuvo que esta conferencia reafirma la esperanza para Latinoamérica y el Caribe de seguir luchando sin desfallecer, tras la conclusión de la segunda conferencia más concurrida.

Reconoció que todavía no estamos “bien en el camino, todavía falta comprometernos contra la homofobia, conformar política públicas y una acción de prevención universal”, se refirió a las diversidades sexuales y planteó que “ignorar las necesidades de niñas y adolescentes conllevará a más infecciones, con un alto costo para el futuro”.

El mexicano Soto-Ramírez pidió terminar con los estigmas y la discriminación: los enemigos comunes del VIH-SIDA.
El presidente de la AIDS, Julio Montaner, se refirió a los avances importantes en la ciencia que permite garantizar a un joven de 20 diagnosticado como positivo al VIH, puede tener una esperanza de vida mejor gracias a los tratamientos de ARV, a los cuales tienen acceso tres millones de personas, unas 400 mil en América Latina y el Caribe.

Al concluir la conferencia, dijo, confío en que se ha avanzado y sostuvo que los temas que “nos pondrán a prueba” son los derechos humanos, el derecho a la salud, la libertad de expresión y la seguridad social, condenó la violencia contra las niñas y la violación a mujeres.

Demandó la abolición de la ley que prohíbe a personas que viven con VIH/SIDA a viajar que aún existe en 71 países, pidió respeto al alcalde de Moscú para los gay y usuarias de drogas inyectables, también condenó la criminalización de la transmisión del VIH, leyes que obstaculizan la respuesta contra el VIH/SIDA.

María Elena Ramos Rodríguez destacó que los gobiernos tienen una deuda pendiente con las mujeres y demandó a los países de América el establecimiento de políticas migratorias en el marco del respeto a los derechos humanos que garanticen el acceso universal a la prevención y atención integral.

La activista del ICW, mujeres viviendo con VIH, destacó la problemática migratoria en la frontera de México con Estados Unidos, donde es preocupante la dimensión que toma la infección del VIH, donde ellas y ellos se enfrentan a la furia de los agentes fronterizos, “no es desconocido para ustedes que ellos y con mayor frecuencia ellas utilizan el cuerpo como pasaporte y ante esa circunstancia es muy difícil negociar el uso del condón”.

Ramos Rodríguez destacó el caso de las usuarias de drogas inyectables, marginadas, estigmatizadas y discriminadas, además de ser invisibles para las políticas públicas, los prestadores de servicios, la ciudadanía y hasta para sus familias y amigos, porque transgreden al abandonar a sus hijos, maltratarlos o ponerlos en riesgo.

El representante de la comunidad gay, Carlos García de León, hizo un recuento de cómo durante los últimos cinco días en que se realizó el XVII Congreso Internacional sobre el SIDA, niños, jóvenes, mujeres, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras sexuales, indígenas y mujeres se infectaron, al tiempo que hubo otros con mejores oportunidades gracias al trabajo que en esta materia se ha alcanzado.

México tiene ahora un antes y un después, el de antes de la Conferencia y el de ahora, donde no permitiremos que se den pasos atrás, porque haremos que el tema de la conferencia se haga realidad.

Rodrigo Ollin, de la organización AVE de México, destacó que la homofobia pone en riesgo a la población gay y apuntó “tenemos derecho a vivir sin homofobia, a ser felices y a vivir sin VIH, luego preguntó ¿qué nos queda para después?, ¿qué vamos a hacer a partir del 9 de agosto?

Debemos vigilar que el gobierno no sólo firme acuerdos sino que haya acciones, que disponga de presupuestos, que haga campañas para liberarnos del estigma y la discriminación y que el tema del VIH/SIDA no sea tema de cinco días sino de todos los días.

Ollin sostuvo que los retos futuros serán, entre otros, el acceso a ARV de bajo costo y para todos, el respeto a los derechos humanos, se combata la homofobia y se destinen más recursos para la prevención.

En tanto, en representación de las mujeres transgénero, Jeniffer demandó no más crímenes de transfobia, no violencia y derechos.
Por Soledad Jarquín
Fuente: Cimac Noticias

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