Morir por la libertad (la de las mujeres en particular) en Afganistán
En los discursos de los dirigentes franceses se ve el resurgimiento de dos explicaciones para dicha presencia: Luchando allí defendemos la libertad en Francia; y, por otra parte, las mujeres afganas oprimidas nos necesitan.
- «La historia circula por Internet, desde hace años, en innumerables versiones. A veces la víctima es una niña de 10 años. Otras, es una mujer. La mayoría de las veces se informa de que los talibanes se ‘conformaron’, si se me permite la expresión, con arrancarle las uñas a la víctima. En la versión del presidente le amputaron la mano»»
- «Es extraño que ninguna investigación seria haya venido a cuestionar las formas de difusión de semejante rumor. Hay una fuente que parece que es un informe de Amnistía Internacional, que data de 1997, en el que las conclusiones son mucho más modestas que los comentarios que ha inspirado: ‘Por lo menos en un caso’, escribía la organización humanitaria, ‘el castigo infligido fue una mutilación. En octubre de 1996, los talibanes habrían seccionado la punta del pulgar de una mujer en el barrio de Khair Khana, en Kabul. Este ‘castigo’, al parecer, se le impuso a dicha mujer por llevar las uñas pintadas’. Sam Gardiner, un coronel del ejército estadounidense que ha investigado sobre la información de guerra de las campañas de Afganistán e Iraq, demostró recientemente que la ‘historia de las uñas arrancadas’ fue elegida cuidadosamente por Alastair Campbell, el consejero de Tony Blair, para ilustrar las violencias que ejercían contra las mujeres los ‘estudiantes de teología’ y se difundió masivamente para convencer a la opinión pública y a los gobiernos europeos reacios a unirse a la coalición internacional dirigida por Estados Unidos»
- «La misma historia se difundió en Washington y Londres siguiendo un guión idéntico y a veces llegando a utilizar las mismas palabras. Desde noviembre de 2001, reveló Gardiner, ‘la orquestación de la campaña en favor de las mujeres afganas mostraba sorprendentes similitudes en cuanto al momento y los escenarios utilizados en Londres y Washington’. El 17 de noviembre de 2001 Laura Bush, la primera dama de Estados Unidos, declaraba: ‘Sólo los terroristas y los talibanes amenazan con arrancar los dedos de quienes lleven las uñas pintadas’. Y Cherie Blair, su homóloga británica, afirmó (en Londres, al día siguiente): En Afganistán, si lleva las uñas pintadas, pueden arrancarle los dedos».
La situación actual de las mujeres bajo el régimen del presidente Hamid Karzai, ¿es como nos la cuentan?
- «The Afghan women jailed for being victims of rape» (Las mujeres afganas encarceladas por sufrir violaciones). El reportero había visitado la prisión de Lashkar Gah, una cárcel de apariencia medieval donde «dos tercios de las presas están condenadas por mantener relaciones sexuales ilegales, aunque en realidad son víctimas de violaciones (…) El sistema no distingue entre las que fueron violadas y las que huyeron con un hombre»
- «Sentado en su oficina decorada con flores de plástico, optimistas carteles de las Naciones Unidas y fotos del presidente afgano Hamid Karzai, el coronel Ghulam Ali, un alto responsable regional de seguridad, explica gravemente que está de acuerdo con las autoridades en condenar a las víctimas de violaciones: ‘En Afganistán, las relaciones sexuales ilegales, sean forzosas o no, son un crimen porque lo dicen las reglas musulmanas. Pienso que eso está bien. En el mundo actual hay muchas enfermedades, como el sida, que se pueden contraer a través de relaciones sexuales ilegales».
Y siguió con una serie de declaraciones que no tienen desperdicio…
La idea de que es absolutamente necesario «responder» a cualquier ataque, sea el que sea, para demostrar que no claudicamos frente al terrorismo, se está cuestionando por informes estadounidenses que se acaban de publicar el 20 de agosto: «1998 Missile Strikes on Bin Laden May Have Backfired» (1.998 ataques con misiles contra Bin Laden podrían haber fracasado). En agosto de 2008, Estados Unidos, a raíz de los atentados de Al Qaeda contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania, lanzó misiles sobre Afganistán. Según una revista estadounidense, esas represalias podrían tener consecuencias negativas a largo plazo para los intereses de EEUU y pueden reforzar la alianza entre los talibanes y Al Qaeda.
- Original en francés:
Por Alain Gresh
Le Monde Diplomatique
Traducción Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala.