Elecciones de las mujeres kuwaitíes
Las mujeres votan, pero no por mujeres
Hasta el 26 de junio de 2006, en Kuwait, a las mujeres no se les permitía votar ni presentarse a elecciones. Ese día histórico, miles de mujeres kuwaitíes esperaron en un agobiante calor de más de 38 grados para emitir su voto por primera vez en la historia de su país. Desafortunadamente, de las 28 mujeres candidatas al parlamento, ninguna resultó electa, aunque a muchas les fue bien. Las votantes novatas -que ahora conforman dos tercios del electorado kuwaití--dieron sus votos a los veteranos candidatos islámicos varones.
Derechos de las mujeres en Kuwait
En comparación con la mayoría de las naciones del Golfo, las mujeres en Kuwait gozan de abundantes derechos civiles y económicos. Según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las mujeres comprenden dos tercios de los estudiantes universitarios y de posgrado en Kuwait. En 2001, las mujeres formaban un tercio de la fuerza laboral de Kuwait y recibían igual paga por igual trabajo tanto en el sector público como en el privado. Entonces, ¿por qué hasta hace solo dos años a las mujeres kuwaitíes se les negaba derechos políticos básicos?
Brian Katulis, miembro sénior del Center for American Progress, ofrece una posible respuesta. Su informe de 2005 sobre los derechos de las mujeres kuwaitíes reveló una complacencia popular respecto a la política en general, y al derecho femenino al voto en particular. El sufragio simplemente no estaba en los primeros puestos en la lista de prioridades de los kuwaitíes.
Katulis descubrió que los kuwaitíes, hombres y mujeres, estaban "inertes e inactivos" en cuanto a la política principalmente porque Kuwait, un estado de bienestar rico en petróleo, los llenaba de beneficios. Además, la mayoría de la gente que Katulis entrevistó creía que la política kuwaití, plagada de politiqueo tribal, nepotismo rampante y compra de votos, no cambiaría aun si se les daba a las mujeres el derecho al voto.
Islam y sufragio femenino
El emir kuwaití jeque Jabir al-Ahmad al-Sabah intentó en varias ocasiones extender el derecho al sufragio a las mujeres, pero siempre se encontró con la vehemente oposición islámica en el parlamento. En 2004, en un discurso ante el parlamento sostuvo: "Las mujeres kuwaitíes deberían poder votar y presentarse como candidatas en las elecciones. Han sido compañeras a la par de los hombres kuwaitíes y se han puesto al hombro sus responsabilidades".
Los islamistas se opusieron a los deseos del emir porque ellos creían que los derechos políticos de las mujeres contradecían los principios islámicos. Como prueba, se refirieron al famoso hadith, o dicho del profeta Mahoma: "Un pueblo que tiene como líder a una mujer nunca prosperará".
Muchos influyentes estudiosos islámicos, sin embargo, sostuvieron que este hadith no niega a las mujeres el derecho a votar. Una de dichas autoridades es el jeque Zoubir Bouchikhi, el imán de la Sociedad Islámica de la Mezquita Sudeste del Gran Houston, en Houston, Texas. Él es partidario del derecho de las mujeres a votar y emitió una fatwa, o ley religiosa, en su defensa:
"En el Islam, no hay nada que pruebe que las mujeres deben o no deben votar para elegir a un líder. (...) Debería afirmar aquí que el imán que niegue a las mujeres el derecho a votar está siguiendo su cultura y no su religión. (...) Más de la mitad de la población del mundo son mujeres y, si ignoramos este gran número, estamos condenándonos. (...) Es más, hay mujeres que tienen más sentido cuando hablan o actúan que algunos hombres. Entonces, ¿qué significa eso? Les deseo a las mujeres musulmanas todo lo mejor".
Votantes primerizas, voces primerizas
Cuando finalmente llegó el primer día de elecciones para ellas, las kuwaitíes no votaron por mujeres. En cambio, eligieron votar por los veteranos hombres islamistas que son, irónicamente, bien conocidos por su declarada oposición a la participación política de las mujeres. Justo después de la elección, Afaf, una empleada de ventas de 39 años, le dijo a AsiaNews: "Las mujeres candidatas son todavía políticamente ingenuas y no tuvieron suficiente tiempo para prepararse para las elecciones".
La victoria de los islamistas no fue una sorpresa. Su mensaje de tradición y el rol reverenciado de las mujeres como madres y amas de casa siempre atrajo a un gran número de mujeres kuwaitíes. El hecho de que los islamistas fueran nombres muy familiares en Kuwait también ayudó.
"Los islamistas son muy conocidos y tienen carisma", según Nasser al-Abdali, cabeza de la Sociedad Kuwaití para el Desarrollo de la Democracia en AsiaNews. "Tuvieron amplio apoyo entre las mujeres".
Las candidatas vencidas respondieron de diferentes maneras a su derrota en las urnas. Badrya Darwish comentó en el Kuwait Times: "Incluso algunos candidatos que estuvieron en contra de los derechos de las mujeres lo lograron esta vez con el respaldo de las mujeres. Yo llamo a esto traición. Las mujeres traicionaron a sus hermanas".
Aisha al-Rushaid le dijo al periódico en línea Quantara que la elección "fue una buena experiencia de la que aprendimos, pero las circunstancias no estuvieron alineadas a favor de las mujeres". Hablaba del hecho de que las kuwaitíes solo habían tenido 20 días para montar sus campañas y conocer a sus electores, mientras que sus competidores varones eran todos políticos experimentados y bien conocidos.
Maha Barjes, miembro de la Sociedad por los Derechos Humanos de Kuwait, declaró que ella al final se sentía como una "ciudadana plena". No culpó a sus congéneres ni a las duras circunstancias por la derrota de las mujeres, sino que se regocijó porque se logró la democracia en Kuwait.
El hecho de que las mujeres votaran por los islamistas--y, según algunos, contra sus propios intereses--es un perfecto ejemplo de la democracia en acción. En una entrevista con The New York Times, Barjes dijo: "La competencia es muy dura... Hay unas pocas candidatas que eran fuertes, pero esto es democracia: no puedes forzar a nadie a votar de determinada manera".
Fuente: International Museum of Women