COLOMBIA: Mujeres desplazadas marchan y discuten cómo terminar la violencia contra ellas
En el curso de una semana, las mujeres desplazadas en Colombia organizaron una manifestación por sus derechos justo al sur de la capital, Bogotá, y dieron los toques finales a una reunión de grupos de ellas distribuidos por todo el país para discutir cómo terminar la violencia contra la mujer. En ambos casos está presente el ACNUR. El 25 de noviembre, las calles de Soacha, la ciudad que colinda con la capital Bogotá por el sur, se llenaron de camisetas blancas y de pancartas el martes pasado, por una marcha de mujeres que conmemoraban el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres.
Las marchantes acompañaban la manifestación repitiendo en coro "del tipo que sea no a la violencia contra las mujeres". La frase les recordaba a los asistentes que las mujeres en Colombia sufren de maltrato psicológico, de agresiones físicas y sexuales, de necesidades económicas y de las consecuencias del conflicto armado, entre ellas el desplazamiento forzado.
Esta semana, unas 100 mujeres de varias regiones de Colombia se reúnen en Bogotá para discutir experiencias regionales en esa tarea de eliminación de la violencia, en el Primer Encuentro Nacional de Violencia Sexual y Basada en Género. En la mayoría de los casos, son las mujeres las que se ven forzadas a desplazarse.
Los ataques de los grupos irregulares destruyen sus hogares, sus cultivos y asesinan a sus esposos o compañeros sentimentales. "Uno que lo tenía todo. Le toca volver a vivir, empezar de cero", comenta Derly Checa, una mujer de unos 60 años quien hace dos llegó a Bogotá porque un grupo armado que no pudo reconocer destruyó su hogar en el sur del país. "Nosotros no quisimos salir de gusto, no, a nosotros nos sacaron" concluye. Otras veces, los grupos armados abusan de las mujeres. "Allá había una hacienda grande que cuidaba una vecina que se llamaba Mireya, a ella la amarraron a una mata de plátano, luego la violaron y la mataron" comenta una de las marchantes quien fue testigo de los acontecimientos.
Entre las mujeres desplazadas, la violencia doméstica también es un problema serio. Su alta prevalencia está asociada a la forma traumática en que ocurre el desplazamiento, a las difíciles condiciones de vida en los sitios de llegada y al cambio de roles que se da tras el desplazamiento, cuando con frecuencia es la mujer la que primero logra comenzar a generar ingresos.
Sin embargo, los procesos de capacitación sobre derechos y de fortalecimiento a sus organizaciones están teniendo un impacto sobre las mujeres. Según lo cuenta Derly, "antes era fatal para uno. Hasta que me vinculé al proyecto de ACNUR ahí fue cuando empecé a conocer mis derechos y ahí si poder exigir". Se refiere a la Mesa de Organizaciones de Mujeres, apoyada conjuntamente por el ACNUR y otra agencia de la ONU, UNIFEM, que se especializa en promover los derechos de las mujeres.
En la actividad de esta semana estarán representadas nueve regiones de Colombia: Arauca, Santander, Urabá, Antioquia, Meta, Nariño, Putumayo, el Chocó y Cundinamarca. Se reunirán en Bogotá a discutir entre ellas mismas, y también con hombres que participan en procesos para entender de otra forma la masculinidad, diferentes experiencias regionales en la búsqueda de poner fin a la violencia contra la mujer.
La reunión es coordinada por el ACNUR. Hay más de 26.000 desplazados registradas por el Gobierno colombiano en Soacha (las cifras de las ONG son más altas) y de ellas más de la mitad son mujeres. Dieciséis de los proyectos del ACNUR en Colombia están dedicados en este momento a enfrentar la violencia sexual y basada en género.
Como lo dice Stefano Feliciani, oficial del ACNUR encargado de este tema, "queremos terminar de fortalecer estos procesos, y facilitar que otras agencias de Naciones Unidas también lo hagan. Acompañar a las organizaciones de mujeres tienen un afecto real no sólo en reducir el impacto de la violencia sobre ellas, sino en mejorar su calidad de vida".
Fuente: El Mercurio Digital España