Del miedo a la libertad
El primer premio de la 59ª edición del Festival de Berlín fue para ''La teta asustada'', la segunda película de la joven directora peruana Claudia Llosa. El film se basa en historias reales sobre el drama de las mujeres violadas en Perú durante el conflicto armado de los años '80 y '90, y el trauma que ellas transmitieron al amamantar a sus hij@s. Fausta, la protagonista del film, deberá hacer frente a la herencia de silencio, miedo y dolor que se perpetúa en su cuerpo y alma, y en los de tantas otras mujeres.
La coproducción peruano-española La teta asustada de la directora peruana Claudia Llosa se llevó este año el máximo galardón en la 59ª edición del Festival de Berlín. En esta oportunidad el jurado otorgó el Oso de Oro a una producción que habla del horror que sufrieron las mujeres durante el conflicto armado en Perú entre los años '80 y '90 y de las huellas que persisten en los cuerpos de sus hij@s.
También ganadora del premio de la crítica internacional FIPRESCI (Fédération Internationale de la Presse Cinématographique), La teta asustada retrata la enfermedad que las mujeres embarazadas y violadas durante el terrorismo - liderado por Sendero Luminoso en la sierra peruana, y que dejó un saldo de unas 70.000 víctimas -, transmitieron al amamantar a sus hij@s. Junto con la leche materna, el horror y el trauma también nutrieron a una generación marcada por el abuso y la violencia de género.
Esta es la primera vez que una película peruana compite en la Berlinale. Además, La teta asustada fue el único largometraje en castellano que participó en la sección a concurso del Festival de Berlín de este año, en el que se presentaron 383 películas de las cuales sólo 18 fueron seleccionadas.
La historia del personaje principal del film, protagonizado por Magaly Solier y paradójicamente llamada Fausta, cuenta en primera persona el horror que vivió su madre – del que Fausta es testigo desde el vientre y que incluye el asesinato de su padre -, y cuya curación debe hacerse mediante rituales chamánicos. La película también narra el largo proceso que deberá atravesar la protagonista para curarse de una enfermedad que se le ha despertado tras introducirse una papa en la vagina, creyendo que el tubérculo la protegerá ante una posible violación.
Tímida, triste, el personaje de Fausta sólo rompe el silencio para interpretar canciones en lengua indígena. La música es en ella la máxima expresión del síndrome que sufre desde niña, y que la acompaña por los paisajes de la sierra peruana en su búsqueda por mitigar el dolor que vivió su madre y que todavía vive en ella.
Horas después de saberse premiada, Llosa dijo a la prensa: ''El cine permite compartir una vivencia como ésta, que oscureció mi país tanto tiempo, y del que ni siquiera he mostrado toda su dimensión real. Y tiene que contarse sin miedo a enseñar la herida. El pasado no debe olvidarse''. La directora también señaló: ''Incluí lo de la papa, después de leer varios libros sobre el 'síndrome de la teta asustada', que es real''.
Conocedora del desastre que dejó la violencia en su tierra, Llosa admitió que: ''No se puede enterrar a las víctimas bajo un manto de silencio, hay que recuperar su historia, la identidad perdida de una generación de personas que, por no tener, no tienen ni carné de identidad''. Y con estas declaraciones la directora explica por qué eligió incluir el idioma originario en su película: el 40 por ciento de la cinta está hablada en la lengua quechua.
Afincada en Barcelona y sobrina lejana de Mario Vargas Llosa, la realizadora admitió que ''Además de hablar de la guerra y de sus regazos, este largometraje intenta profundizar en la idea de que recuperar la autoestima de uno es una parte fundamental para poder superar cualquier trauma''.
Como anuncia el avance de la película, La teta asustada es ''un viaje del miedo a la libertad, la búsqueda de un florecer'', y Llosa agrega que ''la película propone ser críticos con nosotros mismos, con nuestros mecanismos de defensa, y estar dispuestos a enfrentar la herida para empezar a sanarla''.
Todavía sorprendida por la premiación, Solier, la actriz protagónica del film, señaló: ''los que no vieron nunca llorar a una mujer violada pensarán que se trata de pura ficción'', y contó: ''crecí con el drama de 'la teta asustada', lo odiaba porque aquellas mujeres que tenían hijos producto de una violación seguían siendo maltratadas como unos animales por sus maridos''.
La temática de género ya había sido explorada por Llosa en su primera película Madeinusa (2006), también protagonizada por la entonces debutante actriz Magaly Solier. Su ópera prima narra la historia de una joven indígena de 14 años en un pueblo perdido de la cordillera peruana, y que se distingue por su fervorosa religiosidad. Madeinusa ha sido premiada en los festivales de Cartagena, Mar de Plata y Rotterdam, donde se valoró a la cinta de temática andina y se reconoció la labor de su directora (que entonces sólo tenía 29 años), y su interés por el impacto de la guerra y la violencia.
Con la premiación de La teta asustada se da la segunda victoria consecutiva de películas sudamericanas. En la edición de 2008 el galardón fue para Tropa de élite, del brasileño José Padilla. Además, este año el segundo premio fue para la coproducción argentino-uruguaya Gigante, del argentino Adrián Biniez – 34 años y radicado en Montevideo -, que además recibió otros tres premios, entre ellos el de mejor ópera prima.
En conferencia de prensa, Llosa dijo que ''éste es un premio muy importante, muy significativo, que demuestra que nuestro cine, cuando sale al exterior, se entiende y transmite perfectamente nuestro sentir y nuestro mundo''.
Recién estrenada en España, la proyección de la película en Perú estaba prevista para septiembre, aunque a partir de la premiación, se adelantó su presentación para el próximo mes de abril.
Por Flavia Mameli
Fuentre: Artemisa Noticias