¿Dónde estaban los esposos del G-20?
Los maridos de las presidentas de Alemania y Argentina declinaron participar como acompañantes en la cumbre de Londres.
Los únicos dos hombres de la cumbre paralela del G-20 declinaron ir por motivos laborales
No todo lo relacionado con la cumbre del G-20, integrado por la veintena de países más poderosos del mundo, tiene que ver con trabajo, intrigas, acuerdos y sesudos debates sobre hacia dónde debe dirigirse el mundo. Hay otra faceta de ese G-20 más baladí, más coloristas y mucho más superficial: los actos paralelos organizados para entretener a las esposas de los presidentes. El problema es que ese grupo de cónyuges-acompañantes ha dejado de ser meramente femenino tras las elecciones de Angela Merkel y Cristina Kirchner (Alemania y Argentina, respectivamente). Sin embargo, sus maridos, Joachim Sauer y Néstor Kirchner, han decidido no acudir a la cumbre celebrada esta semana en Londres porque, según los medios locales, debían seguir con sus responsabilidades laborales. Otros, además, apuntan a que estos varones no tenían ninguna intención de participar en unos actos programados exclusivamente para entretener a unas mujeres que el único papel que tienen en la cumbre es el de meras acompañantes.
"Menos mal que también ha habido mujeres, como Sonsoles Espinosa (pareja de Rodríguez Zapatero) y Carla Bruni (Nicolas Sarkozy) - tampoco lo hizo la mujer de Silvio Berlusconi, Verónica Lario-,que no han ido. Al menos, mantienen la dignidad y evitan fotografías en las que salen retratadas en el papel tradicional de mujeres floreros...
La verdad es que no deja de ser chocante que en el siglo en el que estamos y toda la lucha que desde años se lleva realizando en pro de la igualdad efectiva de los sexos, nos encontremos fotografías de una cumbre internacional en la que las mujeres desempeñan el papel de mujeres floreros. ¡No me extraña que los maridos de Merkel y Kirchner no vayan!", señala la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo. "La imagen de las mujeres del G-20 demuestran claramente que el machismo es uno de las pocas cosas que comparten todos los países. Es algo mundial".
Similar opinión mantienen las representantes de las asociaciones feministas consultadas por este periódico quienes, en un intento de no resultar "irrespetuosas" con este tipo de eventos internacionales en un momento de crisis mundial, intentan moderar su lenguaje. "Creo que el papel de las mujeres en la política, aunque todavía enormemente escaso, ha cambiado considerablemente, por lo que la imagen de mujeres cuyo papel es el de acompañantes de sus maridos resulta un anacronismo que me causa una gran incomodidad estética", señala Marisa Sotelo, de la Fundación Mujeres. Pero aún más le enfada el papel de modelos que asumen, entrando en una especie de competición de haber quién es la que va más elegante. "Es curioso que ahora que hay hombres en el papel de marido de declinen asistir. Seguramente, estos dos señores tienen cosas más importantes que hacer", añade Marisa Sotelo.
Los periódicos argentinos y alemanes señalaron que los maridos de sus presidentas no acudirían a la cumbre porque debían ocuparse de su trabajo, lo que muestra otra gran diferencia entre sexos: la mayoría de las mujeres de presidentes han abandonado sus trabajos, mientras que ellos prosiguen en el mundo laboral al margen de la carrera política de su pareja. Pocas excepciones entre las féminas, como el caso de la española Sonsoles Espinosa, cantante lírica, y la cantante francesa Carla Bruni. Precisamente dos de las que no fueron.
Por Celeste López