abril 25, 2009

TRABAJO-CHILE: Mujeres tras mejores sueldos y flexibilidad

Dificultades para encontrar empleo, bajos sueldos,la rigidez de las jornadas y la desconfianza que sienten hacia salas cunas yjardines infantiles figuran entre los principales factores que impiden elingreso de más chilenas al mercado laboral, según el Barómetro Mujer yTrabajo 2009.
Tanto factores culturales como aspectos asociados a la estructura delmercado del trabajo están frenando el aumento de la participación laboral delas mujeres en Chile, resumió para IPS Verónica Flores, directora deestudios de ComunidadMujer, una organización privada sin fines de lucro.
Esta es la principal conclusión del segundo Barómetro Mujer y Trabajo 2009,elaborado por esta institución en conjunto con la Organización Internacionaldel Trabajo (OIT) y la empresa de encuestas DataVoz, que fue divulgado estejueves en un seminario en Santiago.
El estudio se basó en una encuesta realizada a 1.100 mujeres de la región Metropolitana de Santiago, de entre 18 y 60 años, sin actividad laboralremunerada en los últimos tres meses, que fueron seleccionadas de maneraaleatoria.Chile es uno de los países de América Latina con la tasa de participaciónlaboral femenina más baja, cercana a 40 por ciento.
Del total de mujeres entrevistadas, 78 por ciento dijeron haber trabajado almenos una vez en su vida remuneradamente y casi 70 por ciento aseguraronquerer reinsertarse en el mercado laboral, pero que "no pueden hacerlo" pordiferentes razones. Sólo un tercio de ellas reconocieron que no trabajanporque "no quieren".
Los principales obstáculos esgrimidos están asociados a la maternidad: 63por ciento de las mujeres consultas sostuvieron que no están dispuestas adejar el cuidado de sus hijos e hijas a otra persona o institución, mientrasque 60 por ciento plantearon que no tienen quién los cuide.Sesenta y dos por ciento de las mujeres que no laboran por atender a sus hijos creen que éstos están mejor con su madre que con cualquier otrapersona y, en caso de trabajar, 52 por ciento prefieren que los atienda unfamiliar cercano.
Estos resultados, según Flores y otros expertos que comentaron el estudio,revelan desconocimiento por parte de algunas mujeres sobre la existencia deuna oferta pública y gratuita de salas cunas o jardines infantiles en todoel país y cierta desconfianza hacia la idoneidad de estas instituciones.
Este desconocimiento se hace patente cuando se les pide a las mujeres que síhan utilizado estos servicios que los evalúen: la gran mayoría le pone lasnotas más altas. Por ello, los expertos llamaron al gobierno a mejorar la información sobreestas instituciones, considerando especialmente que la presidenta Michelle Bachelet cuadriplicó su número durante los tres primeros años de mandato.
Hoy son 3.500. Por otra parte, Harald Beyer, economista del Centro de Estudios Públicos(CEP), sugirió estudiar la forma de combinar de mejor manera el postnatalcon la labor de las salas cunas y jardines infantiles.
Un idea que se ha venido discutiendo hace tiempo en Chile es la posibilidadde alargar el periodo postnatal de los actuales 84 días hasta los seismeses. Hay otras razones estructurales y culturales que también frenan laincorporación de las mujeres al mercado laboral. Sesenta y uno por ciento de las entrevistadas señalaron que "la posibilidadde encontrar trabajo es baja", 51 por ciento sostuvieron que "no lesconviene trabajar" porque los sueldos son muy bajos, 42 por cientoplantearon que "no tienen quién realice las tareas domésticas" y 40 porciento declararon no trabajar porque "les gusta la libertad de la vida en lacasa".
Por otra parte, 25 por ciento de las mujeres que participaron en el sondeodeclararon que su "pareja o marido se pone celoso o no le gusta quetrabaje", 17 por ciento que tienen "enfermedades o problemas físicos que selo impiden" y nueve por ciento que están al cuidado de padres u otrosfamiliares.
Al ser consultadas por cuáles serían los factores más efectivos parafacilitar su inserción en el mercado laboral, 48 por ciento de las mujeresapuntaron a un mejoramiento del sueldo y 43 por ciento a una mayordisponibilidad de trabajos flexibles. Más abajo en la escala de prioridades figuran el hecho de "contar con elapoyo de la pareja o marido", con 29 por ciento, "extender o crear programasde apoyo al trabajo remunerado, como capacitación", 26 por ciento, "y unamejor información de empleos disponibles", con 23 por ciento.
La capacitación y la intermediación laboral son aspectos susceptibles demejorar con políticas públicas, plantearon los expertos, puesto que elmercado chileno suele "premiar" a las personas con mayor calificación,explicaron. Entre las razones por las que dejaron su último trabajo, 17 por ciento delas mujeres entrevistadas mencionaron que fueron despedidas, 12 por cientoque estaban cansadas de trabajar y además encargarse de las laboresdomésticas, 11 por ciento que no estaban conformes con la manera en queestaban cuidando a sus hijos e hijas y 10 por ciento porque sus parejasestaban celosas o consideraban que habían descuidado las labores del hogar.
Otra información relevante que entrega el Barómetro es la relación con elmonto por el cual las mujeres estarían dispuestas a salir a trabajar.Cerca de 60 por ciento de las entrevistadas aspiran a un monto mensual queva entre 160.000 (274 dólares) y 300.000 pesos (514 dólares).
En promedio pretenden obtener 253.000 pesos mensuales (433 dólares) por una jornadalaboral de ocho horas.Para Flores, esto demuestra que un subsidio estatal a la contratación demano de obra femenina, como el que se creó este año para jóvenes, podría sermuy efectivo. Pero esto fue descartado en el corto plazo por la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, quien participó en el seminario de este jueves, puesto queaún se debe evaluar el funcionamiento del primero.
En el parlamento también avanza un proyecto de ley sobre brecha salarial,que establece que hombres y mujeres deben recibir el mismo sueldo a igualfunción.
Finalmente, 82 por ciento de las consultadas señalaron que se sintieron"satisfechas" o "muy satisfechas" durante el periodo en que trabajaron. La mayoría de ellas también piensan que la mujer que trabaja es másindependiente e interesante como persona. Pero la tensión cultural está siempre presente: 64 por ciento cree que esprobable que un niño en edad preescolar sufra si su madre trabaja.
Por Daniela Estrada
Fuente:IPS

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in