COMUNICADO DE LA INICIATIVA DE LAS MUJERES PREMIOS NOBEL
La Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel de la Paz hemos impulsado un encuentro con más de 120 mujeres de todo el mundo en Guatemala los días 10, 11 y 12 de mayo, para reflexionar y avanzar en dar respuesta a los retos que conlleva la construcción de democracias participativas, pluralistas e incluyentes en el mundo y visibilizar los enormes aportes y luchas que las mujeres emprenden para abonar a esa construcción.
Nos mueve el anhelo compartido con mujeres del mundo y hombres e instituciones comprometidas con los derechos de las mujeres, de que el Estado guatemalteco transite hacia una democracia que brinde igualdad de oportunidades para las mujeres y la plena vigencia de sus derechos humanos, respaldando todos los esfuerzos que se encaminen en esa dirección.
Hemos sido testigas directas del valor, la resistencia y el coraje de las mujeres guatemaltecas en sus luchas por hacer valer sus derechos y los de toda la sociedad, en medio de enormes retos que amenazan su sobrevivencia, la de sus familias y comunidades.
Sus luchas se libran en medio de la inseguridad y violencia que miles de mujeres sufren histórica y cotidianamente en el país. No olvidamos los numerosos casos de mujeres, en su mayoría indígenas, abusadas sexualmente durante la guerra y nos alarman los más de 1,500 asesinatos de mujeres ocurridos desde el año 2001, de los cuales únicamente 14 han sido penados por los tribunales de justicia. La creciente re-militarización en el país y el armamentismo generalizado, son hechos que profundizan el cerco de impunidad alrededor de la sociedad guatemalteca, y de manera especial de las mujeres ya que viven formas de violencia que no remiten solamente a situaciones de guerra militar, sino a la constante guerra contra las mujeres que se caracteriza por la violencia de género en la calle, la casa y el trabajo. Las defensoras de derechos humanos también son objeto de acoso y violencia en su lucha por la justicia y carecen de las seguridades mínimas que el Estado tendría que garantizarles por su labor.
Creemos que las mujeres guatemaltecas, que tienen como tejido de fondo un mosaico de diversidad y pluralidad cultural de enorme riqueza para Guatemala y para el mundo, están contribuyendo a romper con la impunidad y a construir una democracia en done se pueda vivir con dignidad, respeto y con justicia en igualdad de oportunidades, en donde los voces diferentes puedan conjugarse y en dones mujeres y hombres puedan vivir una vida digna en el marco de los derechos humanos y la armonización con el resto del planeta.
Saludamos a todas las mujeres guatemaltecas, respaldamos sus luchas y queremos que sepan que no están solas.
Pedimos a la sociedad en general ese mismo respaldo a sus luchas.
Al Estado de Guatemala su compromiso por el cese de la impunidad en relación a la violencia que sufren las mujeres guatemaltecas.
Nos mueve el anhelo compartido con mujeres del mundo y hombres e instituciones comprometidas con los derechos de las mujeres, de que el Estado guatemalteco transite hacia una democracia que brinde igualdad de oportunidades para las mujeres y la plena vigencia de sus derechos humanos, respaldando todos los esfuerzos que se encaminen en esa dirección.
Hemos sido testigas directas del valor, la resistencia y el coraje de las mujeres guatemaltecas en sus luchas por hacer valer sus derechos y los de toda la sociedad, en medio de enormes retos que amenazan su sobrevivencia, la de sus familias y comunidades.
Sus luchas se libran en medio de la inseguridad y violencia que miles de mujeres sufren histórica y cotidianamente en el país. No olvidamos los numerosos casos de mujeres, en su mayoría indígenas, abusadas sexualmente durante la guerra y nos alarman los más de 1,500 asesinatos de mujeres ocurridos desde el año 2001, de los cuales únicamente 14 han sido penados por los tribunales de justicia. La creciente re-militarización en el país y el armamentismo generalizado, son hechos que profundizan el cerco de impunidad alrededor de la sociedad guatemalteca, y de manera especial de las mujeres ya que viven formas de violencia que no remiten solamente a situaciones de guerra militar, sino a la constante guerra contra las mujeres que se caracteriza por la violencia de género en la calle, la casa y el trabajo. Las defensoras de derechos humanos también son objeto de acoso y violencia en su lucha por la justicia y carecen de las seguridades mínimas que el Estado tendría que garantizarles por su labor.
Creemos que las mujeres guatemaltecas, que tienen como tejido de fondo un mosaico de diversidad y pluralidad cultural de enorme riqueza para Guatemala y para el mundo, están contribuyendo a romper con la impunidad y a construir una democracia en done se pueda vivir con dignidad, respeto y con justicia en igualdad de oportunidades, en donde los voces diferentes puedan conjugarse y en dones mujeres y hombres puedan vivir una vida digna en el marco de los derechos humanos y la armonización con el resto del planeta.
Saludamos a todas las mujeres guatemaltecas, respaldamos sus luchas y queremos que sepan que no están solas.
Pedimos a la sociedad en general ese mismo respaldo a sus luchas.
Al Estado de Guatemala su compromiso por el cese de la impunidad en relación a la violencia que sufren las mujeres guatemaltecas.