Haremos valer nuestro voto: mujeres iraníes
La movilización post electoral en Irán tiene cara de mujer, aún oculta tras los miles de velos presentes en las calles. La protesta es contra sus autoridades.
Medios de comunicación internacionales hacen hincapié en la participación de las iraníes que marchan al lado de familias, jóvenes y chicos ricos con ideas liberales ⎯indica la agencia de noticias AP.
La demanda: que su voto cuente y ser escuchadas.
Es demasiado pronto para decir si las protestas callejeras darán lugar a un fuerte movimiento político encabezado por Mir Hossein Mousavi, el principal rival del presidente Mahmoud Ahmadinejad.Analistas consultados por AP expresan dudas acerca del compromiso de la gente con la protesta. Pero una cosa es innegable: en Teherán y otras ciudades, los partidarios y partidarias de Mousavi están enviando un claro mensaje.
"Al gobierno no le importan nuestros votos, pero nosotras queremos hacernos valer. Mousavi sí defiende nuestros votos", afirmó Saham Boorghani, de 26 años, partidaria de Mousavi y editora de un portal de internet reformista llamado Diplomacia Iraní.
Boorghani es un ejemplo de la joven que apoyó a Mousavi. El líder opositor está captando las simpatías de un sector mucho más amplio, que abarca desde trabajadores del gobierno hasta empleados de hotel.
La última vez que surgió un movimiento opositor tan grande en Irán fue hace una década, cuando una redada en una universidad de Teherán desató seis días de protestas nacionales. El movimiento estudiantil terminó diluyéndose."Esto es algo muy distinto a lo de 1999. Aquello fue algo entre los estudiantes y el gobierno; esto es entre el pueblo y el gobierno. Esta vez es todo Irán. Este es un movimiento histórico", expresó Boorghani.
Con el rostro cubierto por un velo negro, Saman Qahremani, de 21 años, dijo que quería dejarle saber al gobierno que iraníes de todos los sectores están muy molestos por la forma en que se manejaron los resultados de las elecciones presidenciales."Cuando me enteré del resultado, sentí odio. Nos engañaron", expresó Qahremani. "Si no cuentan los votos de la gente, Irán dejará de ser una república y pasará a ser una monarquía".Una amiga, también con velo, asintió con la cabeza. Reza Hosseini, empleada municipal de 37 años, aclamó a Mousavi cuando pasó en caravana rumbo a un acto público. "Voté por Mousavi, en la esperanza de una vida mejor, de tener mayor libertad y seguridad", manifestó Hosseini. "Toda la gente que conozco sufragó por Mousavi".Una mujer que llevaba de la mano a su pequeña hij aseguró que no podía quedarse en casa, sin participar en la protesta.
Cerca de ella, un chofer de taxi gritó por la ventanilla: "¡Intégrense (a la protesta)! ¡No miren, adhiéranse!”En la movilización del lunes, las multitudes se hicieron presentes en un acto de Mousavi. Individuos de mediana edad, bien vestidos, se treparon a cercos de metal o a los techos de autobuses para ver al dirigente opositor.
Una pareja de ancianos caminaba tomada de la mano, sosteniendo banderines verdes que identifican al partido de Mousavi. Adolescentes con pañuelos del mismo color, marcaban con los dedos de sus manos la V de la victoria mientras avanzaban por una calle.
Hay manifestaciones en todo el país. Miles de personas salieron a las calles en Isfahan, antigua ciudad del centro del país en Mashhad, al noreste, y en Shiraz, al sur.
La elección no es lo único que le molesta a la gente. También quiere mayores libertades personales y mejorar la economía y la imagen internacional de su nación. Dicen que Ahmadinejad le dio mala fama a Irán en el exterior.Es imposible pronosticar si esta movilización se mantendrá o se diluirá. Bahman, estudiante de mecánica de 20 años, dijo que no cree que la gente resista mucho tiempo. "El gobierno acabará con las protestas fácilmente, tiene todo el poder", manifestó.
El gobierno ya se ha mostrado duro con los manifestantes. El lunes, la milicia abrió fuego contra la multitud y mató a siete personas que participaban en "un acto no autorizado", según la televisión estatal."El gobierno puede tratar de estrangularnos, pero no bajaremos los brazos", dijo Boorghani. "No hay retorno. No cederemos".
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
Fuente: Cimac