Informe CIDH “El derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y discriminación en Haití"
Las características políticas, económicas y sociales de Haití afectan negativamente a la mayoría de sus habitantes, pero las mujeres haitianas enfrentan obstáculos adicionales que les impiden el pleno ejercicio de sus derechos básicos, debido a las creencias sociales predominantes de que las mujeres son inferiores a los hombres y a un patrón histórico de discriminación contra ellas por su sexo. La discriminación contra las mujeres es una característica estructural de la sociedad y la cultura haitianas, que ha prevalecido a lo largo de la historia del país, tanto en períodos de paz como de inestabilidad.
Las mujeres haitianas todavía sufren la carga de las desigualdades en la protección de sus derechos civiles, políticos, económicos y sociales, incluida una mayor exposición a la violación de sus derechos humanos y a actos de discriminación, la ausencia de sus necesidades específicas en la agenda pública, pocas oportunidades de contribuir y participar en el desarrollo económico y social de sus sociedades, altos niveles de pobreza y la prevalencia de actos brutales de violencia.
“La tasa de todas las formas de violencia contra las mujeres ha incrementado notable y constantemente durante los últimos tres años, empeorándose por el aumento de la pobreza en el país, la brecha económica, la proliferación de las armas, la preponderancia de crímenes violentos, la falta de medidas adecuadas para la prevención del crimen y la ausencia de mecanismos efectivos de rendición de cuentas en el país”, indica el estudio. Las mujeres víctimas de violencia son renuentes a acudir al sistema de justicia debido a la falta de confianza de las víctimas y sus familiares en la capacidad del sistema judicial para hacer justicia y los maltratos frecuentes a los que son sometidas cuando intentan acceder a los recursos judiciales.
El informe señala que además de la conexión con los actos de violencia, la discriminación ha resultado en que las mujeres tengan una posición de desventaja en el sector económico, de educación, salud, justicia, trabajo y de toma de decisiones. La CIDH considera que el problema de la discriminación contra las mujeres debe ser abordado con una perspectiva multidisciplinaria e intersectorial, que procure integrar normas sobre igualdad de género en todos los sectores del gobierno.
En el contexto actual del país, la Comisión ve como positivo la buena voluntad y el compromiso demostrados por el Ministerio de la Mujer de Haití para elaborar un plan de acción destinado a erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres en Haití y por su esfuerzo en incorporar a una serie de sectores en la implementación de dicho plan. Medidas adicionales son necesarias para responder adecuadamente al problema, en particular en los sectores de la justicia, la policía y la salud, y en relación a la asignación de recursos para brindar los servicios médicos y jurídicos que requieren las víctimas. Asimismo, es indispensable adoptar medidas urgentes para erradicar patrones socioculturales discriminatorios basados en el concepto de que las mujeres son inferiores.
El informe se realizó en base a la información relevada durante visitas realizadas a Haití en 2004, 2006 y 2007, entre otras fuentes. La Comisión agradece a los Gobiernos de Francia y de Finlandia por el apoyo financiero que permitió realizar las visitas, así como preparar y publicar el informe.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
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Fuente: Biblioteca IIDH