Argentina. Las deudas del Estado con las mujeres
Revertir la escasa presencia femenina en cargos de decisión en los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, en las distintas jurisdicciones, es una de las asignaturas pendientes que tiene el país en materia de género y derechos humanos, de acuerdo con un informe sobre la temática realizado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), según información de Página 12.
El caso más extremo es el de Entre Ríos, en cuya Cámara de Senadores no hay ningún escaño ocupado por una mujer. En las cortes supremas provinciales y nacionales hay un 20 por ciento de mujeres.
El aumento del embarazo adolescente, la falta de cobertura sanitaria y el “alarmante” número de muertes maternas derivadas del aborto inseguro “ponen en evidencia las grandes deudas que el Estado argentino continúa teniendo con las mujeres en materia de salud y derechos reproductivos”, advirtió Natalia Gherardi, directora ejecutiva de la entidad. “El objetivo del trabajo es orientar la formulación de políticas públicas y ayudar a su monitoreo y control”.
“La Argentina ha firmado y ratificado la mayoría de los tratados internacionales de protección de derechos humanos, sin embargo, el problema central sigue siendo la lucha por la vigencia efectiva de esos derechos, antes que su reconocimiento normativo”, es una de las primeras conclusiones del estudio.
El informe pone en evidencia que a pesar de los avances de las mujeres en el Congreso de la Nación –a partir de la ley de cupo, sancionada en 1991–, no se registra una presencia significativa de mujeres en los cargos de decisión del Poder Ejecutivo y Judicial, tanto nacionales como provinciales. Incluso, la discriminación de las mujeres y su ausencia en los espacios de poder es más significativa en los niveles provincial y local.
La necesidad de una mayor presencia femenina en la política no está vinculada a los resultados que ello podría producir sino, más bien, con la importancia de participar en el proceso de la representación política.
Para la Argentina, el desafío es lograr una mayor participación de las mujeres en los cargos de decisión política, en particular en los espacios locales en los cuales se construye el poder real que tiene incidencia en todos los niveles de decisión”, analizó Gherardi.
La Cámara de Diputados de la Nación cuenta con un 40 por ciento de mujeres, pero en el Senado disminuyó la presencia femenina del 42 por ciento en 2005 al 39 por ciento en 2008. El panorama en las provincias es aún más desalentador. Buenos Aires tiene 21 por ciento de senadoras y 27 por ciento de diputadas: es una de las jurisdicciones donde no se llega al piso que marca la ley de cupo y que implica una presencia de al menos un 30 por ciento de bancas ocupadas por mujeres. En La Rioja, hay menos de un 10 por ciento de legisladoras. En Catamarca, las senadoras no llegan al 20 por ciento. Son apenas algunos ejemplos.
También en el trabajo
El estudio de ELA demuestra que la persistencia de las situaciones de discriminación contra las mujeres en el mercado laboral es “alarmante”. En primer lugar, advierte que el desempleo afecta en mayor medida a ellas que a ellos.
Además, la inserción de muchas mujeres en el mercado laboral continúa siendo “inestable e informal”. El trabajo doméstico representa el 31 por ciento del trabajo femenino en el sector privado, cifra que supera el 40 por ciento por ciento en las provincias del NEA.
El desempleo, que entre las mujeres es casi el doble que entre sus pares varones, y el aumento de la brecha salarial entre unos y otras son otros de los problemas que denuncia la investigación.
“En paralelo, la brecha salarial entre mujeres y varones sigue en aumento: en 2006, el ingreso de las mujeres alcanzaba sólo al 70 por ciento del ingreso de los varones”.
De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo, las mujeres constituyen el 60 por ciento de las víctimas de violencia (sexual, psicológica o física) en el ámbito laboral.
Fuente: AmecoPress