El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y fuerzas armadas del gobierno, se ha cebado particularmente en la población civil, y especialmente en las mujeres y niñas, en forma de violencia sexual. Considerada como crimen contra la humanidad, la violencia sexual ha sido una de las violaciones más graves de derechos humanos y derecho internacional humanitario a lo largo de todo el conflicto y ha permanecido invisible tanto dentro como fuera de Colombia.
La violencia sexual en Colombia. Un arma de guerra
En el curso de los cerca de 50 años del conflicto armado colombiano, la violencia sexual es empleada como arma de guerra por todos los grupos armados (fuerzas militares del Estado, paramilitares y grupos guerrilleros). El objetivo es sembrar el terror en las comunidades usando a las mujeres para conseguir sus fines militares. El uso de esta violencia, lejos de ser esporádico, se ha convertido en una práctica sistemática y generalizada que ha pasado a formar parte integral del conflicto armado. A pesar de ello, la impunidad que reina en el país frente a este delito ha convertido a la mujer colombiana en víctima oculta de este conflicto.
TestimoniosVíctimas que han vivido en sus carnes esta violencia.
Jineth Bedoya, periodista ultrajada por paramilitares, reclama justicia para las miles de mujeres víctimas del conflicto
Oxfam Internacional, Intermón Oxfam en España, ha reclamado hoy “tolerancia cero” ante los crímenes sexuales cometidos en el marco del conflicto armado en Colombia, que han provocado miles de víctimas de abusos, violaciones, desplazamientos forzados y otras formas de violencia sexual. La organización ha hecho pública esta demanda en el curso de la presentación de su informe
La violencia sexual en Colombia: un arma de guerra, en el que se afirma que todos los grupos armados (fuerzas de seguridad del Estado, paramilitares y grupos guerrilleros) emplean la violencia sexual contra las mujeres de forma habitual en un entorno de impunidad alarmante. “Las mujeres son asesinadas, perseguidas, desaparecidas, torturadas y obligadas a tomar las armas, como cualquier hombre, pero nosotras además somos víctimas de atroces formas de violencia sexual derivadas del conflicto” ha explicado la periodista colombiana y víctima Jineth Bedoya durante la presentación.
Esta periodista del diario Tiempo, uno de los más importantes de Colombia, se ha desplazado a España para apoyar la presentación del este informe que espera contribuya a paliar la situación en la que viven actualmente miles de mujeres en su país.
El uso de esta violencia, lejos de ser esporádico, se ha convertido en una práctica sistemática y generalizada que ha pasado a formar parte integral del conflicto armado
[1]. Sin embargo, el informe apunta como la continua ocultación o negación de estos delitos dificulta la investigación de los casos, el enjuiciamiento y el castigo a los responsables y la reparación para las víctimas.
La impunidad que reina en el país frente a este delito ha convertido a la mujer colombiana en víctima oculta del conflicto. “Muchas mujeres renuncian a denunciar por temor a las represalias, vergüenza y miedo por sus vidas y la de sus familiares. Esta estrategia de invisibilización silencia a las mujeres y las condena al olvido” añade Irene Milleiro, portavoz de Intermón Oxfam. Además, la falta de garantías legales y la falta de confianza en las instituciones estatales impiden declarar a las mujeres que desean hacerlo.
Lo poco que se ha conseguido en la lucha contra la impunidad frente a este crimen, ha sido posible gracias a la presión de las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, que han logrado en los últimos años la investigación de 183 casos de mujeres desplazadas víctimas de la violencia sexual. Se trata de una mínima referencia, teniendo en cuenta que en Colombia hay entre 3 y 4 millones de personas desplazadas - la mitad de ellas mujeres - y que 2 de cada 10 mujeres desplazadas han tenido que abandonar su hogar debido a la violencia sexual. “Desafortunadamente, existe una percepción general, que incluye a la legislación colombiana, que considera estos crímenes como una violación de Derechos Humanos de segundo orden, por lo que no se han tomado las medidas necesarias para lograr tolerancia cero frente a ellos” asegura Milleiro.
Tolerancia cero Oxfam Internacional solicita a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea que reaccione ante este delito y exija tolerancia cero con las violaciones de Derechos Humanos, en especial con los crímenes sexuales contra las mujeres en el marco del conflicto armado colombiano. Esta tolerancia cero debe incluir la obligación de investigar, juzgar y sancionar a los culpables y compensar a las víctimas. La comunidad internacional debe instar al Gobierno colombiano a luchar contra la impunidad y la protección de las mujeres frente a la comisión de crímenes sexuales, a través de cláusulas específicas y condicionantes sobre la materia en las relaciones entre la UE y Colombia. “El fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, especialmente las de defensa de los derechos humanos que trabajan temas relacionados con la violencia sexual es esencial para la consecución de un marco de convivencia que permita una paz duradera en el país”, añade la portavoz de Intermón Oxfam. Oxfam Internacional trabaja en la defensa de los derechos de la mujer en Colombia y su fortalecimiento social desde 2006.
El informe “Violencia sexual en Colombia: un arma de guerra” pone en evidencia la necesidad de seguir investigando en este ámbito para poder obtener datos y visibilizar los casos, permitiendo que las víctimas sean reconocidas y puedan exigir justicia.
Colombia en cifras
70.000 muertos en los últimos 20 años
Entre 3 y 4 millones de personas desplazadas desde 1985
2 de cada 10 mujeres desplazadas han tenido que huir a causa de la violencia sexual
2.227 personas han sido privadas de libertad de manera ilegal entre 2004 -2007
4.000 personas han sido víctimas de muertes selectivas desde 2002- El país ha descendido diez puestos en el IDH pasando de la posición 70 a la 80 de 177 países entre 2006 – 2008
Entre 8.000 y 13.000 son niños y niñas soldado
Colombia tiene la tasa más elevada de víctimas de minas terrestres antipersonal del mundo
Fuentes: Amnistía Internacional 2008, Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD 2008, Informe para el Examen Periódico Universal de Colombia 2008, Informe Mundial de Desarrollo Humano 2004.
Materiales para medios:
- Fotografías Jineth Bedoya:
http://www.4shared.com/dir/19804572/1df175e6/Fotografas_Jineth_Bedoya.html
-Fotografías Ruta Pacífica de las Mujeres:
http://www.4shared.com/dir/19663773/41ef3d77/Definitivas_Informe_Violencia_Sexual.html
- Video testimonios y Audio lectura testimonios víctimas:
http://www.4shared.com/dir/19663773/41ef3d77/Definitivas_Informe_Violencia_Sexual.html
Más información en el web: http://www.intermonoxfam.org/es/page.asp?id=3628
Contacto para Medios de Comunicación: Intermón Oxfam – Gabinete de prensa Irina Fuhrmann, tel. 91 2046720 / 615359401 ifuhrmann@intermonoxfam.org
[1] Dictamen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Relatora Espcial sobre la violencia contra la mujer de la comisión e Derechos Humanos de Naciones unidas, la Corte Constitucional de Colombia y numerosas organizaciones nacionales e internacionales.
Fuente: Intermón Oxfam