Idea de legislar sobre entrega de píldora de emergencia fue aprobada en el Senado tras acalorado debate
Ahora corresponde que las Comisiones de Salud y de Constitución, se pronuncien en particular sobre la iniciativa. Los senadores anticiparon que el debate estará cruzado por el tema de si el fármaco es o no abortivo.
El proyecto sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, que entre otras materias permite la entrega de la denominada píldora de emergencia, cumplió un nuevo paso en el Senado al ser aprobado en general con 21 votos a favor, 12 en contra y la abstención del senador Carlos Bianchi.
Ahora corresponde que el proyecto sea analizado por las Comisiones y de de Salud y de Constitución, instancia que deberá pronunciarse respecto de si existen o no discrepancias entre la iniciativa y la resolución que emitió el Tribunal Constitucional sobre la materia.
De hecho, el aspecto jurídico así como el valórico, fueron los temas que marcaron el debate que se extendió por más de tres horas y que fue seguido atentamente desde las tribunas por grupos que apoyan y rechazan la iniciativa. Incluso, la sesión tuvo que ser suspendida por cinco minutos, mientras se desalojó a algunas personas que generaron desórdenes.
En el debate intervinieron los senadores Andrés Chadwick, Jaime Gazmuri, Adolfo Zaldívar, Eduardo Frei, Mariano Ruiz-Esquide, Juan Antonio Coloma, Jorge Arancibia, Sergio Romero, Hernán Larraín, Nelson Ávila, Guido Girardi, Alejandro Navarro, Andrés Allamand, Roberto Muñoz Barra, Jaime Orpis, Jaime Naranjo, Carlos Cantero y Camilo Escalona.
También lo hicieron el Ministro de la Secretaría General de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo; de Salud, Álvaro Erazo; y del Sernam, Carmen Andrade, quienes insistieron en la necesidad de que el Estado ponga a disposición de las personas las herramientas necesarias para que puedan optar de acuerdo a sus propias convicciones y se pueda entregar la información necesaria en materia de regulación de la fertilidad.
REPAROS CONSTITUCIONALES
El primero en hacer uso de la palabra fue el senador Chadwick quien aludió el fallo emitido por el Tribunal Constitucional argumentando que éste obliga a todos los órganos del Estado, incluido el Parlamento, a respetarlo. Agregó que se debe aclarar si este proyecto vulnera o no la garantía constitucional de proteger el derecho a la vida del que está por nacer, por lo que insistió en contar con un pronunciamiento de la Comisión de Constitución.
En la misma línea se manifestó el senador Coloma quien señaló que tiene dudas respecto de la aprobación de esta iniciativa puesto que parece contrario al fallo del TC. Recordó que en Perú se emitió una sentencia similar pues además, no existe certeza científica de que la píldora no sea abortiva.
El senador Arancibia, quien hizo reserva de constitucionalidad sobre el proyecto, señaló que no sólo existen dudas científicas respecto del efecto abortivo que pudiera tener el medicamento, sino que también hay dudas jurídicas y disposiciones discutibles que deben ser aclaradas.
En tanto el senador Romero señaló que la falta de certeza sobre esta materia no solo existe en nuestro país sino que también en Perú donde el TC dictó una sentencia que coincide con el fallo emitido en Chile. Agregó que la Iglesia tiene reparos éticos con el fármaco por sus efectos, por lo que lo coherente es que si existe una duda razonable se debe realizar un debate más profundo.
ARBITRARIEDAD
Una opinión distinta tiene el senador Gazmuri quien señaló que este proyecto corrige la "arbitrariedad" de que la píldora se pueda comprar en farmacias, pero no distribuir en consultorios. Destacó que el proyecto consagra el derecho de todas las personas a recibir información en materia de fertilidad y a elegir libremente los métodos que cuenten con autorización y la píldora de emergencia está entre ellas.
En tanto, el senador Frei manifestó que se debe terminar con la discriminación entre quienes pueden acceder a la píldora de emergencia y los que no lo pueden hacer. Señaló que el gobierno, independiente de su ideología o creencias religiosas, tiene que disponer los métodos para que cada uno tome sus decisiones, al mismo tiempo que dijo que es fundamental preocuparse del día antes y no del día después.
El senador Ruiz-Esquide, presidente de la Comisión de Salud, defendió el trabajo que hizo esa instancia recopilando las opiniones de más de 45 organizaciones de la más diversa índole. Agregó que esta iniciativa tiene como primer elemento la libertad, pues no obliga a nadie, sino que establece que toda persona tiene derecho a información y a poder elegir según su conciencia qué método utilizar.
Por su parte el senador Ávila señaló que quienes están contra del proyecto no puede escudarse en la ciencia, pues no existe certeza científica y no es tarea del Parlamento zanjar una situación en la que existen división en la sociedad chilena. Agregó que el Estado debe garantizar a todos igual acceso a los métodos de control de fertilidad.
En la misma línea el senador Girardi manifestó que el Estado debe garantizar que cada ciudadano pueda optar en función de sus propios valores y que es fundamental entender que existen miradas divergentes sobre la sexualidad que no se pueden imponer por ley.
El senador Navarro lamentó que se intente impedir una política pública, sobre todo considerando que hay más de 30 mil adolescentes embarazadas y que los jóvenes de menores ingresos sean los que tienen menor acceso al uso de anticonceptivos. Agregó que el proyecto no solo contiene la obligación de distribuir la píldora, sino que lo esencial es que garantiza la información y orientación.
ALTERNATIVAS
Por su parte el senador Larraín señaló que el Parlamento no debe ir más allá de lo que los principios jurídicos les permiten y coincidió con el senador Frei en que no se puede autorizar la píldora para unos y para otros no. Sugirió incorporar una norma que señale que toda persona tiene derecho a decidir los métodos de regulación de fertilidad, mientras ellos no produzcan efectos abortivos.
En tanto el senador Zaldívar señaló que el proyecto le pareció bueno, salvo lo que dice relación con la entrega de la píldora de emergencia, pues existen dudas respecto de sus efectos abortivos, por lo que en ese escenario se pronuncia por la vida.
El senador Allamand manifestó que es absurdo que la píldora de emergencia no se pueda distribuir en los consultorios y se pueda comprar en las farmacias, y si bien votó a favor del proyecto señaló que la propuesta del senador Larraín es intelectualmente impecable pues generaría consenso. Asimismo criticó a los gobiernos oficialistas por no haber implementado antes políticas de educación sexual.
El senador Muñoz Barra lamentó que este tema sea discutido fundamentalmente por hombres, argumentando que son las mujeres, por su naturaleza, las que se ven enfrentadas a una sexualidad responsable. Junto con señalar que se debe potenciar la educación sexual, señaló que debe haber igualdad al momento de acceder a métodos de control de fertilidad.
El senador Orpis se manifestó contrario al proyecto señalando que el tema de fondo no es la píldora sino que el aborto. Agregó que existen otros caminos para el embarazo no deseado, tales como la adopción, y leyó una carta de una de sus hijas adoptivas, en la que solicita al Parlamento que se tome un tiempo antes de aprobar la iniciativa.
En tanto, el senador Naranjo dijo que no es papel del Parlamento hacer una discusión científica sobre la materia y que no se pueden imponer determinadas posiciones valóricas a otros.
El senador Cantero señaló que comparte la teoría de que el medicamento no tiene dificultad en el orden ético, moral ni biológico y anunció su voto a favor argumentando que le parece "disparatado" que el Estado no pueda actuar y sin embrago el mercado tenga facultades para hacerlo.
Finalmente el senador Escalona señaló que el Estado debe asegurar las condiciones de la no discriminación y el fallo del TC hace lo contrario. Agregó que si se aplican los principios de la tolerancia y la no discriminación no hay ninguna razón para votar en contra de esta ley.