NUEVA LEY DE MEDIOS EN ARGENTINA: UN ASUNTO DE DERECHOS HUMANOS
La voz de los grandes medios no se hizo esperar. “Controversial”, “polémica”, “kirchnerista”, “chavista”, son algunos de los adjetivos que ha usado el mainstream para referirse a la Ley de Medios Audiovisuales aprobada por amplia mayoría en la madrugada del sábado por el senado argentino. El Mercurio de Santiago de Chile , escala sobre los (des) calificativos al sostener en su editorial (13/10/09) que “ este proyecto alterará severamente el panorama general de esa industria en Argentina, su discusión se ha hecho con un claro espíritu vengativo y bajo gran premura”.
¿Por qué tanto escozor? ¿ Qué hebra toca esta ley?, Una fundamental, a mi juicio, y es que afecta intereses muy concretos de los grandes conglomerados mediáticos. Uno de los fundamento de este texto legal, es el derecho a la comunicación de las personas y de los colectivos ciudadanos. Reconoce sin restricciones este asunto y de esta manera sitúa “la cuestión” de la igualdad de acceso frente a un bien público, como es el espectro radioeléctrico que soporta las ondas de radiodifusión sonora y televisiva.
Este el tema de fondo. Estamos frente a un sistema de medios que distribuye de manera des igual las frecuencias, privilegiando al actor privado con fines de lucro. Y el estado a través de sus tres poderes, formula una política , mediante un cuerpo legislativo, para equilibrar la distribución de espectro, frenar la concentración de propiedad y fomentar un sector ciudadano en las comunicaciones.
Este es un asunto de derechos humanos, primero que nada reemplaza la ley de la dictadura, que por ética y estética constituye un argumento contundente. Lo otro es que el proyecto se hace cargo de uno de los grandes problemas de este período, la concentración en pocas manos de los bienes, en este caso simbólicos.
Este es uno de los debates de época ¿Quien tiene la primacía para producir los contenidos que circulan masivamente a través de los medios de comunicación? ¿ Sólo la industria está llamada a tener el privilegio de la masividad? ¿Qué ideas , qué visiones de mundo, qué propuestas, qué representaciones, qué sentidos están ausentes hoy en el sistema de medios ?.
El proyecto de ley recién aprobado marca una posición frente a este asunto, quiere fomentar la emergencia de un tercer sector de las comunicaciones , reconociendo a la industria, y a un sector público. Y se hace cargo, desde una óptica de derechos humanos , de aquellos sectores que por razones socio culturales y económicas tienen una situación desventajada socialmente.
El proyecto tiene perspectiva de género y eso es deseable , constituye un estandar ético a imitar en América latina. En su articulado se propone “ mejorar la capacidad de las mujeres para utilizar los medios informativos y la comunicación, con el fin de desarrollar en mujeres y niñas la capacidad de comprender y elaborar contenido TIC. Promover una imagen equilibrada y variada de las mujeres y los hombres en los medios de comunicación”.
Fija criterios de verificación de admisibilidad para obtener concesiones de radio y TV que se amparan en la Declaración de Principios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Este organismo ha recomendado que las asignaciones de frecuencias se establezcan bajo criterios democráticos que garanticen una igualdad de oportunidad al acceso de las mismas.
Así mismo , el proyecto considera que quienes produzcan, distribuyan, emitan o de cualquier forma obtengan beneficios por la transmisión de programas y/o publicidad velarán por el cumplimiento de lo dispuesto por la Ley de protección integral para prevenir, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres, entre otros cuerpos legales, de protección ante conductas discriminatorias .
En este sentido, esta ley se hace cargo y avanza sobre las propias demandas del movimiento de mujeres en lo relativo a las comunicaciones.
Quizá lo más interesante y vital, es que este proyecto que ahora es ley de la República Argentina, es resultado de un proceso participativo de la ciudadanía , donde la representación de AMARC en ese país y otras organizaciones sociales , jugaron un rol decisivo. Es una experiencia crucial de “empoderamiento ciudadano” , de dialogo y atrevimiento político, para aprovechar una ventana de oportunidad y ejercer una real incidencia , tomando los riesgos que imponen las complejidades de la realidad política argentina.
Por Perla Wilson