diciembre 09, 2009

Una voz potente y plural

Acaba de realizar el III Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género. Entre las conclusiones se destaca la democratización de la coordinación, el diseño de un plan bianual de acción, la apertura de comisiones de trabajo y la realización del próximo encuentro en Marruecos, en el 2011, que podría avanzar hacia la definitiva internacionalización de la red.

'Necesitamos cambiar nuestras rutinas profesionales para escuchar más, ver mejor y comprender la complejidad y diversidad del momento histórico que nos ha tocado testimoniar; que exigimos ver a las mujeres, que no las excluyamos de nuestros relatos, que nos decidamos a vivir nuestra profesión con el riesgo que supone aventurarse por nuevos caminos, por rutas aún no transitadas, sin antiguas brújulas que sólo marcaban el norte del poder.'

Manifiesto de Bogotá. RIPVG. 2009

A fines de noviembre se realizó en Bogotá, Colombia, el III Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG). Más de 100 periodistas de 17 países nos reunimos para evaluar el funcionamiento de la red y trazar las líneas directivas que nos guiarán los próximos dos años.

La RIPVG nació en el 2005 en México. En el 2007 se hizo el segundo encuentro en Oviedo, España. Ahora volvimos a encontrarnos en América Latina y el destino del IV encuentro internacional es Casablanca, en Marruecos, en el año 2011.

En Bogotá se llegó a varios acuerdos para el funcionamiento de la red los próximos dos años, y hay cuatro aspectos de las conclusiones finales que son fundamentales en el tono que estamos imprimiéndole a esta construcción colectiva.

La decisión de realizar el próximo encuentro internacional en Marruecos quizá marque la definitiva internacionalización de la red. Cuando la RIPVG nació en México estaba integrada mayoritariamente por periodistas latinoamericanas y un grupo pequeño de españolas. Dos años después, en España, casi no había europeas de otros países que no fueran la península ibérica. Este año, en Bogotá, se sumaron dos suecas, una marroquí y una jordana. Quizá Marruecos sea la oportunidad de estrecharnos con más mujeres y varones de Europa, África y Medio Oriente comprometidas/os con la construcción de sociedades igualitarias. Si la voz que hoy pide que mujeres y varones seamos pares e iguales se extiende y amplifica, tendrá seguramente más chance de ser escuchada. Por otra parte, Medio Oriente necesita este megáfono. Es una de las regiones del mundo con mayor vulneración de los derechos humanos de las mujeres y con menor compromiso con la equidad.

Otro aspecto fundamental de los acuerdos de Bogotá fue la ampliación de la coordinación internacional. La RIPVG es una estructura horizontal que se dio una coordinación casi como requisito formal, un grupo de personas y redes nacionales cuya misión es facilitar los entramados nacionales y el de la misma RIPVG. El proceso histórico es de creciente apertura. Del 2005 al 2007 hubo una coordinación internacional coordinada por un solo país, entre el 2007 y el 2009 por tres países, y el compromiso de Bogotá fue ampliar la coordinación internacional a todas las redes y personas que quisieran sumarse. Cuanta mayor amplitud tenga la coordinación de una red, mayor será la posibilidad de ejercicio de la democracia dentro de la misma.

El tercer aspecto fue la definición, por primera vez, de comisiones de trabajo sobre temas puntuales. Personas diversas, de redes y extracciones profesionales diversas, se comprometieron a llevar adelante temas como el desarrollo de las nuevas tecnologías, la reflexión y formación en comunicación y género, la redacción de un manual para el ejercicio de la profesión periodística con visión de género y la ayuda a periodistas mujeres víctimas de violencia. La iniciativa abre la posibilidad de profundizar el intercambio entre colegas periodistas de diferentes países y de enriquecer los saberes y las inquietudes que hasta ahora se llevaron adelante aisladamente.

El último aspecto a destacar es el plan de acción que se propuso la RIPVG para los próximos dos años. Es la primera vez que se asume el compromiso de tratar prioritariamente determinados temas en las redacciones. Actualmente hay consenso internacional sobre la necesidad de priorizar tres aspectos de la agenda feminista porque en ellos está en juego la vida de las mujeres: la violencia de género, la trata y los derechos sexuales y reproductivos. En Bogotá se sumó a esta agenda internacional una más específica de los países en conflicto armado: el pronunciamiento a favor de la paz y la cobertura de las vulneraciones a los derechos humanos de las mujeres cuando un país está en guerra interna o externa. Si las voces se levantan juntas para denunciar estos cuatro temas, tendremos más posibilidades de avanzar en la protección de los derechos de las humanas.

Por todas estas buenas razones, y por la posibilidad de seguir construyendo un espacio que en cuatro años se ha enriquecido en horizontalidad, entusiasmo y energía, ¡salud! Y también un brindis por un sueño anhelado: que la voz de la RIPVG se amplifique y llegue tan alto como para que no pueda evitarse oír el pedido de justicia para las mujeres y varones que habitamos esta tierra.


Por Sandra Chaher, desde Colombia
Artemisa Noticias

Sí a la Diversidad Familiar!
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