MUJERES-ÁFRICA: Por un protocolo potenciador
Mientras la Comunidad de África Oriental (EAC, por sus siglas en inglés) avanza gradualmente hacia una confederación política, organizaciones feministas de sus cinco estados miembro impulsan un Protocolo sobre Género y Desarrollo.
El borrador del Protocolo aspira a crear igualdad de oportunidades para las mujeres y a abordar las implicaciones del proceso de integración regional desde una perspectiva de género. Creado en noviembre de 1999, el bloque busca profundizar la cooperación social, económica y política entre sus cinco estados miembro: Burundi, Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda. Estos países establecieron una unión aduanera en 2005 y aspiran a concretar el mercado común este año, la unión monetaria en 2012 y una confederación política para 2015. Aunque el tratado constitutivo de la EAC reconoce al género como una de las piedras angulares de la integración, todavía existen muchas brechas en este sentido, dijo Marren Akatsa-Bukachi, directora ejecutiva de la Iniciativa de Apoyo Sub-regional de África Oriental para el Avance de la Mujer, una organización que promueve los aportes al Protocolo en los cinco países miembro.
"La EAC se está confederando en política, comercio y aduanas, pero no en términos de derechos humanos. Y especialmente en cuanto a los derechos de las mujeres, hay mucha desigualdad entre los países de África oriental. Ruanda ya logró una representación política femenina de 56 por ciento, Uganda se ubica en 33 por ciento y Kenia en 18 por ciento", agregó. SUPERAR LA BRECHA Esa desigualdad "nos motivó a ver si podíamos tener un documento unitario que pudiera usarse para presionar por un trato uniforme hacia las mujeres en los cinco países. Queremos que todos los países sean como Ruanda. Ése es nuestro ideal", dijo Akatsa-Bukachi.
El Protocolo aspira a lograr un compromiso regional para llegar a una representación femenina de 50 por ciento en roles de liderazgo. La cumbre de jefes de Estado y el Tribunal de Justicia de África Oriental están dominados por hombres, y aunque el Consejo de Ministros para los Asuntos de África Oriental es presidido por una mujer, el resto de la integración es masculina. "Es notable que ninguna mujer haya sido designada jueza ante el Tribunal de Justicia de la EAC, pese a que hay juezas calificadas en los países miembro", señaló Akatsa-Bukachi. Entre otros temas comunes a los integrantes de la EAC que el Protocolo busca abordar figuran la violencia contra las mujeres, el empoderamiento económico, la seguridad alimentaria y la salud femenina.
UN ACUERDO VINCULANTE
Una vez aprobado, el Protocolo se convertirá en un acuerdo legalmente vinculante que todos los estados miembro se comprometerán a implementar. "Nuestros acuerdos vinculantes en términos de un proceso de integración sensible al género estarán delimitados por instrumentos internacionales de los que todos somos signatarios, pero también por nuestras políticas nacionales de género y nuestras constituciones", dijo Lydia Wanyoto, parlamentaria y presidenta del Comité de Propósitos Generales en la Asamblea Legislativa de África Oriental. "Trabajaremos dentro de los marcos que existen, pero los mejoraremos para cumplir con los estándares del proceso de integración de la EAC", agregó. Aunque los países de la región están rezagados en términos de legislación sensible al género, Wanyoto es optimista en cuanto a que esto no afectará las aspiraciones y objetivos del Protocolo. "Las mayores brechas en realidad no están en las leyes", sino en las políticas, sostuvo. "Es la política la que concretará la implementación de lo que se quiere. Por lo tanto, las leyes que se pongan en práctica son simplemente para permitir que la política haga su trabajo", agregó.
INCORPORAR EL GÉNERO
Es necesario realizar una auditoría de género en las cuatro fases del proceso de integración del bloque, a fin de no olvidar los derechos de las mujeres, dijo Wanyoto. El objetivo de esto es "evaluar si estamos cumpliendo con los requisitos legales nacionales e internacionales de la igualdad de género" en ese proceso, agregó. "Hemos estado haciendo las cosas al revés, y es por eso que no logramos (lo que buscábamos). Así que debemos tener una auditoría para cada etapa", señaló a IPS.
ASOCIACIONES
Hasta ahora, los gobiernos de los cinco estados miembro apoyan el proceso de redacción del Protocolo, y están comprometidos a apoyar la igualdad de oportunidades para las mujeres en todos los sectores. También han tomado nota de la necesidad de incluir las cuestiones de género en la agenda para el desarrollo, dijo Alphonse Ojja-Andira, representante del gobierno de Uganda para el Protocolo del Mercado Común en la EAC.
"El gobierno ugandés es muy sensible (al género). Por supuesto que, como cualquier otro gobierno, es un poco lento. Es por eso que nuestra responsabilidad, como miembros del Parlamento, es impulsar (el Protocolo) y volverlo nuestra prioridad… Si la voluntad existe y la mentalidad es la correcta, no hay duda de que lo lograremos. No sólo tengo esperanzas; estoy trabajando en esto. Soy activista en esta materia", agregó. Akatsa-Bukachi reconoció que el Protocolo de la EAC se inspiró en el Protocolo sobre Género y Desarrollo de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), aprobado en agosto de 2008. Wanyoto siente que las potestades legislativas contenidas en el borrador de la EAC lo vuelven más definitivo y directo que el Protocolo de la SADC. Según Akatsa-Bukachi, el objetivo es que el proyecto de la EAC se apruebe en noviembre, durante la reunión de jefes de Estado del bloque.
Por Evelyn Matsamura Kiapi
Fuente: IPS