De madres y maricones y grandes causas
El presidente Evo no sólo dijo lo que dijo, si no que, probablemente otros compañeros, lamngen, hermanos, y también caudillos, líderes y figuras de los Movimientos Sociales de las izquierdas, sienten lo mismo… así como creen que quien nos rodea y contiene es eminentemente una “Madre” y esposa…
Que las hormonas femeninas de los pollos producen “desviaciones” y “por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombre”, es una afirmación que se muestra -desde dónde vemos, vivimos, sentimos y pensamos- misógina y homofóbica (1). Esta diciendo que “lo femenino” –en este caso, las hormonas- “desvía” el ser de los hombres. Así, lo femenino produciría un perjuicio o “desviaciones” a los hombres, y ellos al recibir este algo “femenino” no podrían seguir el curso… ¿normal de su ser? (2)
Más allá del sentimiento de ofensa, se desprenden más interrogantes: ¿El ser del hombre se ve invadido y rebajado por algo “femenino”? ¿Un algo “femenino” es un algo peor, por debajo de un algo “masculino”? ¿Los hombres que se comportan “femeninos” son hombres insuficientes, rebajados en su ser? Y más aún, ¿qué se dirá de quienes no se autodefinen femeninas o masculinos?
Puede que un efecto de estas asociaciones hechas en el discurso de Evo Morales Ayma, sea que mucha gente que hasta hoy ha visto como solución barata y rápida la compra de un pollo asado al paso, deje de comprarlos.
Jefes de familia, padres, temerosos de que sus varoncitos se vuelvan “femeninos” podrían prohibir el pollo en “su” familia. Madres culpabilizadas por la misma “amenaza” podrían buscar otras soluciones que –siempre- ellas tendrán que procurar, conseguir, idear, para alimentar a los varones; y para que así, nadie mañana, las culpe de que sus machitos no crecieron “derechos”, “bien hombres”.
También puede que quienes elaboran el menú de Cumbres y eventos de movimientos populares ya no programen almuerzos con pollo –como en esta cumbre- para los y las participantes no vegetarianas… Entonces, lo realmente positivo sería que si el negocio de los pollos con hormonas decae, el mercado dejará de producir a millones de seres que sobreviven en cubículos sin ninguna posibilidad más que la de ser un engendro torturado por la industria de la carne.
La figura es el capitalismo y “los” pobres…
Para Evo, primer indígena jefe de estado “la causa principal de la destrucción del planeta Tierra es el capitalismo” porque “El sistema capitalista busca la obtención de la máxima ganancia posible, promoviendo un crecimiento sin límites y un planeta finito”. Creemos y vemos lo mismo, el capitalismo es así, nada que decir. Pero más adelante expresa: “El capitalismo es la fuente de asimetrías y desequilibrio en el mundo”, (las negritas son mías), y refiere que “Más de 2.800 millones de personas viven con menos de dos dólares al día” (3).
Evo omite, que de esas personas empobrecidas nombradas por algunos organismos mundiales como “pobres absolutos”, la mayoría son mujeres, y que otra parte numerosa son las wawas que van en las espaldas de las mujeres y las niñas –simbólica y concretamente- … Y más omisión y negación todavía: define al capitalismo como “LA” FUENTE de asimetrías…
…Cuando hay tiempo para hablar, miles de micrófonos, tantas gentes complacientes oyendo al primer activista oprimido en un podium mundial en nombre de una gran causa, éste activista de los oprimidos, omite la asimetría que parte al mundo en dos grupos humanos básicos: el masculino que sostiene sus privilegios privados y públicos sobre la división sexual del trabajo y cuyo orden remata en que el “otro” grupo, las mujeres, hacen no sólo el trabajo doméstico, si no la contención cotidiana afectiva y social de las comunidades siendo las más pobres de los pobres y la mano de obra más barata que la barata...
Patriarcado ¿No Hay…?...
El Patriarcado, afirmamos, es la primera opresión entre humanos, modelo por el cual se oprime a todos los demás y a todo lo demás. Es el sistema que ha contenido y contiene a todos sus otros subsistemas paridos por el orden patriarcal –entre otros: esclavismo, feudalismo, colonialismo, capitalismo, imperialismo, neoliberalismo-. Viene desde lo que llaman en la Historia occidental Antigüedad.
Los vencedores toman a las mujeres de los vencidos como su famulus o esclavas y los varones vencidos o no, invadidos o no, eliminan los símbolos de las mujeres como seres iguales, potentes y autodeterminados. En Abya Yala nos colocan polleras de “señora de su casa”. En todo el mundoreducen a las mujeres a “complemento” masculino, “madre de sus hijos”, “esposas”, “media naranja”, “inspiración” poética o “atracción” diabólica. Y cuando ellas se escapan a esas imágenes y obsesiones masculinas, son quemadas por brujas en Europa y desprestigiadas en Abya Yala con modelos misóginos contra las mujeres desobedientes a los hombres de su etnia -a quienes “deberían” ser fieles como perro apaleado por su dueño-. Ejemplo de ese modelo misógino: La Malinche, aquella niña de 13 años abusada y explotada sexualmente por invasores e indígenas, arrancada a su madre, y asesinada muy joven.
Este símbolo aceptado “poéticamente” por los movimientos sociales de las izquierdas, dista poco de los construidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana para justificar el genocidio contra las mujeres y coloca en primer plano “lo heroico” masculino. También muestra a las mujeres indígenas y a las que venimos de ellas, como potenciales “prostitutas traicioneras” –ladinas, mañudas, doble cara, no confiables para las revoluciones-… Por cierto, la prostitución, otro engendro patriarcal, no es la “profesión” “más antigua del mundo”, interpretaron convenientemente mal, es más bien un flagelo que proviene de la llamada Antigüedad (4).
Victoria Aldunate Morales, feminista autónoma, feminismo comunitario de Bolivia
victoriamoralesaldunate@gmail.com
Lienzo en Tiquipaya -es decir la Asamblea feminista comunitaria de La Paz, Bolivia-, que dice "La mujeres somos la mitad de cada pueblo"
La Ciudad de las Diosas