Este libro está escrito en una encrucijada de la historia,cuando una profunda crisis azota a todo el planeta poniendo en serio peligro las condiciones de vida de una parte importante de la población mundial; particularmente, la de los sectores sociales más vulnerables de los países del sur. El desempleo masivo, la caída de ingresos de los hogares y las reducciones de gasto público en protección social amenazan con un incremento de las situaciones de pobreza. Este drama humano caracterizado fundamentalmente como crisis financiera y económica ha originado un debate internacional donde se proponen políticas más o menos intervencionistas con fuerte apoyo financiero a bancos y empresas privadas.
Sin embargo, a pesar de la dureza de la crisis, pocas voces han denunciado que se trata de una situación que responde a la estructura profunda de un sistema económico basado en el beneficio individual donde las condiciones de vida de la población, lejos de ser un objetivo central, pasan a ser lo que en economía se denomina una externalidad. En cualquier caso, una mirada más atenta a la historia reciente, hubiera permitido observar cómo un conjunto de fuertes desajustes -crisis- venían desarrollándose con anterioridad y amenazaban el bienestar y la supervivencia de la población: la crisis ecológica, la alimentaria, la de los cuidados y la del modelo de desarrollo.
Desde que comenzó la presente crisis, mucho se ha escrito sobre sus causas, su caracterización, sus posibles soluciones. Pero, la gran mayoría de estos escritos han estado afectados por la misma ceguera histórica que tradicionalmente ha manifestado la disciplina económica: la exclusión del marco analítico del proceso de reproducción social de la población, lo cual conduce
a enfoques parciales y sesgados que pueden resultar en políticas inadecuadas.
Desde los primeros pensadores clásicos, las distintas escuelas de economía -aunque con importantes diferencias entre ellashan situado el objeto de estudio de la economía dentro de los
límites del mercado, dejando fuera de dichas fronteras todas las actividades que no presentan una dimensión mercantil, ya sean trabajos no remunerados o relaciones con la naturaleza. El problema de fondo no es tanto la exclusión de determinados ámbitos de la definición de economía -una disciplina puede fijar los márgenes de su estudio- sino que, los enfoques económicos, a pesar de que representan casi exclusivamente la economía de mercado, manifiestan pretensiones de ser reflejo de toda la actividad económica.
El resultado ha sido que dichos esquemas interpretativos ofrecen una visión desfigurada de la realidad, ya que esconden una parte importante de los procesos fundamentales para la reproducción social y humana y el mantenimiento de las condiciones de vida de la población -básicamente el trabajo que se realiza en los hogares- sin los cuales, el «mercado» ni siquiera podría subsistir.
En consecuencia, la disciplina ha funcionado con falsos límites de la vida económica, definiéndose como «autónoma», sin considerar que el sector mercantil descansa y se apoya en otros sectores
o actividades que no tienen lugar en el mercado o en el mundo público.
En todo caso -y para hacer justicia a los pensadores clásicos hay que reconocer que dichos economistas señalaban la importancia del trabajo realizado por las mujeres en los hogares para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, cuestión que se manifiesta en su consideración del salario como coste de reproducción.
Situación muy distinta es la de la posterior escuela neoclásica, que se aleja de las preocupaciones clásicas para centrarse en el mercado. Sus modelos serán ahistóricos y con ausencia de relaciones sociales. Se pierde la visión holística social de los pensadores clásicos para pasar a analizar individuos que persiguen su propio interés interactuando en mercados competitivos. El resultado será la invisibilidad total de cualquier actividad que no se desarrolle bajo normas mercantiles.
Ahora bien, los enfoques críticos a la economía dominante -a excepción de la economía ecológica que plantea una economía abierta a la naturaleza- tampoco han modificado las fronteras del campo de estudio económico. Las críticas se han mantenido dentro del mismo terreno mercantil -se discute sobre salario, ocupación, tiempos de trabajo, relaciones laborales, tipos de contrato, etc.-, o, en otro terreno, sobre los problemas de la economía financiera; sin mencionar la exclusión que hace la economía de los procesos de vida de las personas y de una parte importante del trabajo de las mujeres.
En consecuencia, al restringir las perspectivas analíticas y políticas, la economía se ha mantenido desligada de lo social, como si fuese algo independiente, eludiendo, de esta manera, toda responsabilidad sobre las condiciones de vida de las personas; que continúa siendo una cuestión embarazosa para la teoría económica.
Ahora bien, en las últimas décadas -aunque con antecedentes más tempranos- los estudios de mujeres, de género y feministas han desvelado y denunciado esta situación, ofreciendo un marco más amplio de análisis que incorpora aspectos fundamentales para el funcionamiento económico, no mediatizados por las leyes de mercado. Estos nuevos enfoques no son un intento de ampliar los métodos y teorías existentes para incluir a las mujeres. Se trata de algo mucho más profundo. Se pretende deconstruir los conceptos, los modelos y paradigmas utilizados tradicionalmente por la economía y elaborar nuevas categorías y marcos teóricos que tiendan hacia un paradigma alternativo. El objetivo es transformar la propia disciplina y construir una economía que integre y analice la realidad de mujeres y hombres, teniendo como principio básico la satisfacción de las necesidades humanas.
Se pretende el análisis de la realidad rompiendo con los binarismos impuestos y las fronteras forzadas: dicotomías como la división entre lo público y lo privado, el trabajo familiar doméstico y el asalariado, la sostenibilidad del planeta y de las personas, los países del norte y del sur, y un largo etc. que impiden un análisis global no sesgado de la realidad.
En estos nuevos marcos analíticos se inscribe el presente libro. Un grupo de mujeres, cientistas sociales, de distintos países de América Latina -con una mirada lúcida y un análisis rigurosonos ofrece una visión de la crisis no sólo desde sus aspectos económicos y financieros -que también- sino de las repercusiones más amplias que puede tener la situación actual en las distintas dimensiones de la vida de las personas, particularmente, en la vida de las mujeres. En un clima de debate neoliberal de salidas a la crisis, no es fácil incorporar aspectos que vayan más allá de la lógica del mercado o recuperar las actividades y ámbitos que han permanecido ocultos y sin reconocimiento social. De aquí, el enorme valor de estos textos que se sitúan en la crítica del capitalismo patriarcal.
Los distintos capítulos presentan una amplitud de ideas variadas que invitan a la reflexión y a la discusión. En un recorrido crítico, a lo largo de sus páginas se van desvelando las relaciones entre la llamada crisis financiera y económica y sus repercusiones específicas en las condiciones de vida de la población. Además del enorme impacto que la crisis está teniendo sobre el empleo, se analizan y visibilizan efectos específicos sobre las mujeres derivados -de forma directa o indirecta- de su participación activa en la economía del cuidado: repercusiones en los sistemas de pensiones; en migraciones femeninas; en reducciones del gasto social que incrementa el trabajo de las mujeres en distintas áreas, como el cuidado en la salud, en la educación, etc.; aumento de los niveles de pobreza y disminución de la calidad de vida, particularmente, de mujeres que encabezan una tipología de hogares que ha estado en continuo aumento, los hogares unipersonales o monoparentales femeninos. Pero también se evidencian efectos que se escapan a las miradas o mediciones habituales, aunque presentan un fuerte impacto en las condiciones de vida de mujeres y niñas: incremento de la violencia contra las mujeres, reducción de su tiempo libre, aumento de miedos, ansiedades, inseguridades, etc.
Las aportaciones de estas autoras no se detienen en la caracterización de la crisis y sus consecuencias analizadas desde una mirada amplia e integradora; sino que van más allá, identificando aspectos fundamentales a considerar en cualquier alternativa transformadora.
Se reconoce la importancia de las aportaciones del feminismo en los debates sobre futuras sociedades, situando el cuidado de las personas y las condiciones de vida de la población como objetivo social central y como eje de la sostenibilidad entendida en sus múltiples dimensiones, la cual sólo se concibe en relaciones de equidad.
En definitiva, tenemos en nuestras manos un libro serio, bien construido y absolutamente necesario de conocer por todas las personas -mujeres y hombres- que consideran que el capitalismo patriarcal actual es un sistema nefasto como forma de organizar social, humana y económicamente la vida de las personas.
PRIMERA PARTE: CARACTERIZACIÓN DE LA CRISIS
Alicia Girón
CIRCUITOS DE LA CRISIS: RESQUEBRAJAMIENTO DEL MODELO
ECONÓMICO Y PERSPECTIVA FEMINISTA
Alba Carosio
FRENTE A LA CRISIS ECONÓMICA Y CIVILIZATORIA: UN NUEVO
CONTRATO SOCIALISTA Y FEMINISTA
Magdalena Valdivieso
MUJERES, DESARROLLO Y CRISIS
Eugenia Correa
CRISIS DE LA PRIVATIZACIÓN DE LOS FONDOS DE PENSION:
ESPECULACIÓN FINANCIERA Y DESAMPARO SOCIAL SEGUNDA PARTE: AMÉRICA LATINA, INEQUIDAD DE GÉNERO Y VIOLENCIA
Silvia Berger
AMÉRICA LATINA, LA CRISIS Y EL FEMINISMO. PENSANDO JUNTO CON NANCY FRASER
Patricia Rodríguez
REFORMAS FINANCIERAS, PRIVATIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE PENSIONES Y LA INEQUIDAD DE GÉNERO EN AMÉRICA LATINA
Blanca Pedroza
DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA DE GÉNERO Y CRISIS ECONÓMICA EN AMÉRICA LATINA
Alejandra Arroyo
EMPODERAMIENTO: ALTERNATIVA PARA LOGRAR DESARROLLO CON EQUIDAD TERCERA PARTE: COLOMBIA, MÉXICO Y BRASIL
Consuelo Ahumada
POLÍTICAS PÚBLICAS Y GÉNERO EN COLOMBIA: ENTRE EL AJUSTE FISCAL Y EL CONFLICTO ARMADO
María Luisa González Marín
CRISIS FINANCIERA Y MIGRACIÓN FEMENINA DE MÉXICO
Maria Cristina Cacciamali
Prólogo Cristina Carrasco*
* Profesora de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona y miembro del Instituto Interuniversitario de Estudios de Género de Cataluña. Sus temas de investigación son fundamentalmente los trabajos de las mujeres (remunerado y no remunerado) y los indicadores y estadísticas no androcéntricas.
Fuente: CLACSO